Lenguaje Totalitario

Lenguaje Totalitario 5 de noviembre de 2019

Francisco Flores Legarda

Chihuahua, Chih.

…..Otorga a los prisioneros una Luz de Libertad...

Jodorowsky

Desde el día en que el gabinete de seguridad presentó su informe de actividades el mes de octubre pasado, han sucedido cuatro actos violentos de alto impacto. Solo uno de ellos, el de Culiacán, fue resultado de la torpeza operativa y así lo reconoció el gobierno actual.

¿Cuántos errores reconocieron Fox, Calderón y Peña? Nunca tuvieron el valor de la autocrítica y de cara a los medios. Prefirieron manejarse en el mercado de silencios. Negación y mentiras ofrecieron sus genios de comunicación a los ciudadanos. 

Los otros tres eventos delictivos primero ocurrieron en Michoacán y Guerrero. Ahora, en Chihuahua, se dio una emboscada a una familia mormona, la familia LeBaron, de doble nacionalidad. Desgraciados acontecimientos en el que los difusores del lenguaje totalitario han tenido a mal aprovecharlos, mostrando y sustituyendo la parte en lugar del todo (Roland Barthes) Figura retórica a la que se le nombra metonimia.

Se trata de tres emboscadas que, a diferencia de lo sucedido en Culiacán, poco se sabe. Fuertes razones de seguridad, tal vez. Información indispensable es identificar las armas usadas y conocer su ruta de acceso al país, de dónde llegaron. Una indagatoria que el gobierno de los Estados Unidos podría aportar.

Una hipótesis de trabajo por armar. Si realmente el actual gobierno ha dejado de pactar con criminales, como se hacía en el pasado reciente, es posible que haya personas que trabajaron en el combate a la delincuencia organizada, al tiempo que simulaban, hoy pueden estar a su servicio. Esta idea no es descabellada. Ya ocurrió cuando desaparecieron la Dirección Federal de Seguridad en los ochentas. También con el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (1990), que existió hasta el año 2004, del cual algunos de sus miembros desertaron para ingresar a las filas del crimen organizado.

Estos trasvases, de personas e información, de las fuerzas de seguridad a grupos delictivos puede estar ocurriendo con la reciente desaparición de la Policía Federal, como resultado de la creación de la Guardia Nacional. Puede haber otros cambios de camiseta, de quienes operaron con doble cachucha y se encuentran fuera del servicio público. Eso se los dejo a su imaginación.

Ah, pero es muy fácil atribuir lamentables sucesos al cambio de estrategia, sobre todo de parte de los derrotados en las urnas el primero de julio de 2018 y sus rémoras de acompañamiento, que perdieron privilegios con la 4T. Hablan de naufragio cuando apenas se están sentando las bases de un cambio de dirección. Esperen, esta nave no ha partido. Se están haciendo los arreglos para que un gobierno democrático atienda a la mayor parte de ciudadanos y deje de estar al servicio de minúsculos intereses gremiales o de grupo. 

Salud y larga vida.

Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho

@profesor_F

Francisco Flores Legarda

Analista. Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de UACH

@profesor_F