Chihuahua, Chih.
Este 15 de mayo celebramos el Día del Maestro en medio de una crisis sanitaria provocada por la pandemia por COVID-19.
Es una situación extraña: un virulento patógeno tomó por sorpresa a la humanidad y la condujo al confinamiento como no se vivió en mucho tiempo porque fue la manera de hacer frente a un problema de salud, que ya se había anunciado y para el cual, sin embargo, no estábamos preparados. una proporción significativa de la actividad humana se paralizó y lo que deviene es una nueva realidad; desde visiones opuestas, se habla del surgimiento del capitalismo digital y de la emergencia de condiciones que preparan la vida social de una sociedad con perfiles justicieros, que pudiera acercarla a una sociedad postcapitalista con perspectiva socialista.
Como sea, la humanidad ahora camina por senderos inéditos.
En la incertidumbre impuesta, el trabajo magisterial se vio frente al hecho de laborar haciendo uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
De pronto, una labor que demanda cercanía y trato estrecho con alumnos y padres de familia, se vio ante el hecho desconcertante de tener que hacerlo a distancia en un momento difícil por el avance del ciclo escolar.
El gobierno mexicano respondió con el programa Aprende en Casa y maestros, directivos y supervisores se vieron no sólo frente a la televisión y la radio sino a equipos de cómputo, lidiando con programas como google classroom y zoom de erick yuan, con 122 millones de dólares de ganancias, este último, en los primeros tres meses de 2020.
Quiero decir que cuando uso el verbo “lidiar”, lo digo en el sentido literal del término, como se define en el diccionario: “luchar o reñir con alguien para conseguir algo, o enfrentarse a algo o a alguien que resulta molesto, desagradable o problemático.”
Con mayor o menor entusiasmo, la docencia viró brutalmente a la tecnología, como también sucedió con los padres de familia, quienes han debido encarar junto a sus hijos el canijo problema del aprendizaje.
Por supuesto, la compleja gama de procesos y circunstancias que brotaron, al igual que el brote epidémico, deberán ser materia de intenso análisis. Por ahora, maestros y maestras deberían enfocar un esfuerzo al examen del impacto laboral que significa el viraje a la digitalización, en lo que se supone el SNTE y la CNTE desde sus respectivas ópticas deberán marcar pautas de estudio.
En adelanto se puede decir que el docente se encontró con el teletrabajo, lo cual tarde o temprano habrá de generar un amplio debate respecto a sus consecuencias en las condiciones generales de trabajo y por ende en el contrato colectivo, en tanto, lo que ahora es una contingencia que se piensa temporal, podría convertirse en parte de la cotidianidad en esta nueva realidad.
Cómo asumir el teletrabajo en la vida educativa y qué consecuencias conlleva como modalidad, es un asunto que deberá plasmarse en la agenda laboral. No es común que el desgaste laboral forme parte de la discusión sindical, centrada generalmente en el tema salarial, sin embargo, ya va llegando el tiempo de incluirlo.
Feliz Día del Maestro.
