Chihuahua, Chih.
El pasado jueves 8, el Congreso de la Unión aprobó la reforma para ampliar los periodos vacacionales en el país al doble: de 6 a 12 días a partir del primer año laborado; a decisión de la persona trabajadora si los desea continuos o intervalos.
El resultado final requirió grandes y complejas negociaciones, las cámaras empresariales desde luego se negaban a reconocer y sobre todo, a asumir la reforma que de entrada, representaría contratiempos logísticos que no son un problema real de fondo.
No quieren pagar lo que es un derecho: descansar con goce de sueldo por el tiempo laborado; a partir del primer año, éstas se incrementarán 2 días más por cada año hasta llegar a 20 días. A partir del sexto año, el periodo se incrementa en 2 días más por cada 5 años de trabajo.
Cabe destacar que la Ley Federal del Trabajo no cursaba modificaciones desde 1970.
Mencionarlo se hace pertinente porque una ley desactualizada que no responde a las condiciones del contexto actual deja de ser funcional. Con la actual reforma, lo que prevalece es el interés de las y los trabajadores y no la del patrón.
Y aunque no es brecha zanjada ya que el dictamen regresa nuevamente a la Cámara alta para su última revisión, la socialización del tema y la necesidad de su pronta resolución, da un sentido de urgencia que obliga a las y los legisladores a resolver en el presente periodo de sesiones, es decir, el próximo 15 de diciembre.
Si no se traslada la decisión a febrero del próximo año, el beneficio entraría en vigor el primer día de 2023 a todo tipo de contrato, personal o colectivo.
Si bien la oligarquía convertida en gobierno en nuestro estado, se encuentra tratando de “argumentar” lo supuestamente perjudicial que sería reconocer este avance, México -integrándolo- se pondría a la par de Vietnam o Mozambique, cuando los países mas avanzados en derechos laborales en materia de descanso son Brasil con 26 días, Cuba, Nicaragua y Panamá, que disfrutan de 30 días.
Los países europeos tienen menos días; sin embargo, cuentan con prerrogativas como licencias de maternidad y paternidad de 2 años, licencias por defunción de familiares hasta por 3 meses, entre otras.
Las resistencias del sector empresarial son un sinsentido teniendo una industria maquiladora, concentrada mayormente en los estados del norte, con una base trabajadora tan amplia y movilizada.
Hablar de beneficios de la presente reforma es extenso y éstos, se prevé tengan impactos en todo espacio.
Las modificaciones que se vienen trabajando y que de modo adjunto vendrían operando, como la NOM 035, que tiene como objetivo prevenir y atender factores de riesgo psicosocial, así como promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo priorizando la salud mental y social, así como la gran política nacional de cuidados, otorgan, sobre todo a las trabajadoras, lo necesario para descargarlas y generar nuevas tareas de cuidado redistributivas, es decir, que involucren a los hombres en las mismas, motivando un equilibrio en las labores de crianza, cuidados y atención de la infraestructura doméstica.
Nuestro país, que en el estudio “Estrés Laboral en México” realizado en 2021 por parte de la Asociación Internet Mx y OCCMundial, reveló que entre las principales causas para tolerar la jornada laboral con la que nuestro país cuenta, que es de las más largas del mundo (48 horas semanales) según la OIT (Organización Internacional del Trabajo), se encuentran el temor a perder el empleo, la necesidad de tener ingresos fijos, mayores exigencias de desempeño impuestas por el patrón, que no hay mecanismos de denuncia efectivos cuando no se respeta la jornada laboral, entornos laborales hostiles, entre otras.
Cuando se trata de las mujeres, éstas se incrementan: la maternidad y el cuidado siempre representan una complicación, aún más, cuando se siguen haciendo prevalecer los criterios de que las mujeres -a pesar de ser principales sostenes de sus hogares cuando son jefas de familia- son las primeras en perder el empleo o a las que se les designan los empleos más precarizados, lo que genera la feminización de la pobreza.
Las vacaciones dignas para las trabajadoras, en conjunto con el sistema nacional de cuidados, que es un conjunto de políticas y programas articulados para garantizar los derechos de todas y todos aquellos que necesitan y brindan cuidados, es apenas una de las acciones orientadas a construir no solo igualdad, también paz y justicia social; porque una sociedad justa es aquella que se constituye a partir de dignificar su existencia a través del trabajo.
@MarieLouSalomé