Primera nota
Las confrontaciones que se abren ante el gobierno de Corral, tienen dos ring que difieren y que a la vez son el mismo. Por un lado está la Sección 8 del SNTE, que ha puesto como ring de “su lucha” a las instalaciones de los SEECH en Chihuahua y en algunas regiones.
A los pocos días de iniciar las primeras confrontaciones, el ring de la Sección 8 se extendió a las oficinas de la Secretaría de Educación y Cultura. Pocas escuelas, contadas con los dedos, se han sumado al ring de lucha procreado, artificiosamente o no, por los dirigentes de la Sección 8. Llama la atención que a tres días de iniciada la toma de SEECH en la ciudad de Chihuahua, la lucha no haya pasado a las calles.
¿Por qué razones la dirigencia de la Sección 8 no ha convocado a una marcha multitudinaria? Hay dos posibles respuestas. A) Porque quizá su fuerza de convocatoria sea limitada, porque tal vez los maestros harían un vacío a la convocatoria de una marcha llamada por una dirigencia seccional que termina enredándose en su propia soga de ilegitimidad política, de servilismo ante las operaciones sntistas que avalaron lo mismo la reforma a la Ley del ISSSTE que la reforma educativa peñanietista. B) Porque el ring de las calles fue ocupado en esos mismos días por los choferes del Vivebus, que tomaron varias avenidas el martes 18 de septiembre y que en la primera confrontación con el corralismo fallaron ante la reacción de un madrugadazo.
El corralismo mostró su mano dura y aprovecha el bono político del voto que lo apoyó electoralmente el pasado mes de junio, para exhibir las intenciones sesgadas de los choferes del Vivebús y de la CTM.
Este último es un segundo ring, del que no es parte directa la Sección 8, pero al que los dirigentes de esta Sección del SNTE, miran con mucho detenimiento para definir el paso que sigue en su estrategia. Hasta el miércoles 19 de octubre, la dirigencia de la Sección 8 no había salido a las calles, sus protestas han sido focalizadas, no se han generalizado ni extendido.
El ring desde el que lucha la Sección 8, se ha mostrado territorial y cuantitativamente disminuido. Los distanciamientos entre la dirigencia y la base sindical, son un bumerang que se regresa con saldos negativos para los hoy dirigentes. Los pequeños infartos que han ido mermando el corazón gremial y corporativo de la Sección 8 del SNTE en los últimos sexenios, llegan hoy a lo que tal vez marca un punto sin retorno.
Lo más grave del caso, es que de muchas formas, esto implica la muerte del sindicalismo magisterial que termina enredándose en sus propias traiciones a la base trabajadora.
Segunda nota
Pudiera sospecharse que el levantamiento de los choferes del Vivebús y de los dirigentes de la Sección 8, que suceden al mismo tiempo, son parte de un complot orquestado por las huestes del duartismo o del priismo que busca desestabilizar al recién asumido gobierno de Javier Corral.
Esta es una tesis conspiracionista que difícilmente puede ser comprobada. Lo que puede ir quedando claro, es que el tratamiento que le van dando los operadores de Corral a los dos asuntos, va dibujando la ruta de la mano dura.
¿Hay indicios de que el Gobierno del Estado vaya a otorgar “concesiones” a las demandas de los dirigentes de la Sección 8 o a los choferes del Vivebús-CTM? Hasta este miércoles 19 de octubre, a dos días de iniciados los conflictos, no hay indicios de concesiones para una u otra de las organizaciones corporativas.
A este respecto cabe hacer una aclaración. Manuel Arias, recién nombrado Director de los SEECH, ha referido que el pliego petitorio de la Sección 8 se compone de dos paquetes de asuntos. Por un lado, están las demandas salariales y prestacionales de los trabajadores de la educación. Por otro lado, están las intenciones de los dirigentes sntistas que piden cuotas de poder para colocar a “su gente” en los SEECH.
El mismo Manuel Arias ha puesto en claro que las demandas salariales y prestacionales de los trabajadores de la educación están garantizadas, con la salvedad de una espera de semanas o meses debido a la coyuntura de la crisis financiera en la que está sumido el Gobierno Estatal.
El asunto de las cuotas de poder para que la dirigencia de la Sección 8 lleve a “su gente” a los SEECH, parece ir quedando fuera de las negociaciones y las concesiones que pueda ir estableciendo el corralismo ante la contraparte. Por lo pronto, la mano dura del corralismo se va mostrando a cada paso, aunque las estrategias políticas de unos u otros, pueden ir cambiando en los movimientos de las piezas que se acomodan en el tablero del ajedrez político en Chihuahua.
Tercera nota
Hay otro territorio que en la batalla por los SEECH va dibujando la fuerza y las demarcaciones en los avances o retrocesos de los oponentes. Son las redes sociales y los medios de comunicación (el canal 28, los periódicos impresos y digitales, y la radio). Quien va mostrando posiciones de mayor fuerza en este otro espacio confrontacional, es el gobierno de Javier Corral.
Durante el reciente Congreso Seccional en el cual quedó electa la maestra Rosa María Hernández, el anterior dirigente de la Sección 8, Alejandro Villarreal, mencionó ante los delegados, que no se hiciera caso de las redes sociales, que la información ahí transmitida estaba desvirtuada o era falsa. Pero lo que se observa en el fondo de esta aseveración de Villarreal, es un talón de Aquiles del SNTE.
