A pesar de que era tímida, de bajo perfil, discreta, de que odiaba los reflectores, todavía veo a la que fuera primera dama, esposa del ex presidente Ernesto Zedillo, caminando entre los escombros que había dejado el huracán Paulina, categoría cuatro, en Acapulco. Era evidente que el ejemplo de Nilda Patricia...