

Chihuahua, Chih.
«… Ahora lo que se está aplicando es una política de cero corrupción, cero impunidad, de cero influyentismo. Recuperar los puertos, que estaban en manos de intereses particulares». Colima, Col. Enero 2021»: Expresidente López Obrador. Animal político, 9/9/25
Pareciera una nota más: «La Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) inició un proceso para que los puestos vuelvan a ser ocupados por funcionarios civiles, retirando de una manera gradual a los militares, informó Adrián Rodríguez Almeida, dirigente de la Asociación de Agentes Aduanales (AAA) de Juárez». (Nota de Alejandro Vargas/El Diario, 18/9/25).
Es un auténtico ‘golpe de timón’, a la política pública impulsada por el ex presidente López Obrador.
La de la militarización de la vida pública.
Si se concreta.
Sería, sin duda, la más contundente manifestación de la presidenta Sheinbaum de que pretende gobernar sin la sombra del tabasqueño y sin la de los militares, no porque éstos sean nocivos, sino porque no están preparados, ni quieren (probablemente), realizar más funciones que las otorgadas desde 1917.
No aprenden quienes ahora gobiernan. ¿No bastaría el ejemplo de los revolucionarios, todos militares, que, ataviados de camiseta de legisladores y en plena concordancia con los jefes de la Revolución, decidieran ponerle ‘candados’ a la participación de los mílites en tareas ajenas a sus funciones.
Nos costaría décadas y muchos episodios violentos, bélicos, arribar a ese estadio.
Traer a responsables civiles a las aduanas pasaría por el éxito del plan piloto cuya aplicación iniciaría en Juárez:
Hasta el momento, «se han realizado 19 relevos en diferentes cargos dentro de esta dependencia federal… incluyendo un nuevo subdirector y su equipo de trabajo, quienes tomaron el control operativo en reemplazo del personal militar». (Nota de Salvador Miranda, El Heraldo de Juárez, 19/9/25).
Hay razones de mucho peso para tal giro.
Y es que, contra toda la gravedad de la corruptela de los jefes de la Marina en los puertos marítimos, el mayor robo se efectúa en las aduanas terrestres, también asignadas a los marinos.
En las diez aduanas más importantes para «la recaudación del IEPS por hidrocarburos, se concentra cerca del 85% de dicha recaudación (la ilegal)». Estas aduanas son Tuxpan, Nuevo Laredo, Veracruz, Coatzacoalcos, Ciudad Juárez, Ensenada, Piedras Negras, Mazatlán, Manzanillo y Ciudad Reynosa. (Nota de Carlos Carabaña, El País, 18/9/25).
En todas se multiplicaron las importaciones de aceites lubricantes entre 2021 y 2022.
«La Agencia Nacional de Aduanas registra, entre 2021 y 2022, un crecimiento ilógico y desmesurado (de esos aceites), una mercancía que, como documentos del propio Gobierno explican, se usa como disfraz para introducir en el país gasolina y diésel sin pagar los impuestos correspondientes. Una base de datos, elaborada con datos oficiales, dibuja el retrato de cómo estas importaciones pasaron de 5 mil 500 y 3 mil millones de litros en 2019 y 2020 hasta los 18 mil 200 y los 14 mil 700 millones de litros en los dos años posteriores (2021 y 2022). (Ibídem).
El daño a la Hacienda pública ascendería a los 120 mil millones de pesos, unos 6 mil millones de dólares, la mitad del endeudamiento que pretende hacer el gobierno en 2026, para abonarle a la deuda de Pemex.
¿Quiénes más están involucrados en semejante robo? ¿Solo los sobrinos del almirante Ojeda? ¿Sólo los encargados de los puertos marítimos?
Bueno, pues los documentos de Guacamaya Leaks demuestran -reiteremos, en documentos oficiales, en los que se basaron los funcionarios de la FGR para investigar al ‘huachicol fiscal’- que alcanzó a empresas que operan en Juárez, a las que desde abril de este año fueron sometidas a investigaciones.
En un operativo efectuado el 11 de abril de este año, la FGR «aseguró tres predios en los que se encuentran unidades rotuladas con los nombres de las empresas GSF División Transporte S. de R.L. de C.V., Transportación Carretera S.A. de C.V. (Tracsa) del Corporativo UNNE, QTXPRESS de la empresa Quality Tank S.A. de C.V. y de Arco, marca de gasolineras propiedad de Marathon Petroleum Corporation». (Nota de Gabriela Minjares, La Verdad de Juárez, 17/4/25).
Lo que hoy ocurre pega a la línea de flotación del lopezobradorismo.