Las redes sociales, junto con el canal 28, se han convertido en dos puntos clave en la lucha del corralismo ante la Sección 8. Hasta el momento, este territorio, que fue uno de los ejes de la campaña de la candidatura de Corral al Gobierno del Estado, parece convertirse en un espacio estratégico para descalificar a la postura de los dirigentes del sindicato magisterial y apuntalar los nombramientos clave en los SEECH, al mando de profesor Manuel Arias.
Cuarta nota
La misma Sección 8 del SNTE se va mostrando debilitada a partir de los efectos de la reforma educativa peñanietista. Parece ser “una sopa de su propio chocolate”, amargo, muy amargo.
De los más de 200 comisionados que la Sección 8 llegó a tener en gobiernos pasados, el número se reduce a dos cifras. Se habla de solo diez comisionados que se le permitirán a la Sección 8, diez maestros que quedarían liberados de sus grupos para dedicarse solo al trabajo político-sindical. Los otros cuarenta y cinco integrantes del Comité Ejecutivo Seccional, tendrían que trabajar en sus respectivos espacios laborales, como maestros, directores, etc., y a contraturno atender sus ocupaciones sindicales. El trabajo se multiplica y las prebendas sindicalistas disminuyen.
No queda claro si los comisionados serían 10 o quizá un poco más. En el libro “Los socios de Elba Esther”, Ricardo Rapahel afirma que en la década de 1990 el ejército de comisionados elbistas se componía de 90 mil maestros, a los que en las redes sociales se les ha referido de manera irónica como los “prófugos del gis y el borrador”. Ese ejército de comisionados constituyó la última fase del corporativismo sntista. Los comisionados que lo mismo atendían asuntos partidistas, sindicalistas, o de cualquier otra índole no educativa, son hoy disminuidas hordas de activistas del SNTE que operan con limitaciones.
Junto a lo anterior, tiene lugar el paulatino desmantelamiento del poder del sindicato de maestros, para ofrecer a sus muy cercanos allegados zanahorias de retribución por sus servicios prestados a la organización. Van desapareciendo las plazas, las comisiones y los cambios que ofrecer a la manera de componendas o de premios.
De hecho, los nombramientos en los SEECH tienen que ver directamente con el poder de la dirigencia de la Sección 8 para tener, o no tener, zanahorias que ofrecer a los militantes de su corporativismo en desquebrajamiento. Si se otorgan posiciones de poder en los SEECH a la dirigencia de la 8 y se les conceden prebendas, lo que queda de estas zanahorias corporativistas podría persistir de alguna forma. Si no se otorgan posiciones de poder a la Sección 8, estas zanahorias quedarían disminuidas casi a grado cero. Los maestros que sirven a los intereses de la dirigencia de la sección ocho, lo hacen de manera pragmática, “dando y dando pajarito volando”. Al acabarse las zanahorias por ofrecer, se achica el poder de la Sección 8.
Es obvio que a partir de la puesta en práctica de la reforma educativa peñanietista, está en juego el poder corporativista del SNTE. La lucha por los SEECH es una batalla clave para darle al Gobierno del Estado, con mayor o menor poder, la rectoría de la educación. Aunque al sindicato de maestros aún le quedan cartas por jugar, con los diputados panalistas en el Congreso Local y a partir de los amarres que puedan darse en la coyuntura electoral del 2018.
El SNTE aún respira sin resollar, sin mostrar los síntomas de un quiebre definitivo. No hay duda de que la creación del PANAL, operada tras la retirada de Gordillo del PRI durante el sexenio de Fox, ha sido un punto capital para la vitalidad política del SNTE. Una pregunta va quedando pendiente por responder, ¿dónde se ubica la sección 42 en esta coyuntura de confrontación magisterial?...
Quinta nota
Es obvio que hay una alianza de Corral con una parte de la izquierda magisterial. El profesor Manuel Arias, la maestra Alma Gómez Caballero y los integrantes de RESISSSTE e Insurgencia Magisterial, son parte de esa alianza. Algunos medios electrónicos e impresos han referido que se pretende entregar los SEECH a los integrantes del RESISSSTE o de Morena.
Ese argumento es un dardo envenenado para golpear al gobierno de Javier Corral. Aún no hay indicios de que la izquierda magisterial vaya a copar los puestos en SEECH, falta por ver los perfiles de la gente que el gobierno de Corral propone para ocupar los espacios de mando en este departamento. La lucha por los SEECH va siendo trazada por batallas impregnadas de verdades a medias e intrigas, de justicias y transparencias que todavía no llegan a plenitud. Pero eso es solo una parte de un problema mucho mayor, el problema general de la educación como motor de desarrollo social. Las confrontaciones por el control de SEECH son la primera página de una tarea mayor para el proyecto educativo del gobierno de Javier Corral.
Colofón
La lucha es cuerpo a cuerpo y parece que se prolongará por los días siguientes. ¿A qué le apuesta el gobierno de Corral? A ir ganando la batalla en las redes sociales y en los medios de comunicación masiva (sobre todo el canal 28) para descalificar a la postura corporativa de la dirigencia de la Sección 8, que reclama espacios de poder en SEECH más que cualquier otra cosa. Al posible alargamiento del conflicto para disminuir la presencia y la fuerza de la dirigencia sindical de la octava.
Al bono ciudadano que por lo pronto va otorgando un respaldo a la postura del corralismo. ¿A qué le apuesta la dirigencia de la Sección 8? A activar lo que les queda de fuerza ante la base trabajadora, a incentivar a sus activos y ganar adeptos entre los no convencidos. A una lucha de resistencias acotadas, territorial y numéricamente. Esta estrategia, por lo pronto se va dibujando como una guerra de guerrillas, que aún no logra convocar a las masas, pero que en algún momento quizá pueda hacerlo…