Chihuahua, Chih.
En tanto decenas de trabajadores del sector salud protestan, hasta en la caseta de la carretera Chihuahua-Cuauhtémoc, debido a que no les han pagado el bono navideño, como parte de las prestaciones a que tienen derecho; los diputados locales, con ingresos superiores a los 100 mil pesos, recibirán un bono “de productividad” por mil 700 pesos.
Y lo recibirán, independientemente del número de inasistencias que hayan tenido a lo largo de los últimos tres meses.
¿En razón de qué existe un bono de productividad para los diputados locales? ¿Cuáles son los parámetros con los que se mide su rendimiento laboral? ¿Existen? ¿Cuál es la autoridad que puede calificar el desempeño de un legislador?
¿Se imaginan al Secretario Administrativo del Congreso -en teoría subordinado de los diputados- evaluándolos, los que, por otra parte, también teóricamente, son los representantes del pueblo de Chihuahua?
No, nadie, ninguna autoridad administrativa tiene facultades para hacerlo. Por una razón, porque entonces esa autoridad podría ejercer el control, a través de las prebendas económicas, sobre los diputados.
¿Entonces, porque reciben ese bono? ¡Ah, po’s porque pueden! Porque se trata de recibir dinero, sin importar el origen, ni la explicación racional; porque forma parte de los inmensos y desconocidos privilegios que gozan quienes llegan a esas posiciones.
¿Ha renunciado algún legislador a tal prebenda, propia de los trabajadores de base, creada precisamente para compensar sus bajos salarios y que, inexplicablemente, se les extiende a los diputados?
En tanto, los trabajadores del sector salud debieron recurrir a la toma de la caseta de Cuauhtémoc para hacerse oír por la autoridad estatal, con el fin de que les sea entregado el bono navideño.
Existe un agravante, cometida por el gobierno estatal: Resulta que para una parte de esos trabajadores, el bono tiene origen en los recursos federales, es decir, que los recursos empleados para ello están etiquetados, que el gobierno federal sí se los entregó al gobierno estatal y éste, no hay otra explicación, los ¡“jineteó”!
Y ese sí que es un enorme problema para el gobierno estatal pues en la revisión de la cuenta pública, realizada por la Auditoría Superior de la Federación, le pueden fincar cargos, hasta penales, a los funcionarios del estado que realizaron tan ilegal transferencia.
Enerva la insensibilidad de los gobernantes locales. A más de 8 mil trabajadores no les han entregado ¡los vales de despensa!, que para éstos son absolutamente indispensables; además, tampoco les han entregado el bono sexenal, ni el bono navideño que es una de las prestaciones más esperadas por ellos pues ronda en los 12 mil pesos.
Basta con escudriñar un poquito y brotan las irregularidades.
Una parte de los trabajadores del Instituto Chihuahuense de la Salud (Ichisal), acudió a trabajar con ropa casual, en protesta por la falta de uniformes que desde hace más de dos años no se les han renovado.
Ante las protestas, el sábado, el Secretario de Salud, Jesús Enrique Grajeda, afirmó que serían entregados “a la brevedad”.
¿Y si no hubieran protestado los pocos trabajadores que lo hicieron, incluso en contra de sus dirigentes sindicales?
¿Porqué deben recurrir a estas acciones los empleados a fin de que les entreguen las prestaciones a que tienen derecho?
Más aún ¿Con qué derecho pueden, las autoridades estatales, “jinetear” un dinero que le pertenece a los trabajadores?
¡Ah, pero eso sí, el dirigente sindical, Pablo Serna, salió a informar a sus representados “que los vales se les entregarán en su totalidad, pero que no será posible antes del 24 de diciembre”!
En tanto, háganle como quieran.
¡Cuánta insensibilidad!
Por desgracia, así cerramos el año, ojalá la Cuarta Transformación sirva para cambiar estas cosas y otras muchas más.
Así lo esperamos; por ello, les deseo lo mejor para el próximo año, 2019, y que disfruten estas fiestas navideñas y de fin de año.
Muchas gracias, buen día.
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