Los derrotados
Sin Retorno

Los derrotados 5 de julio de 2018

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

No sólo el PRI se amaneció derrotado el lunes pasado, también en el Palacio de Gobierno de Chihuahua debieron sentirse de ese modo.

Enrique Peña Nieto es el gran derrotado, fue el artífice de la descomunal derrota de su partido, el PRI. Es improbable que el partido fundado por Plutarco Elías Calles se reponga del golpanazo dominical. Nacido desde el poder, para mantenerse en el poder, vivió ejerciéndolo a plenitud; lejos del poder, es casi imposible que sobreviva.

En el sexenio de Peña Nieto perdió la mayoría en la Cámara de Diputados, en la Cámara de Senadores; la mayoría de los gobiernos estatales, la mayor cantidad de capitales de los estados, prácticamente todas las legislaturas en las entidades y sus grupos parlamentarios serán, casi, testimoniales.

¿Quien podría imaginarse que este partido solo alcanzaría 14-15 triunfos en los 300 distritos federales y que, con dificultades, llegará a poco más del medio centenar de diputados federales?

Su candidato presidencial, otra vez, no triunfó en ninguna entidad y sus candidatos a senadores alcanzaron la mayoría solo en una. Además, los candidatos priistas a las 9 gubernaturas quedaron lejos del triunfo.

Por si fuera poco, fue barrido en las elecciones a diputados locales de 24 entidades. Morena será mayoría en 19-20 congresos estatales.

Pero lo sucedido el domingo anterior rebasa todos los parámetros previos y llevó a la peor de las catástrofes electorales al régimen.

Deberá reconocerse, sin embargo, que el presidente Peña Nieto ha reaccionado adecuadamente, su partido y su candidato reconocieron -evidentemente de común acuerdo- anticipadamente, el triunfo del morenista y obligaron a Ricardo Anaya y al PAN a hacer lo mismo.

Es probable que previamente a todos los pronunciamientos haya habido comunicación entre todos ellos.

A su vez, en Chihuahua, el partido gobernante ha sufrido una severa calificación; la que vale, la de las urnas.

No solamente enfrentó la oleada pejista, sino también la pérdida de más de 130 mil votos entre la elección del 2016 y la pasada.

Se debe, sin duda, a la evaluación realizada por los chihuahuenses a su gobierno.

Corral le apostó a “patrocinar” la alianza de su partido con el PRD y MC y a apoyar a Ricardo Anaya. Las cuentas que entrega son malas:

La coalición “Juntos haremos historia” (JHH), integrada por Morena, PES y PT, se amaneció como primera fuerza política de la entidad.

Los candidatos a la presidencia y a las senadurías vencieron a sus adversarios en la elección estatal; ganó 5 de nueve distritos federales, los cuatro de Juárez y Cuauhtémoc, y las 9 diputaciones locales de Juárez -y, también la local de Cuauhtémoc-, además de salir adelante por una diferencia del 1.4%, en las actas computadas hasta el momento en la presidencia municipal, (por lo que está en el aire el triunfo para Javier González Mocken, de Morena, o para Armando Cabada, el candidato independiente y alcalde con licencia) y la sindicatura de ese municipio.

Morena-PT-PES obtuvo 10 de las diputaciones de mayoría. El PAN alcanzó 11, y quizá se quede solamente con una de representación proporcional (para quedar con 12) debido a la cláusula de sobrerrepresentación -ningún partido podrá rebasar en 8 puntos el número de diputados, respecto de la votación obtenida- cosa semejante que le puede ocurrir a Morena y quedarse sólo con un diputado plurinominal por la misma razón e integrar un grupo parlamentario de 11 diputados.

Así, es probable que el PRI le caigan, como si fueran de regalo, entre 4 o 5 diputaciones, debido a que el PRD y PES están en la posibilidad de no alcanzar el 3% de la votación necesaria para acceder a las plurinominales.

Finalmente, en caso de que Morena obtenga el triunfo en Juárez, será el partido que gobierne a más chihuahuenses pues lo hará sobre el 45.62% de la población del estado.

A cambio, el PAN lo hará con un poco más del 35% de la población estatal y el resto se repartirá en el resto de partidos y del triunfador en Parral, el independiente, Alfredo Lozoya, que gobernará al 3% de la población estatal.

No hay duda, los derrotados fueron Peña Nieto y Javier Corral.

Por si hubiera duda acerca de la evaluación al gobierno local, ahí está el triunfo del PAN en la capital del estado, que ganó contundentemente en la alcaldía al obtener Maru Campos 52%, por el 26 de Fernando Tiscareño de Morena, y el 12.8 de Alejandro Domínguez, del PRI, además de ganar las cinco diputaciones locales y las dos federales.

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario