Chihuahua, Chih.
Aún hay escépticos que piensan que el ‘nearshoring’ es solo un mito o una exageración, que ni remotamente representan una tendencia.
Todavía hay quienes dudan que el nearshoring sea una realidad.
Encuentro escépticos que piensan que se trata de un mito o una exageración. Dicen que lo único que existe son anécdotas de empresas que están llegando a México, pero que ni remotamente representan una tendencia.
Quizás esa percepción se modificó un poco tras los anuncios de las inversiones de BMW en San Luis Potosí y de Tesla en Monterrey hace algunos meses.
A partir del fin de semana pasado, sin embargo, ya hay mucho más que anécdotas, cuando la Secretaría de Economía dio a conocer el resultado de la inversión extranjera directa al primer trimestre del año.
La cifra informada fue de 18 mil 636 millones de dólares, de acuerdo con información preliminar.
A algunos, las cifras de inversión no les impresionaron en absoluto porque el monto registrado en el primer trimestre de 2022 fue de 19 mil 400 millones de dólares, por lo que más bien pareciera que hay una reducción de 3.9 por ciento.
Pero resulta que, en los primeros tres meses de 2022, se presentaron dos transacciones atípicas: la fusión de Televisa-Univision y la reestructuración de Aeroméxico.
La suma de las dos operaciones fue de 6 mil 800 millones de dólares.
Para visualizar de manera más clara la tendencia de la inversión, hay que eliminar esas operaciones atípicas.
Al restarlas, la inversión efectiva ascendió a 12 mil 600 millones de dólares, que de cualquier manera correspondió al mejor de los trimestres del año pasado.
De modo que, con ese ajuste, el monto del periodo enero-marzo de este año implica realmente un crecimiento de 47.9 por ciento, que ya da una idea más clara del impulso que está adquiriendo la inversión foránea.
La otra expresión del efecto del nearshoring se aprecia en el crecimiento de la participación de las exportaciones manufactureras mexicanas en el mercado de EU.
Considerando ese tipo de exportaciones, los datos reflejan un crecimiento en la participación de 13.8 a 14.8 por ciento.
Pareciera que el crecimiento de un punto porcentual en la participación de mercado es muy poca cosa, pero la realidad es que un aumento de ese tamaño en un año es mucho.
Y, de hecho, falta observar el impacto de inversiones como las de Tesla o de BMW, por citar solo dos casos emblemáticos.
Otros datos que arrojan claramente el impacto del nearshoring son los relacionados con inmuebles industriales.
La empresa Datoz, que organiza esta información, reportó que en el último trimestre de 2022 los inicios de construcción de este tipo de inmuebles alcanzaron 5.6 millones de metros cuadrados, frente a un promedio de 3 millones por trimestre en años anteriores.
Si a estos datos consolidados le suma usted las múltiples referencias casuísticas o anecdóticas que constructores o empresarios pueden ofrecer, encontramos ya el suficiente soporte para asegurar que el proceso de relocalización manufacturera ha adquirido dimensiones muy relevantes.
El impulso adquirido por la inversión extranjera se da a pesar de que ha existido en el país un conjunto de políticas que bien podría inhibir esta actividad.
Hay falta de seguridad en lugares donde se instalan las plantas y en rutas terrestres que utilizan; hay inseguridad jurídica que puede conducir a hechos como la venta obligada de plantas de Iberdrola hasta la expropiación de vías ferroviarias, disfrazada de ‘ocupación temporal’.
No gusta en absoluto la acción en contra de diversos órganos autónomos y menos aún los ataques a la Suprema Corte.
No es precisamente alentador para las inversiones un tipo de cambio por debajo de 18 pesos ni las tasas de interés de referencia arriba del 11 por ciento.
Y, si a pesar de todo la inversión está creciendo como lo está haciendo, imagine usted el impulso que tendría en el caso de que hubiera políticas que la promovieran y alentaran la llegada de inversión foránea.