Ochoa, escaso poder de convocatoria
Sin Retorno

Ochoa, escaso poder de convocatoria 8 de julio de 2017

Luis Javier Valero Flores

Difundida profusamente, una foto de la reunión convocada por el presidente del PRI, Enrique Ochoa, a los ex Presidentes da cuenta de la profundidad de la crisis por la que atraviesa este partido, de frente a las elecciones del próximo año e inmerso en los procesos de designación de las dirigencias estatales en aproximadamente 12 entidades, curiosamente las que enfrentaron elecciones en 2016 y 2017, con tan pésimos resultados para el tricolor.

El argumento para convocar a esa reunión fue, oficialmente, “recoger sus (las de los ex presidentes) experiencias rumbo a la XXII Asamblea Nacional Ordinaria que se llevará a cabo el próximo 12 de agosto).

Del total de 22 ex dirigentes vivos, sólo acudieron 9 de ellos y, seguramente, Porfirio Muñoz Ledo no fue convocado pues ya no es miembro de este partido.

Los asistentes fueron Rosa (sic, su verdadero nombre es Dulce María) María Sauri, María de los Ángeles Moreno, Cristina Díaz, Jorge de la Vega, Ignacio Pichardo Pagaza, Adolfo Lugo Verduzco, Humberto Roque Villanueva, Pedro Joaquín Coldwell y César Camacho Quiroz, quienes conversaron, según reza el comunicado oficial, durante 3 horas.

Pero los que no acudieron fueron Rafael Rodríguez Barrera, ex coordinador de los diputados federales con Miguel de la Madrid, ex Secretario de Reforma Agraria en el salinato y ex gobernador de Campeche; Genaro Borrego, ex gobernador de Zacatecas y Director del IMSS; Fernando Ortiz Arana, ex gobernador de Querétaro y que fuera la propuesta de Echeverría, ante Salinas de Gortari, para sustituir al asesinado Luis Donaldo Colosio; Santiago Oñate, ex gobernador de Nuevo León y jefe de la oficina del presidente en el salinato y Secretario del Trabajo con Zedillo, Peña Nieto lo nombró Observador Permanente de México en el Consejo de Europa (podría entenderse que por esa razón no vino); Mariano Palacios Alcocer, ex gobernador de Querétaro y luego ocupante de varios cargos en los gabinetes presidenciales, intriga su ausencia; José Antonio González F., otro de los ausentes por razones inexplicables; Roberto Madrazo, ex gobernador de Tabasco y ex aspirante presidencial, lo derrotó Calderón, su alejamiento del actual gobierno es evidente, recientemente pronosticó el triunfo de AMLO; César Augusto Santiago, legislador federal en múltiples ocasiones y quien ha reclamado que su partido lo ha marginado permanentemente de la candidatura al gobierno de Chiapas, su esposa fue María de las Heras, uno de los iconos de las empresas encuestadoras en México, ambos fueron del círculo más cercano de Colosio; Beatriz Paredes, ex gobernadora de Tlaxcala, nombrada embajadora en Brasil por Peña Nieto, en la práctica se entendió como el envío al exilio a quien era en ese momento la figura principal de los restos de la CNC; Humberto Moreira, el ex gobernador de Coahuila, ahora retirado del PRI y enfrentado a este partido en su entidad, participó como candidato a diputado plurinominal en la última elección con una agrupación local y no alcanzó la votación requerida; Manlio Fabio Beltrones, el ex gobernador de Sonora, uno de los discípulos de Jesús Reyes Heroles y de Fernando Gutiérrez Barrios, había pronosticado, muchos atrás, que en 2012 sería el candidato a la presidencia, hoy ha marcado su distancia de la actual dirigencia; y Carolina Monroy, ausente por razones no explicadas, forma parte del grupo Atlacomulco y es prima del presidente Peña Nieto.

Probablemente todos los ausentes podrían argumentar razones triviales para no asistir a la reunión pero priva la sospecha que Ochoa no concita la unidad y el proyecto político necesario que llevara a que el PRI arrostrara de mejor manera la actual crisis de deterioro político, su destino está muy ligado al del actual mandatario, cuyo gobierno está siendo evaluado de la peor manera que presidente alguno haya sufrido.

Son, apenas, los prolegómenos…

Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario