Caso Jasiel, realidad que golpea
Sin Retorno

Caso Jasiel, realidad que golpea 10 de julio de 2025

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

El pasado miércoles 2 de julio, alrededor de las 11 de la noche, Jasiel, un niño de 8 años, desapareció en el parque del fraccionamiento en el que vivía en la capital de Chihuahua. Estaba al cuidado -se dijo- de su padrastro. Al día siguiente fue encontrado su cadáver.

Se presumió que murió a causa de múltiples heridas con arma blanca.

Según las primeras informaciones el mismo padrastro había denunciado la desaparición pues estaba a cargo de su cuidado y custodia, en tanto su madre trabajaba en una planta de la industria maquiladora.

Ahí recibió la noticia de la desaparición, en medio del turno laboral. Su casa, de pequeñas dimensiones, es de reciente construcción, obtenida, presumiblemente, por un crédito de interés social.

El padrastro fue detenido como presunto responsable, primero, de la omisión de cuidados y luego como presunto culpable del homicidio.

Hasta ahí parecía un caso semejante a lo que ocurre con alguna frecuencia en las dos urbes mayores de Chihuahua.

La indignación corrió paralela a los detalles de la desaparición, del asesinato y a los comentarios desatados por algunos de los vecinos de madre e hijo que revelaron un caso más de violencia doméstica, maltrato infantil y culminación fatal.

El entorno es lo importante: Una madre soltera, trabajadora, con horarios laborales nocturnos; pareja de reciente conocimiento; domicilio en un fraccionamiento de las periferias, con escasa vigilancia y sin la posibilidad de que su hijo quedara al cuidado de profesionales en un lugar especializado.

Y no debe dejarse de lado la posibilidad de que estuviera bajo la condición, que le ocurre frecuentemente a las mujeres golpeadas por sus parejas, de tratar de ocultar, de minimizar esa condición y de vivir permanentemente atemorizadas, lo que las lleva a no denunciar y soportar en silencio su tragedia, en lo que se ha denominado el ‘Síndrome de la mujer maltratada’, caracterizado por la disminución   de su capacidad para responder a los abusos, que se van incrementando y generan que la agredida incremente su pasividad,  con una muy baja autoestima y con el terror a disgustar a su maltratador.

Visto desde lejos, no es tan fácil levantarse de tan estrujante y atemorizante realidad.

Pero el caso dio un vuelco: El presunto homicida se declaró haberse sometido a tratamiento para cambiar de sexo. Había sido mujer y se convirtió en hombre. Al momento de que iba a ser recluido en el penal de Chihuahua, sus defensores arguyeron su sexo original para no ser recluido en la sección de hombres.

Está recluido en una sección especial del penal para mujeres.

Ahora, la discusión en las redes sociales versa en si debe ser enjuiciado como hombre o como mujer.

Si es encontrado responsable del homicidio, con sus agravantes o atenuantes, deberá ser enjuiciado por el hecho y la diferencia en su reclusión la deberán establecer los tribunales.

Y no dar pie a especulaciones como las desatadas por el diputado panista, Carlos Olson, quien previene a que «estos casos no sean utilizados para engañar al sistema penal y caer en aberraciones jurídicas… (pues) lo que estamos viendo es que ahora hombres se autoperciben mujeres para engañar el sistema y no ser juzgados como hombres». (Nota de César Lozano, El Diario, 8 Jul 2025).

«Abraham Alejandro cometió un delito siendo un hombre, con aparato reproductor masculino, según la información que refiere (sic) por parte de las autoridades de Fiscalía, y por lo tanto, debe ser recluido en espacios de población masculina, pues representaría un peligro para la población femenina penitenciaria… porque la información que yo tengo es que el padrastro de Giovanny es un hombre biológico y tiene que ser juzgado como tal». (Ibídem).

Pues no, deberá ser recluido en un espacio que sea seguro, como lo debe ser para el total de los recluidos en las cárceles chihuahuenses.

Lo importante, como en todos los casos semejantes a éste, es lo que van a hacer los tres niveles de gobierno para cambiar tan triste, dolorosa, estrujante, violenta y deshumanizada realidad, independientemente de las responsabilidades concretas del acusado en el asesinato de Jasiel.

Deberá responder puntualmente a los cargos en su contra; los agravios cometidos a Jasiel, a su mamá, a su padre, a la familia, a la sociedad toda, son inmensos, más allá de su sexo e identidad de género.

Son imperdonables, además de extremadamente dolorosos.

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Columna de Plata de la Asociación de Periodistas de Cd. Juárez (APCJ)

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario