Chihuahua, Chih.
I.- A lo largo de los meses de campaña, María Eugenia Campos ha tratado de esconder su culpabilidad a la vista de todos. La candidata a gobernadora por el PAN no huye como César Duarte, Kamel Nacif o Andrés Roemer. Tampoco construye un búnker político para protegerse de la justicia, como el caso del gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier Cabeza de Vaca. La exalcaldesa panista lleva a la práctica un conjunto de técnicas de prestidigitación política y jurídica para esconderse, mientras se pasea por las pasarelas de la campaña electoral en Chihuahua.
La estrategia política y jurídica de la candidata a gobernadora por el PAN, consiste en elaborar un antifaz que le cierre los ojos al electorado chihuahuense ante los actos de corrupción cometidos. En los trabajos que se realizan en el medio rural, se acostumbra usar “tapojos”. Con un pedazo de tela negra se cubre una parte de los ojos de los animales de tiro, para que no miren hacia los lados del camino, para que su visión se concentre en una sola perspectiva, que le resulta conveniente a quien lleva la rienda en una mano y el látigo en la otra.
Los tapojos son una técnica para administrar y conducir la mirada hacia determinados lugares. Quiénes llevan colocados los tapojos miran una pequeña parte de lo que pueden ver. Con la mirada ocluida, los ojos dejan de tener una visión periférica y de profundidad.
En la política, la mirada se administra y se conduce a través del manejo de los medios de comunicación y de las redes sociales. Hay técnicas de comunicación política que tienen como objetivo iluminar ciertos contenidos y enmascarar otros.
La campaña de María Eugenia Campos, con carretadas de dinero en el manejo de medios de comunicación y de redes sociales, se ha encargado de conducir la mirada de los electores hacia los lugares que le resultan convenientes.
¿Qué es lo que trata de ser escondido por los tapojos que se han encargado de elaborar los impulsores de la candidatura del PAN al gobierno de Chihuahua? ¿Qué es lo que debe ser mirado y qué es lo que no debe ser mirado, en el caso de los señalamientos de corrupción contra Maru Campos? ¿Qué se tiene que tomar en cuenta de la candidata a gobernadora por el PAN, al momento de cruzar la boleta el 6 de junio próximo?
Son demasiados los indicios de culpabilidad que señalan la participación de Campos en el asunto de la nómina secreta.
El sitio de “Aristegui Noticias” publicó recientemente cinco notas periodísticas en las que se abordan un cúmulo de indicios que señalan la culpabilidad de la panista en el caso de la nómina secreta de César Duarte (Dora Villalobos, 20 de mayo de 2021):
- "Para crear la 'nómina secreta', César Duarte inventó un empleado fantasma que ganaba 5 millones de pesos mensuales".
- "Testigo protegido: yo le entregué a Maru Campos cada mes los paquetes con dinero en efectivo".
- "César Jáuregui, principal testigo contra Maru Campos".
- "Juez de control: 'irrisorio' el relato que cuenta el notario público número 4 en el video que presentó la defensa".
- "La defensa de Maru Campos le mintió al juez de control; abogados interponen denuncia penal por fraude procesal".
Algo trata de esconder la candidata a gobernadora por el PAN, ayudada por sus abogados y por sus estrategas de campaña. Algo no cuadra cuando María Eugenia Campos y su equipo tratan de desmentir los señalamientos de corrupción que le imputan a la panista (“Maru Campos usó perito acusado de fraude para defenderse: gobierno de Chihuahua”, Milenio, 20 de mayo de 2021).
Algo se observa en las estrategias dilatorias que fueron diseñadas por los abogados del despacho que la representa, que también han sido señalados por su colusión en la corrupción duartista (“INE investiga transferencia de 32.5 mdp de abogados de candidata del PAN, a empresa fantasma”, Animal Político, 17 de mayo de 2021).
II.- Las cifras de impunidad en México son alarmantes. Diversas publicaciones de los años recientes coinciden en que la impunidad rebasa el 90% de los casos. Uno de los territorios desde los cuales se construye la impunidad en México, tiene lugar en los caminos donde se entrecruzan la política y la acción de la justicia. Hay abogados que se han encargado de construir y acumular un poder político que les permita torcer los caminos de la justicia. El caso de Juan Collado es emblemático al respecto (“Las oscuras relaciones de Juan Collado”, Proceso, 9 de julio de 2019).
En el caso de María Eugenia Campos Galván, la estrategia jurídica del despacho de los abogados que la representa, se ha encargado de construir un puente temporal para evadir la justicia, participar en el proceso electoral, y en caso de ganar, hacer uso de la impunidad que se deriva del fuero que tienen los gobernadores. La posible impunidad de la candidata a gobernadora por el PAN, está formada por la dilación en los procesos penales en su contra y por la inducción de un voto que terminaría validando y tolerando la corrupción en Chihuahua.
En una nota reciente, los integrantes del despacho de abogados de la panista fueron señalados por participar directamente en los actos de corrupción duartista (“INE investiga transferencia de 32.5 mdp del despacho de Lozano Gracia a empresa fantasma”, Proceso, 17 de mayo de 2021).
En otra jugada también dudosa, dos de los abogados que defienden a los duartistas acusados por cometer actos de corrupción, se sumaron a la defensa de la candidata a gobernadora por el PAN: «Dos abogados que han defendido a cómplices de los desvíos millonarios del exgobernador César Duarte se integraron al equipo legal de María Eugenia Campos Galván… Se trata de los litigantes Francisco Martínez Valles e Iván Corral, que han sido abogados de Antonio Tarín y Gerardo Villegas, dos exfuncionarios de Duarte vinculados a proceso por su participación en la “Operación Zafiro”, mediante la que fueron desviados 250 millones de pesos para financiar campañas del PRI.» (“Abogados cómplices de Duarte se suman a defensa de Maru Campos”, Animal Político, 16 de abril de 2021).
La información publicada sobre la corrupción de la nómina secreta de César Duarte, deja ver las maneras en que se construyen las redes de corrupción y de impunidad transexenales.
El manto de impunidad que se ha tejido en torno a Maru Campos, está formado por los hilos de corrupción duartista que se extienden hasta el panismo de Chihuahua. En 1986 el panismo chihuahuense encabezado por Luis H. Álvarez y Francisco Barrio Terrazas, quedó convertido en un férreo defensor de la democracia. En el 2021, el panismo hace uso de la democracia para olvidarse de la corrupción duartista y para tejer un manto de impunidad que le permita a este partido la continuidad en el poder.
Lamentablemente el manto de impunidad que se teje en torno a María Eugenia Campos, tiene un componente electoral que oscurece a la democracia. Estamos hablando de una impunidad electoral que está en ciernes. En caso de ganar Maru Campos, no solo se abre un camino hacia el fracaso de la aplicación de la justicia. Se abre también un camino hacia el fracaso de la democracia en Chihuahua.
A fin de cuentas, queda claro que votar por una presunta inocente es en el fondo una forma de votar por una presunta culpable.