Chihuahua, Chih.
El 63 por ciento de mexicanos dijo que sí se pondría la vacuna contra Covid-19, otro 10 por ciento está aún indeciso y 27 por ciento la rechaza, según la Ensanut Covid-19 del Instituto Nacional de Salud Pública.
Para proteger a la población, la cobertura óptima de vacunación sería de un 80 por ciento, indicó el investigador del INSP, Sergio Bautista, quien forma parte del Grupo Técnico Asesor de Vacuna Covid-19.
"La consecuencia directa es que si no convencemos a más personas, la cobertura máxima que podemos esperar es de 73 por ciento, según nuestro modelaje, y este porcentaje está cerca de un porcentaje adecuado para alcanzar un efecto poblacional de la vacuna muy bueno; pero está en el límite inferior", advirtió.
Por lo que es crucial que la Secretaría de Salud implemente campañas informativas sobre la eficacia y seguridad de las vacunas, de acuerdo con las recomendaciones de este grupo.
"Es necesario diseñar estrategias de comunicación efectiva para quitar dudas a la población sobre la seguridad y efectividad de las vacunas y entonces más personas se sientan confiadas y seguras de aceptar la dosis y entonces podamos aumentar la cobertura de vacunación", agregó.
Bautista advirtió que, además, la aceptabilidad de aplicarse la vacuna contra Covid-19 disminuye con la edad.
Según el experto, la encuesta también reveló que a menor escolaridad, menor es la aceptabilidad de la vacuna.
En tanto, un 72 por ciento entre personas de 40 a 49 años sí la acepta; sólo un 65 por ciento de adultos mayores de 70 a 79 años aceptaría aplicársela.
"Mientras mayor es la edad, aumenta el porcentaje de personas que dicen que no quieren ponerse la vacuna. Obviamente esto es preocupante porque es precisamente en esos grupos se quiere vacunar a la mayoría".
Por lo que el especialista consideró que la campaña que ofrezca información confiable y cierta sobre la seguridad y efectividad de las vacunas, debe enfocarse en los adultos mayores.
El subsecretario Hugo López-Gatell llamó a no desconfiar de la seguridad y eficacia de las vacunas.
"En otras ocasiones hemos comentado los ejemplos históricos del daño que se le ha hecho a la salud pública cuando se alimenta de manera deliberada la desconfianza en las vacunas", advirtió.
Detalló que el resurgimiento del sarampión en Europa Occidental a finales de la década de los 90, cuando ya tenían casi controlada la enfermedad, se debió a un señalamiento fraudulento de que esa vacuna podría estar asociada con condiciones neurológicas, en particular con el autismo, lo que ha sido desmentido con evidencia científica rigurosa.
*Tomado de Reforma, 1 de abril de 2021