Chihuahua, Chih.
Irán, probablemente, a la cárcel, algunos funcionarios menores, quizá, en el mejor de los casos y contrariamente a lo ocurrido en el actual sexenio, algún funcionario de mediano nivel, pero el esquema general de la política migratoria instrumentada por el actual gobierno se mantendrá y esa es la principal responsable de la tragedia ocurrida en el centro de detención en Juárez y seguirán presentándose episodios como el de que ahora nos dolemos.
Es un completo compendio de lo que no debe hacerse en esta materia:
Se debería practicar una política migratoria propia, que embonara con los intereses de los países de la región y no solamente atendiendo las necesidades de la potencia norteña.
Debería ser una que atienda, en primerísimo lugar, el respeto a los derechos humanos de todas las personas, de cualesquier nacionalidad, y con pleno apego a la legalidad vigente, incluida, por supuesto, las del Derecho Internacional, a las que México se ha suscrito.
Y se deberá asumir la responsabilidad sobre los hechos del centro de detención de Juárez.
Nada de eso se ha hecho en el país, en el presente gobierno. Se dirá que tampoco en los pasados y tendrán razón, pero eso no los exculpa de sus gravísimos errores y faltas.
El presidente Trump le exigió al presidente López Obrador que detuviera el flujo migratorio, so pena de terminar de construir el muro y/o aplicarle sanciones arancelarias a México. La Guardia Nacional se convirtió en el muro humano que intentó detener la incesante marea humana procedente del sur americano.
Además, pidió que México se convirtiera, no solo en el patio trasero norteamericano, sino en el llamado “tercer país seguro”, en donde se alojaran los ciudadanos rechazados por EU, en espera de ser admitidos como asilados políticos. El tabasqueño concedió en todo.
Luego, el presidente Biden le pidió a AMLO que esa política continuara, y aún más, sin firmar acuerdo alguno. Encima de ello, el presidente mexicano le mintió a la nación, al declarar que nunca se había formado acuerdo alguno.
En los hechos, México aceptó que los norteamericanos nos enviaran, mensualmente, 30 mil migrantes de una inmensa variedad de naciones, lo que acarreó los problemas que hemos observado y sufrido en las últimas semanas.
No es todo. El gobierno federal acordó, o aceptó, tales condiciones y le endilgó a los gobiernos municipales y estatales fronterizos el cúmulo de problemas que sobrevendrían con el ingreso masivo de migrantes en espera de la aceptación norteamericana.
Pero no solo, la política migratoria mexicana, en vigor de diciembre a la fecha, no sólo es ilegal sino tremendamente salvaje. Baste recordar los numerosos episodios en los que la Guardia Nacional, o los agentes migratorios, han golpeado y perseguido inmisericordemente a los migrantes.
Y si solo se necesitara de una evidencia de tal salvajismo, basta con recrear el modelo de instalaciones de los llamados centros de detención migratoria, son auténticas cárceles y, peor aún, con la seguridad de ellas en manos de empresas privadas.
Los migrantes no son delincuentes para ser encarcelados.
Si faltaran más elementos, ahora constatamos, en Juárez, que, tanto el personal de seguridad, como el migratorio, no están capacitados para atender a los migrantes.
Faltaban las cerezas del pastel: El increíble deslinde de todas las autoridades, ninguna tiene la responsabilidad; ni el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López; ni el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, vamos, ni el Gral Garduño, Director del Instituto Nacional de Migración (INM).
Ah! Es que los dos primeros están ocupados en su verdadero oficio, el de corcholatas, pues el primero es el responsable, legal, tanto de la política migratoria, como del INM, pero al segundo el presidente le encargó que se hiciera cargo de la “política integral de la política migratoria” y tanto uno como el otro se echaron la pelotita y Ebrard se la adjudicó a Garduño.
No es todo, el representante del gobierno federal en Chihuahua, para deslindarse de sus responsabilidades se las achacó al alcalde Pérez Cuéllar. Qué cosas!
Y para que no hubiera problemas político electorales, el presidente ya le encargó a una nueva funcionaria, ahora de la seguridad pública, Rosa Isela Rodríguez, que diera conocer la versión oficial completa del gobierno mexicano en la tarde de ayer.
Todo, porque el presidente sólo piensa en la elección del 2024 y Caro lo está pagando ahora. Ya tiene su tragedia emblemática del sexenio, el 27 A.M., la tragedia de los migrantes en Juárez.
Bueno, hasta la ex primera ministra, de derecha, Angela Merkel, aplicó una política migratoria más humana. Decidió recibir con los brazos abiertos a los migrantes y exigir del resto de las naciones un acuerdo compartido de responsabilidades en la materia.
Quién lo diría…
*Image, pintura de Alfredo Espinosa "MIgrantes en el infierno"
*Columna de Plata-APCJ: 2008, 2015, 2017 y 2022
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