Uno pensaría que hay temas que han sido superados, que al menos en el discurso nadie que no fuera un necio podría oponerse a ellos por ser asuntos tan claramente necesarios para la vida armónica de una sociedad inclusiva, pensaríamos que el único problema ya no sería el consenso de su beneficio, sino cómo convertirlos en tangibles. Pero la real...