Votar o no votar

Elección judicial

Votar o no votar 30 de abril de 2025

Gabriela Warkentin

Chihuahua, Chih.

Ahí viene el 1 de junio, el desmadre de todas las batallas.

Comunicadora y académica. Titular del noticiario matutino Así las Cosas en W Radio, podcastera en El País, profesora universitaria

Como no conozco a la mayoría de los que contienden para renovar al Poder Judicial, me meto al simulador del voto en el sitio web del INE. Tengo tiempo, creo que se necesita tiempo.

Aparecen 6 boletas, así que... vamos por partes.

64 nombres en la sección ministras y ministros de la SCJN.

Ubico a pocos. Tendré que googlear a la mayoría o ir a la otra pestaña del sitio, la que dice conócelos. La boleta simulada tiene, por cierto, muchos datos: nombres de las candidaturas; si fueron postuladas por Ejecutivo, Legislativo o Judicial; ¿están en funciones? Y hay algunas instrucciones de voto: número de mujeres y de hombres a elegir, escriba el numerito y sanseacabó.

Entiendo que el simulacro es para que lleguemos menos mensos al 1 de junio. Solo que yo ya llevo un par de horas navegando e indagando y aún no puedo hacerme una imagen de quiénes son los que están. Ni sé cómo fallarán o han fallado en los temas que me importan. Menos si tienen la integridad y las capacidades humanas para impartir justicia.

Pero el tiempo apremia, a lo que sigue.

En la boleta de magistradas y magistrados del Tribunal de Disciplina hay 38 nombres. Debo elegir tres mujeres y dos hombres. De la lista, me suenan 4 personas. Así que investigo primero a qué se dedicará el Tribunal de Disciplina y luego quiénes son los demás que están postulándose.

Como ya van varias horas en esto y apenas llevo dos boletas, me aviento un poco el "dame puntería" porque no alcanzo a entender del todo de qué va.

Listo.

Paso ahora a elegir a magistradas y magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, es la tercera boleta en el simulador.

Ahí me arroja 15 nombres. ¡Bendito! Solo 15. Ubico a un par de los postulados, me concentro en conocer quiénes son todos los demás. El problema es que su currículum, cuando existe, me dice poco de sus intereses, sus compromisos, su sentido de la justicia.

Pero hay que elegir.

Brinco al siguiente rubro: magistradas y magistrados de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Hay 20 nombres, toca seleccionar dos mujeres y un hombre.

Aquí no conozco a nadie y no estoy muy segura de que todos sepamos la diferencia entre Sala Superior y Sala Regional. Pero hay que darle. A estas alturas ya tuve que escanear 137 candidaturas y no llevo ni la mitad del proceso.

Siguiente pestaña: magistradas y magistrados de circuito.

Aquí me aparecen 41 candidatos que, además, van por especialidad: administrativa, civil, mixto, penal y trabajo. 5 mujeres y 5 hombres, uno por especialidad.

No sé del todo qué hace un "mixto", será como un todólogo. De estos aspirantes no ubico a ninguno y me da pena dejar fuera a perfiles serios y comprometidos. Pero es que ya es mucho tiempo y todavía no acabamos: ya he navegado 178 candidaturas.

Paso ahora a la última boleta de la federal: juezas y jueces de distrito. 28 candidaturas distribuidas en administrativo, civil, laboral, penal y mercantil para elegir 5 mujeres y 5 hombres, una de cada especialidad. Ya estoy hasta mareada. Ojalá todo fuera elegir a una ministra o a un ministro de la Corte. ¿Pero cómo sé quién es la mejor opción para juez mercantil, por ejemplo?

206 candidaturas después, apenas termino con las boletas federales. Siguen las locales, en mi caso las que me toquen en la CDMX, pero el Instituto Electoral local aún no publica las boletas simulacro.

Entre quienes conozco hay un debate encendido sobre si votar o no el 1 de junio para renovar al Poder Judicial. Los más renuentes dicen que no, porque no hay que legitimar la destrucción. Los del otro extremo dicen que sí, porque se trata de democratizar la justicia. Pero la mayoría navegamos en grises emocionales.

En mi caso, aún a sabiendas de la destrucción en curso, decidí hacer una listita de voces sólidas e independientes que creen que, a pesar de todo, vale la pena competir por algo que el anterior sistema les tenía cerrado.

Y por esas votaré.

Para celebrar su valentía.

A veces pienso que en estos tiempos en que se está destruyendo todo, uno de los pocos resquicios de disidencia y de decencia sea nombrar en una boleta a quienes representan todo lo bueno que se está perdiendo. Y que eso sea la afirmación axiológica que plante cara al agandalle organizado que se aprovechará de todo este desaseo.

*Publicado por Reforma el 30 de abril de 2025