“Semáforos Rojos” en salud y crimen organizado 23 de octubre de 2020
Francisco Javier Pizarro Chávez
Chihuahua, Chih.
Ante indicadores de ascenso de la epidemia viral en la región centro norte de la república, entidades como Chihuahua, Durango, Nuevo León, Zacatecas, Aguascalientes y Querétaro, han retornado al semáforo rojo, esto es, a medidas de control ante el riesgo de contagio del Covid 19 que se ha incrementado abruptamente.
A finales de la semana, se registraron en todo el país 874 mil casos confirmados y se registraron un millón 49 mil 853 casos negativos; 87 mil 894 defunciones confirmadas y 636 mil personas recuperadas.
Las ciudades con mayor riesgo en nuestro estado son los municipios de Cd. Juárez y la capital de Chihuahua. No obstante, se puso en vigor el día de ayer, el Semáforo Rojo en toda la entidad, para evitar se expanda la pandemia en todo el territorio.
En ambas zonas de emergencia sanitaria se restringirá durante los próximos 15 días toda actividad, en un horario de diez de la noche a las seis de la mañana y en todo el estado, se restringirá la venta de bebidas alcohólicas de viernes a domingo y se sancionará con multas y arresto a quienes realicen fiestas y reuniones, no usen cubrebocas en la vía pública y trasladen en sus vehículos a más de 2 personas.
Infortunadamente, la crisis social que se ha generado en el país y el Estado de Chihuahua, no se circunscribe únicamente a la pandemia del virus, sino también a la del crimen organizado.
Chihuahua forma parte de la lista de entidades con alta tasa de delitos, violencia y crímenes de la delincuencia, junto con Michoacán, Sonora, Morelos y Estado de México, todas las cuales están en Luz Roja (alto riesgo) según señaló Santiago Roel, director del Semáforo Delictivo.
En lo que va del año, señaló el funcionario, se registraron 26 mil 231 víctimas de homicidio. “Ocho de cada diez son ejecuciones por bandas de narcotráfico y es provocado por una sola causa: el mercado negro de las drogas”.
Reveló que si bien es cierto en 2020 se han reducido varios delitos como el secuestro, extorsión, robo de vehículos, robo a casa, a negocios y lesiones dolosas, por él confinamiento de la pandemia, no se han reducido las ejecuciones del crimen organizado, el 63 % de las cuales se han concentrado en nueve estados, entre ellos, Chihuahua.
Los municipios con mayor tasa de homicidios en nuestra entidad, son Cd. Juárez, Chihuahua y Cuauhtémoc. Ante este fatídico contexto social, cabe preguntarse cuando se pondrá a funcionar en Chihuahua el “semáforo delictivo” y que medidas se van a adoptar para contener la cifra de homicidios del crimen organizado que supera casi al doble en lo que va del año, a los 1,671 fallecimientos generados por el Covid 19.
Por donde quiera que se le escarbe, es indudable que la pandemia generada por el crimen organizado va creciendo y puede generar una crisis social mas lesiva que la del Covid 19. Muestra de ello, es la estela de homicidios que este fin de semana se ha generado en nuestro estado.
El gobierno del Estado enfrenta –quiera o no—una situación sumamente compleja. De una parte, el sector salud está literalmente en ruinas. Los hospitales están saturados, no hay camas, respiradores ni medicamentos para atender a los pacientes contagiados.
La Fiscalía General del Estado, por su parte, está atada de manos a consecuencia de la absurda cancelación de la coordinación que se tenía con la Guardia Nacional para hacer frente a los cárteles de la droga que operan en la sierra, impuesta por el gobernador del Estado, el cual, con fines político-electorales tomo distancia y se confrontó con el presidente de la República y la Guardia Nacional en el caso del suministro de Agua del del Tratado internacional con Estados Unidos, e incluso se opuso a que la Guardia Nacional instalara su cuartel en Villa Ahumada.
Por si fuera poco, las finanzas estatales están en quiebra a consecuencia no solo del saqueo y corrupción del ex gobernador César Duarte, sino también del despilfarro en viajes del gobernador e incapacidad administrativa de sus funcionarios.
Todo indica que, en este escenario, va a predominar el drama social ya no solo en la que se refiere la pandemia del Covid 19 y la influenza que se avecina, sino también el de la delincuencia organizada y por si fuera poco, la crisis económica en ciernes generada por el desempleo y parálisis de la actividad productiva.
Veremos y diremos.