López Obrador insistió, y ese discurso lo ha adoptado integralmente la Presidenta, en que el principal problema de México era la corrupción, que esa la habían protagonizado los gobiernos del PRI y del PAN a lo largo de toda la etapa neoliberal y que la llegada de Morena al gobierno implicaba que acabaría.
Insistió en usar un argumento metafísico (el que no necesita una comprobación científica), el de su llegada a Palacio Nacional y que al influjo de la conducta presidencial, el resto de los funcionarios y el gobierno ¡Ya no serían corruptos!
¡Cuántas veces agitó un pañuelo blanco para insistir en que se había acabado la corrupción!
¡Justamente en los momentos en que se catapultaba la importación ilegal de combustibles, pasados por ’aceites vegetales’!
Y en muchos momentos de su gobierno, ante las críticas del desmedido protagonismo de las fuerzas armadas en funciones públicas, más allá de las que tradicionalmente los regímenes del pasado le habían otorgado, en particular, el de asignarles la responsabilidad del manejo de las aduanas, usó como argumento central, el de que los funcionarios civiles no eran confiables, ‘porque frecuentemente caían en las corruptelas y que las fuerzas armadas, por su formación, vocación y adiestramiento, estaban lejanas a esa realidad’.
Hoy el gobierno de la República se encuentra inmerso en una corruptela, quizá la mayor de la historia del México moderno y que, para desgracia del gobierno de la 4T no puede achacarla a los gobiernos del pasado, ni a la prensa “ conservadora “ o a la oposición.
¿Cuándo empezó el huachicol? Ha preguntado insistentemente la presidenta en las mañaneras.
«Desde enero de ese año -2020- se ha observado un incremento en las importaciones de lubricantes, sin ningún sustento en la actividad económica”, dice un informe del Servicio de Administración Tributaria (SAT). “Estos productos no están sujetos al pago de IEPS, por lo que son usados como medio de evasión; y son introducidos al país, principalmente, a través de las aduanas terrestres». (Nota de Carlos Carabaña, El País, 18/9/25).
Las primeras noticias sobre las corruptelas de los sobrinos del Secretario de Marina, fueron publicadas en 2022 por Loret de Mola, basado en los Guacamaya.
Mejor que la multiplicación de los panes resultó la multiplicación de las importaciones de aceites lubricantes entre 2021 y 2022.
La aduana terrestre de Ciudad Reynosa pasó de registrar la importación de 81 millones de litros de aceites a mil 885 millones de litros en solo un año.
El estado de Veracruz llama poderosamente la atención pues, precisamente, cuando la actual gobernadora era la secretaria de Energía en el sexenio de López Obrador -además señalada frecuentemente por el número y valor de sus propiedades- registró un desmesurado crecimiento en la importación de aceites: Coatzacoalcos pasó de importar ocho millones a 2 mil 267 y mil 911 millones en 2021 y 2022.
En Tuxpan, pasaron de tan solo 8 millones, a mil 900 millones cada año.
Y la aduana del puerto de Veracruz pasó de 652 mil litros a 2 mil 500 y 2 mil 200 millones de litros en el periodo mencionado.
También en Dos Bocas, Tabasco, se registraron importaciones extrañas: pasaron de 14 mil litros a 191 millones en 2021. (Ibídem).
Coincidencias por todos lados:
«Un documento filtrado por Guacamaya Leaks asienta que las petroleras donde se origina la refinación del combustible, que luego envían a México, se encuentran en Houston» (Ibídem).
Sí, ahí en donde la hija del ex secretario particular de AMLO, -Alejandro Esquer-, Carmelina Esquer Camacho, se desempeña como titular de la empresa Pemex Procurement International (PPI), filial de Pemex, empresa encargada de todas las compras de la petrolera mexicana.
Son solo eso, coincidencias, pero ¡Ah cómo están apareciendo tantas en estos temas!
A fines de 2022, el control de las 50 aduanas del País quedó bajo responsabilidad militar.
A pesar de todo, de las corruptelas detectadas y de los anuncios de los empresarios aduanales, el viernes, la presidenta insistió en asegurar «que las Fuerzas Armadas permanecerán al mando de los recintos fiscales de los puertos».
Dijo que hubo «… una disminución en los niveles de corrupción ¿Cuál es la mejor prueba de que disminuye la corrupción cuando se toma el control? Pues que hay más recaudación».
No, po’s sí.
Twitter: /LJValeroF; Facebook: https://www.facebook.com/ljvalero
https://www.facebook.com/AsertoMultimedia/
Blog: luisjaviervalero.blogspot.com
Columnas de Plata de la Asociación de Periodistas de Cd. Juárez
2008, 2015, 2017, 2022 y 2023