Cual nota de sociales participando en un evento de familia pudiente, pudiéramos decir con sarcasmo que existe un gran regocijo por parte del sector laboral por el anunciado incremento al salario mínimo, lo cual sin duda representará un importante apoyo para millones de familias mexicanas ante los incrementos que ha sufrido la canasta básica.
Ante el acuerdo del Consejo de representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, votado por unanimidad, el incremento será de 3.9%, 7 pesos más al día, lo cual representa elevar el monto a 80.04 pesos a partir del 1 de enero del 2017.
¡Para Ripley!, durante todo el año no hubo incrementos al salario mínimo a pesar de la avalancha de aumentos derivados de la subida de los combustibles y a la energía eléctrica. El ridículo argumento que esgrime la comisión del porqué no hubo incrementos al salario parece una burla, ya que según el consejo, fue porque “se presentaron diversos acontecimientos económicos” donde destacan el abandono de los británicos a la Unión Europea, las expectativas de regularización de la política monetaria en los Estados Unidos, así como el resultado de las elecciones en el vecino país del norte.
Qué pobreza de argumentos. Según las últimas estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), hay en México seis millones 880 mil 693 trabajadores que perciben el salario mínimo. Estamos hablando de más de seis millones de familias que reciben este ingreso para su subsistencia.
En el siguiente rango, los trabajadores que perciben alrededor de dos salarios mínimos suman 19 millones 725 mil en todo el país.
También el propio INEGI informa que existen en México 50 millones 734 mil 656 trabajadores, por lo que podemos determinar que la mitad de éstos perciben entre uno y dos salarios mínimos.
Por otro lado, el presidente de la República recibe un salario equivalente a 118 salarios mínimos por día, cada uno de los senadores reciben 76 salarios mínimos diarios, los diputados federales reciben 56.7 salarios mínimos al día y paradójicamente, el responsable de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, el encargado de fijar el monto del salario mínimo para los trabajadores en nuestro país, Basilio González Núñez, percibe alrededor de 70 salarios mínimos al día.
¿Dónde queda el mandato constitucional de que el salario mínimo debe ser justo, equitativo y suficiente para que una familia pueda cubrir sus necesidades básicas de alimentación, vestido y sustento?
No se justifica la permanencia de la Comisión Nacional del Salario Mínimo, este órgano al cual los legisladores federales deberían de ponerle atención, sin embargo de 500 diputados en el Congreso de la Unión, ninguno se interesa por revisar qué hace la CONASAMI. Ridículo y una burla para todos los trabajadores representa este organismo que está lejos de acatar el mandato para el que fue creado.
Además, se supone que desde el 5 de diciembre del 2014 se inició el procedimiento para desindexar el salario mínimo como unidad de cuenta en el orden jurídico nacional, ya que ante la imposibilidad de lograr aumentos que cumplan el orden constitucional por las disposiciones legales que toman como referencia el salario mínimo para actualizar los saldos de los créditos otorgados a los trabadores por parte del INFONAVIT, FOVISSSTE y otras instituciones federales, incrementar el salario mínimo perjudicaría grandemente a los usuarios de esos créditos al ver incrementado su saldo y el monto de sus pagos, así como también en algunos estados como el nuestro donde las multas e infracciones de Vialidad son en base al salario mínimo.
Vencidos los tiempos, el plazo establecido para que los trabajadores mexicanos puedan gozar de un salario mínimo que cumpla con el requisito de cubrir las necesidades básicas de una familia quedó establecido para el mes de agosto del año próximo.
Cómo ve, amigo lector… ¿les creemos?
Correo: [email protected]