Soy alguien que canta

Soy alguien que canta 11 de noviembre de 2024

Alfredo Espinosa

Chihuahua, Chih.

1.- Quizá hago las cosas distintas a muchos otros: Yo escarbo y escarbo para abrir una ventana al cielo.

Saco de las lesiones, lecciones. De las heridas del poema, la interrogación ensangrentada, es mi corazón

Escribo para describirme y para desescribirme. 

Al fin y al cabo, toda obra es un boceto para un autorretrato. Perpeto la biografía como un atentado contra sí mismo. Y encuentro que en las profundidades de la autoexploración reside la verdad de ti mismo, es decir, el otro. Mientras más hondo caves, más te reconocerás con tus semejantes.

El río del tiempo que atraviesa mi vida, apacigua en mí el espíritu que antes se entristecía o se enfurecía por la ruin manera que hemos hecho girar el mundo.

Yo, por mi parte, fui un animal celeste y solitario que imaginó muchas vidas pero que solo atinó ser algunos quienes.

2.- Bajo estos preceptos escribí Amargo animal.

Vive intensa, plena, locamente, con las puertas abiertas y el corazón a la intemperie, mira cómo traspasa esa fragancia los espejos, y como un suspiro, el halo gélido de la muerte. Animálate con el paraíso que te cabe en la mano cuando la pones en la entrepierna del amor, viaja por los laberintos que eres, goza también el viaje de tu sosiego, ilústrate con los tonos del delirio, lee sólo aquello que se deshoje en los paisajes de la luna o en el revés de una página de agua.

Los libros son mundos para saborearse, alfabeto de la música, volutas de sándalo en tu mente, Gózalos, padécelos, Luego respira literatura, come, sueña literatura, maldícela, cógetela, retuércela, vomítala, defécala, sepúltala, ámala, quiébrale el corazón para que te hiera como nadie, y si todavía te hace volar, escríbela.

No mientas sobre lo que sabes: ante toda opresión, libérate.

Y aprendí esto: escribe con nubes tu biografía.

3.- El poeta, un ser excepcional, es también un tipo como cualquiera: de la vida sale el poema. Y la vida se carga de desdichas, precariedades económicas, trabajos estresantes, nubes tóxicas demorándose en el corazón.

Nada en el país parece promisorio. Bajo nuestros pies hay un suelo disparejo y agujerado por las fosas clandestinas; en aire sobrevuelan en vilo los desaparecidos, la vida pende de un hilo, el apocalipsis viene con la sangre hasta la crin de los caballos, una bala atraviesa el corazón de una paloma. Vivimos en la nota roja.

No. No nacimos para ser hermanos, sino para organizarnos en pandillas

El traqueteo de una AK - 47, su música letal,

rafaguea a una flor. Nadie

sabe cómo se llamaba esa muerta

Las ambulancias aúllan, la policía

acordona la zona: un bebé acribillado,

y con el tiro de gracia

Los gladiolos se abren como siempre.

4.- Ser poeta no es una voluntad; es un destino. Ser poeta no es un oficio, es un lenguaje. Es un instrumental sensitivo, una caja de herramientas para decir al mundo.

¿Quién es el Amargo animal? Otro poeta de la pinche piedra, de la experiencia, del realismo sucio, del desencanto. Un animal que ya no es la víctima en la demolición del mundo, sino uno más de la pandilla que hace agujeros en la red de agujeros.

Soy alguien que canta entre las balas.

Un hombre que conoce la derrota. Que ha visto su ego hacerse añicos. Me he decepcionado de mí mismo y he mordido el polvo.

A veces pienso que no es que yo no exista, sino que vivo en un país muerto.

Este libro se escribió en los últimos veinte años. Pasó por el río de la verdad. Atraviesa el corazón, duele y sangra. Me revela y se rebela.

Lo escribió un hombre más joven que yo, y más amargo.

En realidad, del poema no importa su trama o el estilo, sino que sorprenda y haga resplandecer una verdad que el corazón necesita.

5.- He apostado por la cultura toda la vida. No puedo vivir sin hacer arte o de intentarlo. Y he puesto a su disposición mi vida.

Los libros son productos de nuestras patologías. Si la escritura es un vicio, una enfermedad incurable, ¿por qué exigimos que nuestras obsesiones sean premiadas o reconocidas? Simplemente el poeta debe construir, como los albañiles, mundos más habitables.

¿Quién es el poeta? ¿Quién soy yo? Nada. Yo es otro de otro. Un libro rodante que a veces vuela, un animal póetico. Una honda y celeste nada. Un Amargo animal.

Sin amuleto anduve y sin antídoto

Me contenta la vida

Todo lo demás es ceniza.

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