Si en el ámbito local no se hubiese creado la legislación estatal para dar origen Sistema Estatal Anticorrupción (SEA) y se hubiese aplicado la normatividad federal, con muchas probabilidades la mayoría de quienes hoy integran Comité Ciudadano del SEA no formarían parte del mismo.
Más aún. Si para la integración de ese mismo comité hubiese prevalecido un ánimo ciudadanizado, ninguno sería parte de ese Comité, parte esencial de la apuesta del gobierno del amanecer para combatir la corrupción.
¿Pero cómo la van a combatir si desde el nacimiento de los vigiladores del ejercicio gubernamental accedieron a ese cargo merced a la decisión de nombrar a quienes fueran más asequibles al grupo gobernante?
Para empezar, y sin entrar en el problema de uno de los nombrados, el ingeniero Joaquín Treviño, de acuerdo con la norma federal, tres de los cinco integrantes del Comité Anticorrupción incumplirían los requisitos: Uno, por no contar con 35 años, René Moreno Medina; otro, su presidente, José Enríquez Tamez, por ser militante del PAN y no haberse separado de ese partido -o cualquier otro- 4 años antes de su designación en el SEA y otro, Joaquín Gilberto Treviño, por incurrir en un conflicto de interés al pertenecer a la Cámara Nacional de la Industria (CMIC) y haber sido nombrado por integrantes (dos, la vicepresidenta y una consejera) de ese organismo.
Debieron haberse excusado de participar, uno, o las otras.
¿Cómo buscar un lugar en ese organismo si para acceder ya se está cometiendo una violación legal?
Luego, las restantes dos integrantes del Comité Ciudadano, Ana Isabel Terrazas Cerros y Liliana Ochoa Ortega, por estar claramente ligadas al PAN, a sus gobernantes.
“… Ana Isabel Terrazas Cerros y Liliana Ochoa Ortega, cubren los requisitos marcados por la Ley General, aunque según sus currículums entregados a la Comisión de Selección, una es actualmente empleada de la Sindicatura de Cuauhtémoc en una administración de Acción Nacional y la otra funge como consultora de la Comisión de Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados desde el año 2016, cuando dicho organismo era encabezada por Gustavo Madero, hoy aspirante al Senado de la República”. (Nota de David Piñón, El Heraldo de Chihuahua, 18/II/18).
Sorprende, además, que en el Comité Seleccionador -designado por la mayoría panista en el Congreso del Estado- hayan encontrado lugar dos integrantes del organismo empresarial del cual más socios serán objeto de la revisión del organismo anticorrupción, la CMIC.
Por otra parte ¿Porqué razón ninguna instancia oficial, la Conapred, La Junta de Coordinación Política del Congreso, el gobierno estatal, la CEDH, alguien ha pedido la separación del cargo, o la petición para que no tome protesta el Ing. Joaquín Treviño, en virtud de las flagrantes violaciones legales cometidas en el transcurso de su presentación de la Comisión Seleccionadora, homofóbicas, discriminatorias y desconocedoras del marco legal?
Además ¿Qué esperan los integrantes de esa comisión que seleccionó a los del SEA para renunciar? Las expresiones ahora criticadas a Treviño se hicieron ante ellos y a pesar de todo lo eligieron.
De ese modo, lo tantas veces presumido, anticipado en la campaña electoral que no habría triquiñuelas, que se acabarían las maniobras para colocar en los puestos estratégicos a los propios para que les cuidaran las espaldas, quedó hecho añicos: El Comité Ciudadano del SEA es un organismo integrado por panistas y, además, cuestionado desde su origen.
¡Valiente transparencia, la del amanecer en Chihuahua!