Chihuahua, Chih.

No podía tener mejor inicio la campaña presidencial del favorito de la contienda, el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. Primero, en el mejor acto jamás realizado en Juárez por una agrupación o coalición de izquierda y, luego, en la abarrotada plaza de Cuauhtémoc.

Si los asistentes en el monumento a Juárez en el antiguo Paso del Norte fueron 12, 13, 15 o 17 mil, no hace diferencia, fue un excelente acto que debe haber puesto en alerta a las dirigencias y candidaturas del resto de las fuerzas políticas en Juárez y en el estado, máxime, si la última medición de Massive Caller (29 de marzo) tiene razón, pues la distancia entre los candidatos del PAN y Morena a senadores es solamente de 6 puntos (30.6% del PAN, 24.7 de Morena y 23.1% del PRI) pues la fortaleza mostrada en la frontera demostró que puede tener mejores resultados en la elección que los pronosticados por los más optimistas del morenaje.

Y si se evalúa de mejor manera lo ocurrido en Cuauhtémoc, la “urbe de La Tarahumara”, en donde pudieron acudir entre 5 y 7 mil personas, (aunque si alguien sostiene que fueron 10 mil los asistentes no podríamos desmentirlo certeramente) bueno, pues ya puede pronosticarse una avalancha de votos a favor de los candidatos de la alianza Morena, PES y PT.

Fue una descomunal muestra de simpatía por el tabasqueño que, si se refleja en la votación por los candidatos a todos los puestos de elección, cambiará diametralmente la geometría política del occidente chihuahuense.

No deja de llamar la atención que tal cosa ocurra en la zona más devastada por la violencia en los dos últimos años y, paradójicamente, la que más activismo social haya presentado, pero no solamente en el más reciente tramo, sino a lo largo de todo el sexenio anterior.

López Obrador decidió que el acto en Juárez fuera el escaparate nacional de su campaña y enlistó una abundante y detallada enumeración de propuestas.

En algunos de los temas más polémicos, particularmente en lo referente a la construcción del aeropuerto de la Cd. de México, en la reforma educativa y la energética, asumió sus posturas iniciales.

Enfatizó que construirá dos pistas en la base aérea militar de Santa Lucía para resolver el problema de la saturación del actual aeropuerto de la Ciudad de México. “Dicho de otra forma, se suspenderá la construcción del nuevo aeropuerto en el Lago de Texcoco y, con ello, ahorraremos más de 200 mil millones de pesos”, dijo.

De frente al gobierno de Trump, reiteró que “México ni su pueblo van a ser piñata de ningún gobierno extranjero”, aunque anunció su intención de intentar convencer al mandatario norteamericano de establecer mejores relaciones.

Y lo que tanto había demandado el sector empresarial juarense, desde los tiempos de la masacre de Villas de Salvárcar, el establecimiento de una zona “franca” en la frontera norte, obligados por dos circunstancias, la de la violencia y la del desequilibrio comercial y fiscal frente a sus similares norteamericanos, lo detalló el popularmente conocido como “El Peje”, al anunciar la reducción del IVA al 8 por ciento -y de igualarlo en cada ciudad mexicana con la colindante en EU- y del ISR al 20 por ciento, además de recorrer las aduanas hacia el sur, tierra adentro, de 20 a 30 kilómetros de la línea divisoria; una reducción de impuestos especiales a la producción y servicios, para establecer tarifas y precios de gasolina y diesel, electricidad iguales a los del país vecino y el aumento, en toda la franja fronteriza, del salario mínimo al doble.

Luego, en Cuauhtémoc, anunció el establecimiento de precios de garantía para los productos del campo y reiteró que se duplicarían las pensiones a los adultos mayores, a la que tendrían derecho todos los discapacitados pobres; el establecimiento de salarios a los más de 2 millones de jóvenes sin empleo ni escuela; que se quitaría el fuero para que el presidente pueda ser juzgado y ¡Horror al crimen! anunció que cancelaría la reforma educativa.

Y si todo lo anterior impacta -e impactará- en los resultados electorales, lo mostrado en las redes sociales es aún más impresionante, la lluvia de muestras de simpatía es aplastante, así como el número de reproducciones, en Facebook, del acto en Juárez, muy cerca de las 400 mil, en tan solo el sitio oficial de Morena, aunque otros sitios y usuarios lo estuvieron haciendo en un buen número.

López Obrador, al iniciar, confirmó su condición de favorito.

Hasta el periódico El País, de España, uno de los más influyentes en Europa, da por un hecho el triunfo del tabasqueño.

Pero aún faltan largos tres meses de campaña.

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