Chihuahua, Chih.
“No es lo que tenemos, sino lo que
disfrutamos lo que constituye nuestra abundancia”.
Epicuro
El ser humano es un individuo complejo y es precisamente a causa de esto que se encuentra en una búsqueda constante de fines que permitan generar un enriquecimiento y desarrollo en sus personas, según el autor que decidamos analizar tendremos un enfoque diferente sobre cuál de todas las búsquedas que se realizan es la más significativa y relevante para el hombre. En lo que a mí respecta la búsqueda perpetua de las personas erradica principalmente en la felicidad; pero, ¿Qué es la felicidad?
La búsqueda de la felicidad ha conducido al hombre a una evolución, así que es innegable decir que la felicidad es algo que todo ser humano necesita tener presente en su vida, aunque ¿Cuál es la razón exacta de esta necesidad?, De acuerdo con Aristóteles, son tres tipos de bienes los que existen: los exteriores, los del alma y en los del cuerpo, pues bien el fin de la felicidad se encuentra incluidos entre los bienes del alma y no entre los exteriores; esto debido a que si se enfocara en los exteriores, la felicidad solo estaría basada en los superficial y la forma de actuar del ser humano no importaría para que este fuera feliz. Es por esto que el filósofo concuerda con la creencia que se tiene, de que el hombre feliz es el que además de vivir bien, obra de igual manera.
Si nos remontamos a antecesores de Aristóteles podemos encontrar que Sócrates, sustentaba que la felicidad es el objetivo principal de nuestra existencia, ya que consideraba que hacemos bien tratando de lograr ser felices, pero fallamos si tratamos de conseguirlo a costa de lo que sea. La felicidad que se alcanza mediante el engaño o produciendo sufrimiento el prójimo es repudiable e indigna. Solo la felicidad que se alcanza por un camino rectó o a través de la vía de la virtud es digna de ser disfrutada con plenitud, es así como solo la sabiduría y el conocimiento nos permitirá transitar por el camino de la rectitud que conducirá hacia la felicidad.
Existen otros filósofos que pueden no ser tan conocidos en el extenso mundo de la filosofía, que su fama escasa no hace justicia a sus aportaciones e intelecto, tal es el caso de Epicuro en donde sus obras destacan aspectos como la vida, la ética y por supuesto la felicidad; sin embargo, no consiguió trascender a la mayoría de los individuos en nuestros días.
Desde su perspectiva concede a la filosofía como una herramienta o instrumento al servicio de la vida de las personas y que el conocimiento por sí mismo no tiene ninguna utilidad si no es empleado para la búsqueda de la felicidad.
Aquí es donde podemos resaltar un principio filosófico muy característico de la corriente estoica presente en el pensar de Epicuro y es; la ataraxia, estado ideal al que llega el sabio a través del cual se encuentra el bienestar corporal y espíritu, y con esto se obtiene la tranquilidad de ánimo.
Si bien la ataraxia es un pilar importante para el pensamiento de Epicuro, su fundamento principal, su núcleo, es llamado tetra fármaco o cuatro remedios. Según Epicuro los factores que determinan la felicidad son dos el placer y el dolor, uno nos acerca a nuestra meta y el otro nos aleja de ella, así que en la acumulación de placeres (no carnales, ya que estos son efímeros) el placer es el bien primero; es el comienzo de toda preferencia y de toda aversión; es la ausencia del dolor en el cuerpo y la inquietud en el alma. Y la erradicación de dolores y miedos (el miedo a los dioses, el miedo a la muerte, el miedo al dolor y el miedo al fracaso en la búsqueda del bien) encontramos la clave para ser felices, de hecho si logramos esto último seremos felices aunque no tengamos demasiados placeres acumulados.
Así pues, podemos sintetizar lo mencionado con anterioridad en: “no temas a los dioses, no temas a la muerte; lo placentero es fácil de conseguir, lo doloroso es fácil de soportar”.
Ser feliz, entonces, es ser capaz de probar nuestra fuerza vital, mediante la superación de adversidades y la creación de modos originales de vivir.
Ahora, en cuanto a mi percepción de qué es la felicidad está apegada en gran parte a lo que Epicuro nos decía, y no es que me disgusten las otras percepciones que señalé o las muchas otras que hay acerca de ella, pero siento que es muy completa e interesante de analizar, en especial la parte de la ataraxia y los cuatro remedios, los cuales siento deberían practicarse más en nuestro día a día y tener mayor difusión, quizás de ese modo dejemos de mirar la vida como algo asfixiante, o algo difícil de hacer y sobrellevar, pero destacando que la división entre lo complejo y lo simple es dependiente y apegado a las situaciones, haciendo con ello mención de un autor contemporáneo Fernando Savater quien nos señala en su obra Ética para Amador que en realidad no podemos huir de la complejidad ya que la vida por su propia naturaleza es algo complejo, pero que depende a su vez de la situación, ya que el simplificador más grande que existió, es la muerte.
Se nos fue un grande. Miguel León-Portilla. Ojalá nos mandara en donde se encuentre, un poema de sus grandes amigos poetas que ya trascendieron.
Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho.
@profesor_F
Francisco Flores Legarda
Analista. Profesor por Oposición de la Facultad de Derecho de UACH
@profesor_F