¿Tiene orillas el cinismo de la política?

¿Tiene orillas el cinismo de la política? 9 de septiembre de 2021

Leonardo Meza Jara

Chihuahua, Chih.

I.- No es que los patos le tiren a las escopetas. Más bien, los patos nunca fueron totalmente patos y las escopetas pueden tener mojada la pólvora o quedar arrumbadas en alguno de los sótanos del desuso o el olvido. 

Cuando la política se transforma en una cacería, lo que queda flotando en el ambiente es el ruido de los disparos o los silencios que le siguen. Después de la cacería en contra de la corrupción duartista emprendida por Corral, hay que seguirle la pista a los indicios del ruido o del silencio que quedaron después de los disparos. Hay que seguir el aroma de la pólvora o de la podredumbre que quedaron flotando en el ambiente. 

Unos cargarán con el ruido a sus espaldas, con una sombra de corrupción que titulará sus biografías personales. Cargarán con el ruido que les taladra los oídos y la conciencia, y se despertarán sudorosos a las tres de la mañana creyendo que todo fue una pesadilla. 

Pero al despertar intempestivamente, tendrán los ojos suficientemente abiertos como para entender que todavía tienen llenos de lodo los zapatos. ¿Dónde podrán pisar sin dejar marcadas las huellas de suciedad que los siguen a cada paso? ¿Cómo aquietar el ruido a sus espaldas, que punza en los oídos recordándoles la historia de ruindad que los persigue?

Otros cargarán con sus silencios, y si tienen algo de vergüenza tendrán muy poco que platicarle a sus nietos de sus memorias políticas.

Callarán, pensando que detrás del acto de cerrar la boca pueden quedar sepultados los actos cometidos. Palada a palada, cavarán un hoyo en su conciencia para esconder lo que avergüenza, lo que lleva a la memoria personal y familiar al basurero de la historia. 

Pero el silencio pesa, a veces demasiado. Y los cadáveres guardados en el closet de la corrupción se apestan y desparraman su olor a kilómetros. ¿A qué huelen los cuerpos políticos de los duartistas que tratan de bañarse con el agua bendita de una dudosa inocencia? ¿Qué perfume podrá disimular el olor nauseabundo a corrupción de los duartistas que ahora se dicen víctimas?

II.- No es que los carniceros de ayer vayan a ser las reses de mañana. Los lugares que ocupan un carnicero o una res no cambian demasiado. Más bien, lo que se transforma son las maneras en que se destaza el cuerpo de corrupción de la política. 

Si la política se convierte en un territorio de cortes y destazamientos, hay que mirar la forma del cuchillo y la manera en que se desplaza sobre el cuerpo de la corrupción y la injusticia. Hay cortes obscenos que despedazan a la política, pero no la recomponen. Hay cortes finos, milimétricos, que no necesariamente tienen como objetivo combatir la corrupción y la injusticia. Hay quienes de forma desesperada tratan de destazar a la política, sin darse cuenta que se destazan a sí mismos. 

En su toma de protesta como gobernadora, María Eugenia Campos se refirió al caso de César Duarte con la frase: “Ni perdón, ni olvido…” Pero esa mención es el corte de un cuchillo sobre el aire. 

Cuando en el cielo se arremolinan las nubes negras anunciando una tromba, los habitantes de las zonas rurales del norte de México toman un cuchillo y cortan el aire para espantar la posibilidad del desastre. 

A esto se le conoce como el acto de cortar una culebra. Eso es precisamente lo que hizo Campos con su referencia al duartismo. La gobernadora electa intentó cortar la culebra de la corrupción duartista, pero ese corte es un mero ritual discursivo, el desplazamiento de un cuchillo sobre el aire, que va dejando intacto el cuerpo político de la corrupción duartista. 

Un día antes de la toma de protesta como gobernadora, el magistrado Juan Carlos Carrasco Borunda revocó los cargos y la vinculación a proceso de María Eugenia Campos por el caso de la nómina secreta (“Revoca ministro formulación y vinculación a proceso contra Maru”, El Diario de Chihuahua, 8 de septiembre de 2021). 

Días atrás, la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua decidió retirar los cargos por el otro proceso penal que se le seguía a la gobernadora (“Fiscalía Anticorrupción pide retirar proceso en contra de Maru Campos”, El Heraldo de Juárez, 2 de septiembre de 2021). Ambas jugadas jurídicas y políticas que exculpan a Campos, son un corte quirúrgico, milimétricamente diseñado. De esta forma, el poder judicial en Chihuahua terminó de colocar la alfombra roja para abrirle camino a la gobernadora hacia el Palacio de Gobierno en Chihuahua. 

En la era de los destazamientos de la corrupción política, más que seguir a los carniceros o las reses que pueden ser variables, hay que seguir los indicios de los cortes realizados. En este plano, se propone una arqueología de los cortes y los destazamientos que identifique los movimientos que están detrás del mango de un cuchillo, las maneras en que un filo se desliza sobre el cuerpo de la política para exhibir u ocultar la corrupción. 

III.- Entre los señalados por la corrupción duartista ha comenzado una competencia que fue abierta por el propio Duarte. Los imputados por la corrupción del último priismo en Chihuahua, compiten por la corona del cinismo. ¿Quién de los señalados por la corrupción duartista puede ser más temerario y avezado en su cinismo? ¿Quién gritará más fuerte que fue una víctima, que es inocente, intentando limpiar su rostro con las manos todavía manchadas de lodo? 

César Duarte emprendió una demanda contra Javier Corral y reclama un daño moral por 3 mil millones de pesos (“César Duarte demanda a Javier Corral y reclama indemnización de 3 mil mdp por daño moral”, Proceso, 17 de agosto de 2021). Alejandro Villarreal denunciará a quienes supuestamente lo persiguieron por sus operaciones financieras durante el duartismo, y reclama una reparación del daño por 165 millones de pesos (“Abogados de Alejandro Villarreal preparan demanda contra Javier Corral”, El Diario de Chihuahua, 8 de septiembre de 2021). 

Otto Valles declara que para limpiar su nombre demandará a Javier Corral por el delito de traición a la patria (“Por delito de traición a la patria, Otto Valles denuncia a Javier Corral”, El Sol de Parral, 8 de septiembre de 2021). 

Otros que intentarán deshacerse de la sombra del desprestigio por la corrupción duartista son Fernando Reyes y Cruz Pérez Cuéllar. Y la lista seguirá creciendo al paso de los días. 

En Chihuahua quedan formalmente inaugurados los juegos del cinismo entre los operadores del duartismo. Hay de aquél que no se atreva a tratar de limpiar su nombre con toneladas de cloro y detergente en una era dominada por la asepsia. Hay de aquel que no se atreva a disfrazar su podredumbre con los perfumes caros de origen europeo que venden en los centros comerciales del periférico de la Juventud en Chihuahua. Hay de aquel que permita que sus competidores puedan llegar a ser los más cínicos entre los cínicos…