Sencillamente, que resuelvan…

Sencillamente, que resuelvan… 11 de septiembre de 2020

Leonardo Meza Jara

Chihuahua, Chih.

I.- En la actual coyuntura en torno al problema del agua, algunos defensores del lópezobradorismo han señalado a los medios de información en el estado de Chihuahua por un supuesto manejo parcial de la información. 

Pero no se menciona la polarización que ha sido cuidadosamente inducida y cultivada por la 4T y por Morena, como estrategia de campaña para apuntalarse hacia el 2021. Incluso, hay medios periodísticos que son parte de esta estrategia de polarización, que han sido señalados como enemigos del lópezobradorismo, son los casos de: Proceso, Nexos, Letras Libres y Reforma. 

En la estrategia de polarización de la izquierda en el poder, se identifican los rasgos de un maquiavelismo. ¿En la polarización actual, cuáles son los tamaños reales del enemigo de la izquierda partidista en el poder? ¿A su vez, cuáles son los tamaños imaginarios de este enemigo, que ha sido construido discursivamente, retóricamente, desde las conferencias mañaneras, las redes sociales y algunos medios?  

En el conflicto por el agua de las presas en Chihuahua, la polarización inducida y cultivada por la 4T desde hace meses, es una variable que ha quedado invertida. 

Quienes actualmente polarizan desde Chihuahua, montados en el conflicto del agua, son los panistas y los priistas. Desde luego que el usufructo que los panistas y los priistas hacen del conflicto del agua, también tiene componentes maquiavélicos. 

Hay veces en las que el maquiavelismo se puede volver en contra de quien lo utiliza como arma y armadura política. Hay un dicho que afirma: A puñaladas iguales, llorar es cobardía. 

Los riesgos de la polarización que puede ir en contra de Morena y de la 4T, que hasta hace semanas eran latentes, se han hecho manifiestos y han tomado la forma de una amenaza, al menos en Chihuahua. En este momento, Morena y la 4T están bajo la amenaza de una polarización a la que han alimentado de manera consciente e inconsciente. 

Las estrategias de polarización que han sido impulsadas con notorios rasgos de maquiavelismo por parte de lópezobradoristas, panistas y priistas, que atraviesan al conflicto por el agua en Chihuahua y que serán la columna vertebral de las elecciones en 2021, ameritan ser analizadas y criticadas a profundidad. 

En este momento, es necesario deconstruir los componentes del maquiavelismo polarizante, que están presentes, tanto en las acciones de la izquierda en el poder, como en las acciones de los panistas y los priistas que se han montado en el conflicto del agua. 

 
II.- Desde hace meses, se ha señalado la presencia de acciones para darle forma a un golpe blando en contra de la 4T. Los defensores del lópezobradorismo han construido un conjunto de argumentaciones que circulan significativamente en las redes. 

Una y otra vez se señala a los “opositores” y a los “críticos” de la 4T, como “instigadores” de este golpe blando. De esta forma, en torno al golpe blando se construyen discursivamente un conjunto de “responsables” que tienen la forma de “culpables”. 

Antes de que este golpe blando suceda como tal, hay juicios sumarios que se construyen en contra de los presuntos “culpables” de “instigarlo”. Hay una cacería de brujas, cuyo objetivo es fabricar a los “culpables” de “instigar” un golpe blando, que puede o no puede suceder como tal. Las argumentaciones y los juicios, que no distinguen entre los enemigos y los críticos de la izquierda en el poder, son sumarios. 

En este plano, hay una maquinaria inquisitiva que ya se ha puesto en marcha. Las hogueras para quemar a los “culpables” de la posible derrota electoral de la izquierda en el poder en el 2021 y el 2024, ya han sido encendidas desde hace meses. 

En todo momento, la 4T evita reconocer los errores que ha cometido, que se han ido encadenando y acumulando en los últimos meses. La forma en que los operadores del gobierno federal han tratado: el problema de los feminicidios, el de las víctimas del crimen organizado y el problema del agua de las presas en Chihuahua, son una cadena y una acumulación de errores imperdonables en la escalada de los conflictos. 

A este respecto, hay una parte de la problematicidad y de los errores cometidos, que no son estrictamente componentes de un golpe blando, sino que son un conjunto de limitaciones, equivocaciones y claroscuros de la propia izquierda en el poder. El peor enemigo de la izquierda partidista en el poder puede ser la derecha, pero también pueden ser las limitaciones, las equivocaciones y los claroscuros de esta misma izquierda. 

La izquierda en el poder en México ha optado por autoinflingirse un golpe blando, antes de que este suceda como tal. De esta forma, esta izquierda se asume a sí misma como víctima, como sufriente, de un hecho que no sucede todavía. 

De forma similar a como lo hacen quienes marchan de rodillas ante un símbolo religioso, mientras se flagelan a sí mismos con un látigo, la izquierda partidista marcha hacia los procesos electorales del 2021 y el 2024, con las rodillas y con la espalda ensangrentadas. En la historia de la izquierda en México, hay una tendencia martirológica, una tendencia victimizante y sufriente, que amerita ser analizada en términos psicoanalíticos. Este asunto es abordado en el prólogo del libro “Marx y Freud en América Latina. Política, psicoanálisis y religión en tiempos de terror” de Bruno Bosteels (2016). 

 
III.-  El conflicto por el agua fue conducido a una encrucijada, que en estos momentos tiene la forma de un callejón sin salida. Esta encrucijada, este callejón sin salida, desde hace meses y en varias ocasiones,  ha pisado los terrenos de la violencia. En la actual coyuntura, el desbordamiento de la violencia, con una posible salida fatídica, es más que preocupante. 

No ha existido hasta el momento, ni en el gobierno federal, ni el gobierno estatal, la voluntad y/o la capacidad de darle una salida política al problema. 

De parte del gobierno federal se ha mostrado una cerrazón que tiene la forma de una obstinación. 

De parte del gobierno del estado se ha mostrado una distancia cuya frialdad es desconcertante. 

De parte de los agricultores hay una propuesta muy concreta, que incluso le trataron de hacer llegar al propio presidente, sin resultados de por medio. 

A este respecto cabe preguntarse: ¿Dónde quedó la política? ¿Dónde están los políticos del gobierno federal y del gobierno estatal, que se dedican de manera profesional a la política y que ganan miles de pesos al mes para evitar y/o resolver los problemas? 

¿Dónde quedó la responsabilidad de estos políticos, que en lugar de tejer fino para resolver el problema, han tomado los hilos del conflicto y los han enredado unos con otros, hasta darle forma a una masa de hilos que será muy difícil desenredar? 

Lo que en este momento se requiere es política, política y más política, a ras de tierra, junto con la gente y sus reclamos. 

Se requiere que los operadores de la 4T y de Morena, le arrebaten las banderas a la derecha, que desplacen al PAN, al PRI y a otros actores políticos del conflicto, y que resuelvan. 

Sencillamente, que resuelvan…

Leonardo Meza Jara

Maestro, analista político.