Sin atención la violencia de género en Chihuahua

Sin atención la violencia de género en Chihuahua 15 de enero de 2022

Mariela Castro Flores

Chihuahua, Chih.

Perdonará usted que insista, pero es que los datos sobre violencia de género que arrojan las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema de Seguridad Pública deberían preocupar a cualquiera y movilizar a todas las entidades estatales que tienen competencia en abatir los dantescos registros que las mujeres en el estado, enfrentamos. 

Chihuahua encabeza a nivel nacional las cifras de violencia de género: feminicidio, violencia sexual, trata de mujeres y niñas con fines de explotación laboral y sexual, agresiones, etc. 

Los números principalmente compuestos por lo reportado en los 5 municipios donde se ha decretado la declaratoria de alerta de violencia de género aumentan exponencialmente sin que nadie en representación del gobierno estatal enfrente -ni siquiera- medianamente la situación. 

Juárez, Chihuahua, Cuauhtémoc, Hidalgo del Parral y Guadalupe y Calvo son los incluídos por su alta incidencia en delitos contra las mujeres por razones de género.

Entre las principales recomendaciones descritas en el Informe del Grupo de trabajo conformado para atender las solicitudes de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres por violencia feminicida para dichos municipios se encuentran generar vinculación interinstitucional, fortalecer habilidades y competencias de las entidades que atienden violencia, que esta, sea permanente con personal altamente calificado, que se generen mecanismos para la rendición de cuentas y que haya presupuesto para todo lo anterior, lo que involucra a los tres niveles de gobierno, municipales, estatales y federales con la activa participación de la sociedad civil experta en el tema.

Pues bien, puede sonar sencillo pero no lo es; sobre todo cuando la falta de sensibilidad y empatía ha sido la constante en la actual administración estatal en los temas de género ya que de las recomendaciones insertas en el informe no se le ha dado seguimiento ni cumplimiento a ni una sola. 

No solo no se están gestionando recursos ni cabildeando lo necesario para aumentarlos, mínimo, para sostener los que ya había, sino que se están limitando -en una lógica de ahorro- los servicios de atención a mujeres de situación de violencia extrema que requieren refugio.

Y es que en el transcurso de la semana se hizo pública la denuncia de un caso que refleja lo que otrora fue una práctica que se comenzó a normalizar recién iniciada esta administración en los Centros de Justicia: no otorgar servicio a mujeres con sus hijos e hijas en situación de riesgo extremo si no es en horario laboral. 

Así de absurdo, así de ominoso. Si antes ocasionalmente se requería el acompañamiento de alguna organización de la sociedad civil que acompañe estos casos, ahora ya es absolutamente necesario. Un sinsentido cuando el municipio y el estado tienen sus propios refugios y cuentan con recursos federales para operarlos.

O sea, si usted conoce a alguna mujer que se vea expuesta a una situación de este tipo, puede recomendar esa ruta, la mas larga y tortuosa, porque el Centro de Justicia para las Mujeres se niega sistemáticamente a atender si no son horas laborales y si lo son, somete a quien acude a largas esperas innecesarias y a enfrentarse a la violencia institucional de la revictimización ejercida por personal sin empatía ni capacitación que las agrede a las víctimas negándoles un servicio medianamente digno.

O sea, en el estado hay para sueldos sumamente onerosos para las directivas de quienes se supone deben ejercer la rectoría de la política pública de atención de la violencia de género en el estado, pero no hay para refugiar mujeres que corren peligro extremo.

Y es que cuando se trata de violencia de género, las omisiones cuestan vidas.

La ineptitud y la ineficiencia, también. Porque la buena voluntad no alcanza cuando el vórtice de la misoginia y el machismo crece y avanza.

¿Cuándo vamos a ver acciones concretas? ¿Cuándo van a importar las vidas de las mujeres? ¿Desde cuándo dejó de ser la vida, la seguridad y la salud de las mujeres lo más importante a proteger para quienes dirigen las instituciones de género en el estado? ¿Cuándo van a comenzar a trabajar considerando que las mujeres en el estado tenemos derechos humanos?

Dejo a la pregunta en el aire o más bien, hagámoslo interesante: la realizo vía transparencia y le comparto que me responden.

Veamos si el cinismo tiene cabida en un posicionamiento oficial.

@MarieLouSalomé

Mariela Castro Flores

Politóloga y analista política especialistas en género y derechos humanos.