Chihuahua, Chih.
Días atrás fuimos sorprendidos por las declaraciones de los más altos mandos del ejército en Chihuahua.
El general brigadier Fernando Gómez, comandante de la Guarnición Militar en Juárez, declaró que el gobernador Javier Corral no había seguido los protocolos para solicitar ayuda militar; que no le había solicitado al presidente Peña Nieto, “por medio del Secretario de Gobernación”, el auxilio de las fuerzas armadas.
Tal declaración la había realizado ante la queja del gobernador Corral de que “El Estado de Chihuahua, solo, con su capacidad y su estado de fuerza, no puede combatir la delincuencia organizada, esa es una tarea del Gobierno federal”.
Pero el viernes, el mismísimo jefe de las fuerzas armadas, el Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, ante pregunta expresa de los reporteros, afirmó que esa solicitud ya se había presentado, pero que la ayuda del ejército se haría con base en las fuerzas destacamentadas en la entidad, las que no se aumentarían, pues “La cobija no da para más”.
O sea, háganle como puedan, nosotros nos declaramos impotentes para enfrentar la oleada de violencia desenfrenada en Chihuahua.
Es de una irresponsabilidad descomunal la declaración del jefe militar, realizada justamente cuando el país se encamina a sufrir la más severa ola homicida de su vida independiente. Si en 2017 cayeron alrededor de 25 mil personas, en 2018, probablemente, lo cerraremos en más de 28 mil asesinatos.
Ante ello, y en medio de un grave deterioro de las fuerzas policíacas, de todos los niveles de gobierno, en momentos en los que debiera existir la más estrecha coordinación entre ellas y las fuerzas armadas, frases como la anterior develan cuán indefensa está la sociedad mexicana (la chihuahuense en particular) frente al crimen organizado.
Pero si la declaración militar es para preocupar, más lo es el hecho de que ningún representante del gobierno de Chihuahua acompañase al Gral. Cienfuegos.
¿Qué sería más importante para el gobernador Corral que intercambiar impresiones, sobre la seguridad pública, con el titular de la Defensa Nacional?
Imposible saberlo, pero el hecho es que el mandatario chihuahuense presidió el festejo, en la capital del estado, ¡De las secretarias del gobierno estatal, incluidos el desayuno y las consabidas rifas de regalos, además de los “muy importantes mensajes” del gobernador y su Secretario de Hacienda!
Indudablemente que las secretarias son muy importantes, pero bien valía la pena que la felicitación del gobernante esperase para mejor ocasión y que éste aprovechara la visita del militar para tratar de sensibilizarlo y le ayudara en los difíciles momentos que pasa Chihuahua.
No se plantea que los militares asuman las tareas de policía, pero que sus activos estén presentes para los momentos y circunstancias en que las fuerzas del orden están urgidas de más elementos y capacidad de fuego, frente a los pelotones del crimen organizado que han asolado durante años en una buena parte del territorio estatal, es la más elemental medida de seguridad pública.
Aterran las declaraciones y las acciones de uno y otro; nos dejan en la plena indefensión.
No alcanza la cobija, dice uno, y el otro prefiere ir a moverle a la tómbola de los regalos de las secretarias. En tanto la cifra de caídos bajos las balas crece diariamente.
En el gobierno de Corral han sido asesinados 4 mil 500 chihuahuenses y quienes debieran ser los que detuvieran tal tragedia se desentienden del problema.
Bien lo decían Los Tigres del Norte: Son muchos meses entre julio y diciembre para que entre el nuevo presidente…
El nuevo ¿Podrá?
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