Neoliberalismo y desigualdad

Neoliberalismo y desigualdad 17 de febrero de 2020

Ethan Tejón Herrera

Chihuahua, Chih.

Neoliberalismo: aquella doctrina ideológica y económica que se ha logrado mantener vigente durante más de cuarenta años, ha comenzado a mostrar síntomas de un lento proceso de descomposición.

El Neoliberalismo como toda teoría económica contiene fallas y no es perfecta, modelos económicos como el socialismo y el capitalismo también han fracasado al lograr solventar las necesidades específicas de la población, por su parte el capitalismo ha contribuido a mejoras sustanciales en la vida de los ciudadanos a costa de imponer una "ley de la selva", poniendo en práctica la tesis darwiniana de la supervivencia del más fuerte.

La solución a la desigualdad y a la anarquía económica vigente, es reformar al sistema económico reinante, hacerlo más equitativo y funcional aplicando un justo proceso de redistribución de la riqueza.

Sin embargo la tesis que expongo no es una idea nueva, muchos economistas, analistas e incluso políticos han intentado sin éxito poner en marcha un capitalismo reformista, que otorgue más a los olvidados y rezagados en el proceso de modernidad globalizadora con varios fracasos en el proceso.

La doctrina neoliberal que tuvo sus inicios en la década de 1980, representó el "Gran salto adelante" como diría el estadista chino Mao Tse Tung (equivalente a Mao Zedong en nuestro idioma) hacia la modernidad, con el presidente norteamericano y ex estrella de televisión Ronald Reagan y la entonces primer ministro británica Margaret Thatcher a la cabeza de la exportación del modelo neoliberal al mundo desarrollado (y después en vías de desarrollo), como en nuestro país con el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, el exportador del neoliberalismo a nuestro país, de la mano de la dirigencia tecnócrata priísta.

En la segunda década del siglo XXI, los movimientos políticos y sociales se inclinan cada vez más hacia una mayor distribución de la riqueza y de la libertad política y económica.

No es casualidad que oleadas de insurrección popular vistas en América Latina, en los Estados Unidos con el movimiento Occupy, el ascenso de gobiernos de corte populista y autoritario en Europa y en los Estados Unidos, se hayan generado espontáneamente.

El sistema económico vigente que otorgó mayor libertad económica también influyó en la vida de todos los ciudadanos que formamos parte de dicho sistema económico, a través de un sofisticado modelo propagandístico, el neoliberalismo se implantó con su rostro más amable, prometiendo modernidad y apertura económica, sin embargo es causa del aumento considerable de la desigualdad, la pobreza y el deterioro del medio ambiente.

 


El Neoliberalismo prácticamente le abrió las puertas a la iniciativa privada, a los políticos, a los conglomerados y a los poderosos para que pudieran ver un aumento considerable de su fortuna sin restricciones.

La forma más agresiva del Neoliberalismo ha sido la corporatocracia, o el gobierno de las grandes transnacionales que deciden la agenda pública y económica actual.

Dejando de lado la importancia de tener un sector público sano y operativo, con un Estado sólido e incorruptible como árbitro o mediador.

Considero que la falla no es el sistema económico, si no las fallas que no han logrado ser corregidas, el capitalismo con la variante neoliberal ha traído prosperidad en términos relativos y abrió al mundo a la modernidad, sin embargo a un costo muy elevado, dejando de lado a la población para servir a intereses corporativos y empresariales.

La reforma del capitalismo es urgente para hacerlo operar al servicio de todos y no de unos cuantos pocos.

Considero que es urgente hacerlo, el medio ambiente y la población humana han resultado ser los más perjudicados.

En el fondo se que hay más personas que abogan por cambios estructurales como yo, se que están allá afuera, el siguiente paso es levantar la voz.