Chihuahua, Chih.

Sí rompí, pero siempre no, pareciera ser el sentido de las frases de Javier Corral a propósito de su deslinde de la dirigencia nacional del PAN, con motivo de la designación de los candidatos a senadores.

Horas atrás había despotricado en contra del “grupo de cinco personas” que toman decisiones “como si ya tuvieran la presidencia (de la república)” y se “deslindó” de esas decisiones.

Tomada como una ruptura, horas después, mediante un twit, llamó a “no confundirse”, que “ni he roto con #PorMexicoAlFrente, ni con @RicardoAnaya y mucho menos con @AccionNacional. Participé en un debate interno, abierto y libre; me deslindé del proceso que integró la lista de candidatos al Senado y la impugnaremos ante el @TRIFE, debe reponerse”.

Y ya, es todo, pero las declaraciones realizadas en esa sesión no tenían el carácter que ahora le da el gobernante chihuahuense, molesto porque su compañero de toda la vida, César Jáuregui Robles, su Secretario de Gobierno, no quedó dentro de los lugares en la lista plurinominal con posibilidades de convertirse en senadores.

Y es que a pesar de su protagonismo, al gobernador Corral lo maltrataron pues a los gobernadores de Veracruz y Puebla (Rafael Moreno Valle) les otorgaron lugares de privilegio en la mentada lista.

En tanto que una cercana colaboradora de Yunes se le ubicaba en el tercer lugar, el mismísimo Moreno Valle era colocado en el sexto y a Jáuregui en el 12o.