Chihuahua, Chih.
Los Estados Unidos y el resto del mundo se encuentran a la expectativa de los resultados de la contienda electoral más influyente de los últimos tiempos, acontecida el pasado martes 3 de noviembre.
Por el momento los indicadores políticos, casas encuestadoras y análisis de expertos, académicos y periodistas le dan la ventaja al candidato opositor: el demócrata Joseph R. Biden Jr.
Sin embargo, la amenaza de impugnación de los resultados oficiales por parte del abanderado republicano y actual mandatario norteamericano Donald John Trump, el mismo hombre que lastimó severamente al sistema democrático estadounidense; al poner en tela de juicio la legitimidad del proceso electoral norteamericano y a prolongar la agonía que provoca esta polémica decisión en millones de espectadores en cada rincón del mundo, mientras cada país se encuentra a la expectativa de quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Cabe decir que no solo los críticos y opositores al presidente Trump nos encontramos a la espera a de una eventual victoria demócrata, también han habido republicanos, liberales, independientes, moderados, tradicionalistas e incluso trumpistas que saben y conocen el daño al tejido político, económico y social que ha provocado la coyuntura trumpista en un país cada vez más perjudicado, dividido y polarizado.
Hasta el momento el impulso que ha recibido el abanderado demócrata tras su victoria en los estados clave de Michigan y Wisconsin, así como su liderazgo a la par en dos estados con población predominantemente hispanoamericana (Nevada y Arizona), no ha limitado una posible reelección del mandatario republicano y de ser así "Estados Unidos comenzaría sus últimos días cómo democracia y finalmente cruzaría el borde del autoritarismo", tal y como lo apuntó el académico y colaborador de la publicación The Atlantic, Tom Nichols este miércoles 4 de noviembre en su artículo "A Large Portion of the Electorate Chose the Sociopath".
Mientras tanto su colega y editor en The Atlantic, Ronald Brownstein comentaba acerca de "Una guerra fría entre la América roja y azul", (04,11,2020).
A pesar de que la nación más poderosa del mundo se encuentra pasando horas oscuras, una crisis sanitaria que le ha arrebatado más de 235,000 vidas y en aumento, ha mostrado nuevamente las heridas raciales abiertas y se encuentra gobernada por un personaje incompetente, egocéntrico, polémico, incendiario y provocador, una muy probable victoria demócrata no podrá sanar cuatro años de divisiones y discursos incendiarios.
Estados Unidos cambió y nunca volverá a ser igual, Trump movió las fichas de la política estadounidense e incluso internacional y las movió a su modo, le mostró al mundo los riesgos y peligros de experimentar con una nueva manera de ver y entender el mundo, de crear política y de gobernar sin un programa definido y una ideología establecida.
El trumpismo desafortunadamente llegó para quedarse, es tiempo de actuar para evitar su propagación y evitar que un nuevo Trump llegue a tomar las riendas de la aquella populosa nación.
La moneda está en el aire y con ella cientos de sueños y esperanzas que podrían verse materializadas o arrojadas al fuego.
El destino de los estadounidenses y de los no estadounidenses pende de un hilo muy delgado.
La tragicomedia americana se encuentra en camino a cerrar el telón.