Chihuahua, Chih.
Vendrán tiempos mejores, esa es una premisa del autor que escribe estas mismas líneas. Misma premisa que comparte al igual que muchas otras personas alrededor del mundo, las cuáles se encuentran esperanzadas y buscan cada día sobrellevar, afrontar y superar las distintas adversidades, retos y dificultades derivadas de una pandemia mortal; la más grave de la humanidad en poco más de un siglo.
Es un hecho inequívoco que la resiliencia se encuentra en todas partes, misma que prolifera principalmente en circunstancias como las actuales. Considero que no hay que salir demasiado de nuestro hogar para darnos cuenta de que la misma se puede encontrar en cualquier otra parte del mundo y a la vuelta de cada esquina que lo compone.
Cada uno de nosotros resiste y sobrelleva la situación a su manera.
Lamentablemente debo decir que considero al igual que muchos, que quizá todos o la gran mayoría de nosotros conocemos de alguien que haya fallecido o haya resultado contagiado a causa de este patógeno.
A esta escala, las probabilidades de dar a positivo son enormes y más en una nación donde la gran mayoría de sus habitantes están careciendo de medidas efectivas tales como el uso de mascarillas o el distanciamiento social.
Recuerdo que hace tan solo unos cuántos meses falleció un antiguo cliente de la empresa en la que laboro, siempre me recibía calurosamente y con mucho afecto, recuerdo bien que su nombre era Felipe, mientras tanto un integrante de mi familia y una conocida también dieron a positivo, además también escuché testimonios provenientes de allegados, los cuales trataban acerca de personas, conocidos y seres queridos que habían resultado afectados por las condiciones desfavorables en las que nos encontramos en estos precisos instantes.
Además cabe remarcar que la política sanitaria en cualquier nación del mundo ha resultado insuficiente o en su defecto ineficiente, aún cuando hay gobiernos más responsables que otros en el manejo de la pandemia, aunado a esto sumémosle también el auge del movimiento anti-vacunación, la polarización política a nivel global y la contracción económica en gran parte de los países que componen el sistema económico global al que nos encontramos sujetos.
Y para rematar, considero que deberemos afrontar y aceptar el hecho de que la pandemia seguirá ahí incluso una vez que esté vacunada gran parte de la población mundial, ya que nos tomará años o incluso poco más de una década el rehacer nuestro estilo de vida antes de la era Covid (de otoño de 2019 hacia atrás).
En una ocasión leí un fragmento de una entrevista que sostuvo el diario El País con el cineasta estadounidense Spike Lee, mismo que se planteaba que las condiciones actuales nos harán replantear la tipificación de la Historia en dos eras: Antes del Coronavirus (A.C) y Después del Coronavirus (D.C).
Dos eras que sin duda marcarán el parteaguas del nuevo curso de la historia, lo cual corresponde a un hecho histórico sin precedentes, un evento quizá no aleatorio (en el cual el cambio climático y el tráfico de especies animales exóticas probablemente hayan contribuido a propagar esta infección) que sin duda permanecerá en la memoria de más de una persona y tan solo algún día pase desapercibido como cualquier otro evento histórico doloroso al que se haya decidido colocar en un lugar ignominioso en el enorme libro de nuestra historia, el cual se escribe día con día, y el cual hará de lado este lamentable capítulo de nuestra época cuando hayan pasado no una, si no varias decenas de generaciones que nos sucedan a los mismos que nos encontramos aquí relatando lo que vendrían a ser nuestras futuras remembranzas.
Tan solo basta recordar cómo las tragedias humanas, por más inconmensurables que parezcan en un principio, son relegadas a un papel secundario en el acontecer actual. Echar un vistazo a nuestro pasado es indispensable para poder observar con claridad nuestro futuro y porvenir; pero detenerse y mantener el índice sobre el mismo capítulo puede ser perjudicial, ya que nos impide dar aquel salto (muchas veces traumático) hacia adelante que muchas veces nos detiene a pensar y sobre todo a actuar en pro de lo venidero.
Afortunadamente los seres humanos tenemos la capacidad de poder observar hacia atrás (al menos por un tiempo determinado) para corregir lo que debe ser corregido y replantearnos nuestro lugar en el mundo; a pesar de que lamentablemente no sucede así en todos los casos y con la gran mayoría de personas.
Pero de todo esto hay algo que es indudable, y es la enorme capacidad del ser humano para adaptarse a los momentos y a las situaciones más desfavorables, poniendo bien plantados los pies en el suelo.
Solo espero que una vez pasada la catástrofe, lo cual llegará en un momento determinado desde luego, los seres humanos podamos utilizar al máximo nuestra capacidad para dar soluciones creativas a los grandes retos del presente y del mañana.
Que todas los días y todas las noches perdidas, en las cuales se evocaron sentimientos tales como la incertidumbre y la frustración proveniente de cada miembro que conforma nuestra especie humana no sean en vano.
En esta lucha contra la Covid, cabemos todos y ponemos todos y cada uno de nosotros nuestro granito de arena para construir la sociedad que queremos y necesitamos conformar.
Estoy convencido que una vez superada la crisis viral, la humanidad deberá poner énfasis en dar solución a grandes problemáticas tales como el cambio climático, la desigualdad social, la discriminación racial, la aceleración de la transición energética, la recuperación de la credibilidad y de la fe de la sociedad moderna en la democracia y en sus instituciones, la implementación de la biótica en las nuevas tecnologías y el desarrollo de plataformas virtuales apegadas a la ética social, entre otras problemáticas y temas a discutir.
Mientras tanto seguiremos resistiendo a los embates de la pandemia pero no cabizbajos, si no con la vista alzada hacia adelante.
Hemos salido de mil crisis y nos recuperamos mil y una veces más.
Twitter: @Ethantejon123