Chihuahua, Chih.
La chihuahuense Ekaterina Porras quien, además, posee la nacionalidad rusa, fundadora de la organización no gubernamental ‘Do Bold’, en este mes fue galardonada con el premio «We are together», que el gobierno ruso entrega a las personas y a las organizaciones que se destacan en la defensa de los derechos humanos en cualquier lugar del planeta.
En el caso de Ekaterina, el premio fue otorgado por su defensa en uno de los temas que menos atención reciben en Europa y América que es el de la trata de personas, efectuado por traficantes que se dedican a sacar de sus países de origen, la mayor parte de las ocasiones con engaños, especialmente de Africa, para ‘venderlas’ o ‘rentarlas’ en los países árabes en los que las dedican a trabajos domésticos, prostitución o en las tareas que más esfuerzo físico requieren.
Por supuesto que todo ello sin el menor respeto a sus derechos más elementales.
Jamás regresan a sus lugares de origen y sus familias nunca más vuelven a saber de ellas.
Ekaterina y su organización se dedican a defender a esas personas, a asesorarlas legalmente y a contribuir a su regreso.
Con motivo de tal premiación, reproducimos el discurso emitido por ella en tal ocasión.
“Por creer en la justicia social y en la construcción de un mundo donde la igualdad y la dignidad sean derechos universales”
«Con gran emoción y orgullo comparto que he sido una de las laureadas del prestigioso premio internacional "We Are Together 2024", en la categoría de Igualdad de Oportunidades y Justicia Social.
Este reconocimiento se otorga a personas y organizaciones que han tenido un impacto transformador en sus comunidades, y fui seleccionada entre más de 1,000 candidaturas de diferentes partes del mundo.
Este premio reconoce el trabajo de la organización no gubernamental (ONG) Do Bold que fundé en 2013, la cual está dedicada a defender los derechos de los trabajadores migrantes en los países del Golfo Pérsico.
Esta misión, profundamente arraigada en mi compromiso con la justicia social, ha buscado proteger y empoderar a una de las comunidades más vulnerables en la región.
Este logro tiene un significado doble para mí. Profesionalmente, es un reconocimiento a más de una década de trabajo incansable en favor de los derechos humanos y la igualdad.
Pero, además, en un plano personal, recibir este galardón en Rusia tiene un significado muy especial: mi padre, Héctor Porras, un mexicano comprometido con la conservación y gestión del agua, estudió en este país, y mi madre Svetlana Sivolobova, era originaria de Rusia.
Este premio conecta mis raíces mexicanas y rusas, y simboliza la unión de culturas y valores que han inspirado mi vida.
La ceremonia de premiación, que tuvo lugar en Moscú y fue inaugurada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reafirma mi convicción de que el cambio y el impacto positivo trascienden fronteras.
Como mujer mexicana, este premio simboliza no solo mi esfuerzo individual, sino también el de todas las personas que creen en la justicia social y en la construcción de un mundo donde la igualdad y la dignidad sean derechos universales.
Compartir esta noticia en México es fundamental porque deseo inspirar a más personas, especialmente mujeres y jóvenes, a tomar acción y perseguir sus sueños de un mundo mejor.
Agradezco a todas las personas que han apoyado esta misión desde sus inicios, así como a las comunidades que han confiado en este proyecto.
Este premio no es solo mío, sino de todas y todos los que creen que juntos podemos construir un futuro más inclusivo y justo».
Ekaterina Porras Sivolobova