Chihuahua, Chih.
En Palacio Nacional preparan un Plan C electoral con el que Morena buscará elegir a tres nuevos consejeros o consejeras del Instituto Nacional Electoral (INE) y a su próxima presidenta, quienes tomarán posesión del cargo el próximo 4 de abril.
La prioridad de Morena y del presidente es evitar los errores que se cometieron en casos como el de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o el del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, donde los perfiles que llegaron a encabezar esas instancias se colocan en el extremo opuesto al de la autodenominada Cuarta Transformación.
En comparación con los anteriores, la diferencia de este proceso es que, sea cual sea la persona elegida para el cargo, el resultado para Andrés Manuel López Obrador será una victoria por el simple hecho de que se relevará a Lorenzo Córdova, un personaje que se ha convertido en la antítesis de este gobierno, el nuevo “villano favorito”.
El plan original, según fuentes cercanas al gobierno, era impulsar a la presidencia del INE a Pablo Gómez, actual titular de la UIF y autor de la iniciativa de reformas constitucionales para la creación del Instituto Nacional de Elecciones y Consultas. Sin embargo, el escenario cambió con la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de reservar el puesto para una mujer, luego de haber tenido 12 presidentes hombres en el órgano.
La apuesta ahora apunta a dejar como cabeza del INE a un perfil muy familiar, en el sentido de que entre los 664 aspirantes la mujer más cercana a López Obrador y su gobierno es Bertha María Alcalde Luján, hermana de la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, e hija de la expresidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján, y del real encargado de dictar la política laboral en el país, el abogado Arturo Alcalde.
El Plan B es la actual consejera electoral Carla Humphrey, impulsada por Morena en 2020 para llegar a ocupar una posición en el pleno del INE, y quien actualmente es un contrapeso para Lorenzo Córdova y su lugarteniente, el consejero Ciro Murayama, en el órgano electoral. También tiene una historia familiar: su esposo es el extitular de la UIF y actual encargado de despacho de la Procuraduría del estado Hidalgo, Santiago Nieto.
Ambas alternativas tienen sus respectivas dificultades. En el primer caso, la mayor de las hermanas Alcalde carece de experiencia en materia electoral, lo que podría dificultar su tránsito en el examen de conocimientos del 7 de marzo, en la etapa de evaluación de los perfiles del 11 al 14 de marzo y en la entrevista que tendría lugar ante los integrantes del Comité Técnico de Evaluación entre el 17 y el 22 del mismo mes.
Por su parte, a Humphrey la bloquearían sus propias compañeras consejeras del INE, quienes aseguran que su nombramiento es inconstitucional, debido a que su designación como presidenta del órgano pudiera ser calificada como una reelección, aunque por otro lado se asegura que en la convocatoria no hay impedimentos que limiten sus aspiraciones.
En este escenario no se anticipan demasiadas presiones extremas en el proceso para poner a una figura aliada de Morena a la cabeza de un instituto que ha sido ampliamente debilitado, pero que podría recuperar parte de su fuerza y esencia si los ministros de la Corte deciden darle palo al Plan B de reforma electoral.
La euforia del presidente y sus cercanos por la salida de Lorenzo Córdova es tan evidente que a los legisladores de Morena se les ha dado la orden de que, en caso de que no caminen sus propuestas en el pleno del Congreso el 30 de marzo, se vayan el día siguiente a un procedimiento de insaculación.
*Publicado en El Universal, 28 de febrero de 2023