Chihuahua. Chih.
-Putin, de seguir en el cargo superaría al mandato de Stalin
-Temores en Rusia por una nueva incursión en Ucrania
Cd Juárez, Chih.- Después de una jornada electoral de tres días, los resultados no tomaron por sorpresa a los ciudadanos rusos y mucho menos a la comunidad internacional: Vladímir Putin se ha reelegido para un quinto periodo de seis años, con poco más del 87% de los votos escrutados.
En Rusia no existe una autoridad electoral autónoma similar al INE de nuestro país, las elecciones son convocadas y observadas por el Kremlin; a lo que sería como decir que en nuestro país las elecciones continúan regidas por la extinta Comisión Federal Electoral (CFE), cuya desaparición contribuyó al nacimiento del entonces Instituto Federal Electoral (IFE), convertido al día de hoy en Instituto Nacional Electoral (INE).
Por primera vez el líder ruso se refirió al finado rostro de la oposición rusa, Alexei Navalni por su nombre en una rueda de prensa la madrugada del domingo tras resultar vencedor en los comicios del pasado fin de semana, aseguró haber estado dispuesto a aceptar un supuesto canje de prisioneros políticos bajo su gobierno por ciudadanos rusos encarcelados en naciones europeas.
La muerte de Navalni se encuentra rodeada de hermetismo, el Kremlin aseguró que se debió a un supuesto desvanecimiento en una prisión ubicada en el Ártico, mientras que la oposición rusa y la comunidad internacional aseguró que se trató de un asesinato con fines políticos, de cara a los comicios que se efectuaron la semana pasada.
Con la muerte de Navalni, la oposición rusa perdió a uno de sus rostros más jóvenes y audaces, Yulia Navalnaya, viuda del finado activista se encuentra en el exilio y aseguró que Putin “pagará” el precio por el daño causado a Rusia y a su familia, mientras aseguró continuar con la lucha por la democracia.
En una Rusia que perdió a una de sus principales apuestas junto con la esperanza de un cambio político y un futuro prometedor, los rusos se preparan para lo peor.
Entre los temores de la población se encuentra el estado actual de la economía y de las finanzas y la guerra con Ucrania, pero principalmente el temor a un nuevo despliegue militar para una supuesta incursión militar que tendrá lugar en verano, en la cual se convocará a la ciudadanía nuevamente al llamado a combatir en los distintos frentes que separan a esta extensa nación con su país vecino.
Cientos de miles de rusos han escapado de su país de origen, y tantos otros miles más si se efectúa un reclutamiento forzado de cara a la ofensiva de verano, cuyo propósito es una rotación de personal militar en territorio ucraniano.
Con los comicios Putin buscó proyectar una victoria arrolladora sobre la oposición, así como mostrar un apoyo a lo que comenzó como una “operación militar especial” y que se convirtió en una guerra con poco más de dos años de duración causando pérdidas de cientos de miles de vidas de rusos y ucranianos.
Si el propósito principal de la guerra fue anexionar a la fuerza a Ucrania e instalar un gobierno afín a Moscú, entonces Putin esta muy lejos de lograr los objetivos previstos a costa de su población.
La mayoría de la juventud ucraniana decidió hace tiempo que su futuro no está en el área de influencia rusa, sino con occidente; por tal motivo no es de sorprender que haya soldados rusos o ucranianos rusófonos combatiendo en el frente por una nación a la que consideran como parte de su identidad.
Inclusive si la guerra terminara y Ucrania tuviera que ceder parte de su territorio, esta nación continuaría su futuro sin Rusia y se convertiría en una nación perteneciente a la Unión Europea.
A la fecha hablar de una derrota de Rusia o de Ucrania es entrar en terreno de la incertidumbre.
“La guerra es una ciencia exacta e inexacta al mismo tiempo”, diría Clausewitz.
