Chihuahua, Chih.
I.- En el foro organizado con motivo del plebiscito en el que se consultará a los chihuahuenses sobre el proyecto de alumbrado público en el municipio de Chihuahua, el secretario del ayuntamiento, César Jáuregui, cerró con una frase que suena a slogan de campaña: “No dejes que te bajen el switch, vota sí este 24 de noviembre…” ¿Qué significa que a los chihuahuenses les “bajen el switch”? ¿Qué significa la “presunta oscuridad” que está detrás de la frase del principal operador político de María Eugenia Campos en el municipio de Chihuahua?
La frase de César Jáuregui (“No dejes que te bajen el switch…”) está íntimamente ligada a la frase que le da nombre al proyecto de alumbrado público de María Eugenia Campos (“Iluminemos Chihuahua”).
Ambas frases son metáforas que se refieren a la luz (y la oscuridad) que se relaciona directamente con el progreso indetenible, propio de la modernidad. Toda obra pública es un símbolo del progreso de una ciudad y, como tal, puede ser usada para que los políticos avancen, progresivamente, hacia la posición política que le sigue más arriba. Es de todos sabido la ambición política de Maru Campos y del grupo político que la acompaña, en la persecución de la gubernatura del estado.
Si en el plebiscito del 24 de noviembre próximo gana el sí, las nuevas lámparas led estarían “iluminando” el camino de Campos hacia la gubernatura del estado, al menos en uno de sus tramos.
Si en el plebiscito gana el no, el trayecto de Campos hacia la gubernatura se oscurece. Tal vez a esto último se refiera la frase de César Jáuregui sobre “bajar el switch”. Si en el plebiscito del 24 de noviembre gana el no, la ciudad de Chihuahua no dejaría de estar “iluminada”, porque en su gran mayoría ya lo está. Las fallas del alumbrado público podrían ser resarcidas de una forma alterna, más allá de la parafernalia de un slogan y de un proyecto cuyas intenciones se deslizan entre lo público, lo privado y lo electoral.
En la fraseología de la política, el lenguaje suele ser usado de manera tramposa. Las metáforas del gobierno de Maru Campos, que se refieren a “iluminar Chihuahua” y a “no dejar” que a los chihuahuenses “nos bajen el switch”, forman parte del mismo campo de significados que está presente en la metáfora del “nuevo amanecer” de Javier Corral.
Es obvio que la retórica panista de Javier Corral, de María Eugenia Campos y de César Jáuregui, está enfrascada en el uso de una serie de metáforas que se refieren a la “luz” y/o la “oscuridad”.
Las metáforas panistas del “amanecer”, de la “iluminación” y de ausencia de “luz” que tiene lugar al “bajar el switch”, son el síntoma de una época en la que la política está plagada de sombras. Entre la luz y la oscuridad están las sombras.
¿Cuánta luz y cuánta oscuridad se identifican en las biografías y en los ejercicios de gobierno de María Eugenia Campos y de Javier Corral, militantes de un mismo partido y artífices de una misma retórica que resulta dudosa?
El “amanecer” fallido de Javier Corral y la “iluminación” prometida de María Eugenia Campos, tienen como telón de fondo a la retórica y la emocionalidad de una ilusión que se juega en los escenarios pre o post electorales. Los vendedores de espejitos venden luz, venden el reflejo de la luz que se promete a distancia. En los mecanismos de la mercadotecnia pre o post electoral, la “luz” prometida por el panismo en Chihuahua está habitada por ilusiones que se venden y se compran, con 8 millones de pesos que sirven para organizar un plebiscito a modo, o con dinero que se mueve debajo de la mesa.
Corral se jugó el capital político de su gobierno en un slogan que hoy resulta oscurecido. Campos apuesta su capital político hacia la gubernatura, haciendo uso de una frase y un proyecto que ha sido cuestionado con evidencias y argumentos de por medio, por los integrantes de Wikipolítica. Los activistas de Wikipolítica han mostrado las sombras y las oscuridades técnicas y políticas de un proyecto que resulta dudoso.
II.- ¿Por qué razones concesionar la prestación del servicio de alumbrado público en la ciudad de Chihuahua a una empresa privada?
¿No es esta una forma de hacer negocio con el dinero de los impuestos pagados por los chihuahuenses?
¿Hay alguna intención por continuar privatizando la prestación de los servicios públicos, además de la recolección de basura y el tratamiento de las aguas negras?
¿Detrás del supuesto “ahorro” que se estaría generando, se esconde acaso el beneficio para algún empresario en específico?
¿Por qué el proyecto no fue acompañado de un diagnóstico puntual del estado actual del alumbrado público en la ciudad de Chihuahua?
¿Por qué razones se retiran la totalidad de las lámparas que están instaladas en el alumbrado público en Chihuahua, si el 96 % son funcionales todavía?
¿6 mil 200 millones de pesos es un gasto mayor, por qué no se sometió este proyecto a una consulta pública desde un principio, considerando que ese dinero podría ser invertido en otros servicios prestados por el municipio?
¿Por qué razones no se realizó un desglose puntual de los distintos gastos que se estarán realizando con el proyecto “Iluminemos Chihuahua”?
¿Por qué extender una deuda pagadera a 5 administraciones, si es posible atender el problema de una manera alterna, con un gasto menor y sin necesidad de endeudar al municipio?
¿Por qué se usa un proyecto de obra pública y el ejercicio de un plebiscito, con la finalidad de posicionar a María Eugenia Campos como candidata a la gubernatura de Chihuahua en el 2021?
¿Cuáles son los tamaños de la ambición política en la persecución de los cargos públicos y de los presupuestos, que han sido objeto de malos manejos y de corrupción de forma reiterada?
III.- Desde antes de llevarse a cabo la votación del plebiscito sobre el alumbrado público, el ejercicio ha quedado cuestionado. Así lo hacen ver diversas denuncias y artículos de opinión que se han publicado en la prensa: “Un plebiscito con las patas” (Nicolás Juárez Caraveo, El Diario de Chihuahua, 17 de noviembre de 2019), “Carta a los promoventes del plebiscito” (Daniel García Monroy, El Diario de Chihuahua, 17 de noviembre de 2019), “Plebiscito fraudulento” (Gerardo Cortinas Murra, El Diario de Chihuahua, 18 de noviembre de 2019).
En la Ley de Participación Ciudadana del estado de Chihuahua, no está normada la logística organizativa de un plebiscito. El grupo político de María Eugenia Campos ha echado a andar una maquinaria de publicidad y de movilización a su favor para posicionarse.
Es de esperarse que el próximo 24 de noviembre se pongan en marcha las redes para movilizar votantes, con los recursos políticos y monetarios que la administración municipal de Chihuahua posee a su favor. En México, el voto corporativo ha sido promovido y usado lo mismo por priistas, que panistas y partidos de la izquierda.
Las maquinarias corporativas para promover el voto son parte de una historia electoral oscura en México. Aquí no cabe la luz, sino los claroscuros y las sombras que están detrás del poder y del dinero gubernamental. Aun así, cabe el llamado a votar por el NO en el plebiscito.
NO a la puesta en marcha de un proyecto que ha sido cuestionado de fondo por sus contenidos técnicos y por su manejo político.
NO a la retórica vacía del panismo que abre las brechas para hacer negocios entre lo público y lo privado.
NO a la privatización de los servicios públicos que son responsabilidad directa de las autoridades gubernamentales.
NO a una forma de hacer política que hace uso de la obra pública para encumbrar políticos(as) en las más altas posiciones del poder y del dinero.