Chihuahua, Chih.

Luego de la incursión de los productores agropecuarios al Congreso del Estado, cuando pretendían los legisladores aprobar el presupuesto del gobierno estatal para el 2018, se ha desatado una curiosa carretada de descalificaciones, además de varias denuncias de todo tipo, incluidas las de corte electoral, en contra del dirigente Heraclio (Yaco) Rodríguez, a consecuencia del enfrentamiento escenificado entre algunos diputados, personal de seguridad y campesinos el jueves anterior.

Las demoledoras críticas del mundo de la política a los manifestantes contrasta con lo apreciado en las redes sociales. En ellas, la descalificación y hasta los insultos a los diputados son avasallantes . Ello refleja lo lejano que se encuentran los integrantes de la clase política del resto de la sociedad.

En primer lugar, los dirigentes parlamentarios, sabedores de las protestas que se generarían por la aprobación del paquete presupuestario destinado al campo, cambiaron inusitadamente la hora de inicio de la sesión: ¡La programaron a las 7 de la mañana, en lugar de la tradicional 11 de la mañana!

De entrada, y no se batalla para entenderlo, los diputados no querían a ciudadanos oponiéndose a sus decisiones, trascendentales en el caso de decenas de miles de productores agropecuarios.

Pero lo que ha trascendido es la “agresión” sufrida por la diputada Isela Torres a manos, supuestamente, de los campesinos, hecho que se ha transformado, ahora, en que Yaco Rordíguez es el autor de tal agresión.

Evidentemente que nadie estará de acuerdo en que las manifestaciones de rechazo a leyes o actos de gobierno deban recurrir a acciones como la de tomar la tribuna del Congreso del Estado, pero la clase política ha desestimado todos los vínculos con la sociedad, especialmente con la organizada, y más con la claramente opositora.

Igualmente deplorables son las acciones violentas, cualesquiera que sea su procedencia.

En los hechos del pasado jueves hay uno que se ha dejado de lado, aquí se los mostramos: Luego de que 2-3 campesinos saltaran la barda que divide al público de la sala de sesiones, la diputada Torres, cuya curul se ubica en la última hilera, es decir la más cercana a esos lugares , se levantó e invitó al diputado panista Miguel La Torre, a Miguel Vallejo, de Movimiento Ciudadano, y a Rocío Sáenz, del PRI, a enlazarse de los brazos para impedirles a los manifestantes el acceso a la tribuna.

Así lo hicieron, pero un campesino se lanzó contra ellos, empujó a la diputada Torres, que casi cae, atraviesa la valla de diputados y debió recular, ya enfilado a la tribuna del Congreso, porque la legisladora, repuesta del empujón, se lanzó contra el campesino. Luego se armó el zipizape, con el lanzamiento de algunos golpes, muchos empujones y más gritos, sin más consecuencias, afortunadamente.

Tales hechos, reforzados, además, por los guardias del Congreso, tenían la intención de impedirles, por la fuerza, el acceso de los campesinos a la tribuna, incluso con episodios de enfrentamientos entre los guardias y los campesinos a fin de que éstos no accedieran al pódium ¿Qué caso tenía oponer esa resistencia? ¿Qué caso oponerse a esos hechos si la mayoría de los diputados ya se habían retirado ante los hechos?

Más allá de la crítica que debieran recibir todos los hechos alrededor de la protesta y sus causas, el episodio no debiera merecer más comentarios, pero como ya estamos en campaña, llegan al extremo de que el PAN acusó a Morena ¡De actos anticipados de campaña, en contra de Morena!

¡Híjole!

Además, el PRI estatal presentó una denuncia ante la Comisión de Derechos Humanos por violación política cometida en contra de la diputada Torres. Habría que recordarles a los diputados del PRI, a la dirigencia estatal de ese partido y sus asesores que tales violaciones se denuncian en la CEDH ¡Cuando son cometidas por funcionarios públicos y no por simples ciudadanos que se oponen a sus actos de gobierno!

Para la mejor información de los chihuahuenses, aquí les dejamos la galería de fotos de tales hechos, tomadas del video publicado por el portal Vivir en Chihuahua.