Difícil, muy difícil inicio de ciclo escolar, coincidente con el término de la administración estatal. Los problemas, pareciera, estarían esperando a que los escolares de Chihuahua regresaran a las aulas.
Unos días atrás lo hicieron los alumnos de los niveles superiores, pero las exigencias de los maestros de educación básica, básicamente en lo referente a la reforma educativa, y no sólo, comprenden el grueso de sus demandas.
Pero no son los únicos sectores sociales que este día realizan distintas acciones de protesta, los productores agropecuarios del noroeste del estado han iniciado en la ciudad de Chihuahua, minutos atrás, diversas manifestaciones en contra de la Comisión Federal de Electricidad, así como de las dependencias relacionadas con el sector, en protesta por los cortes regionales de energía eléctrica realizados por la empresa en los días previos.
A su vez, los maestros de la Sección 42 le exigen al gobierno estatal el pago de 40 millones de pesos contemplados como prestaciones; en tanto, diversos grupos de maestros de la sección 8 están exigiéndole a la nueva directiva seccional el cumplimiento del acuerdo tomado por unanimidad en el reciente congreso de esa instancia consistente en repudiar totalmente la reforma educativa y encabezar el paro de labores que debería iniciar el día de hoy.
No es lo único en relación al magisterio. Los dirigentes del sindicato del Colegio de Bachilleres le exigieron terminantemente al gobierno de Chihuahua el pago de diversas prestaciones aprobadas en los meses recientes y no saldadas por la administración estatal.
Si bien obedecen a distintas dinámicas las exigencias de los mentores, las relacionadas con los maestros estatales y los de bachilleres comparten causas con la situación generalizada desatada en las últimas semanas en el ámbito estatal en el que pareciera estamos a punto del quiebre financiero total del gobierno de César Duarte.
Los relatos y notas informativas derivadas de las declaraciones de distintos trabajadores, empleados y funcionarios de distintos niveles de la administración estatal, así como la carencia de combustibles para los camiones del Vive Bus en la ciudad de Chihuahua, aunado a la reportada en Juárez, en la que a “los encargados de la impartición de justicia que reclaman la mitad de su ingreso de este mes, recurso que debió habérseles pagado desde el viernes”, no se les ha pagado, (Nota de Francisco Chávez, El Diario, 22/VIII/16) denotan la profundidad de esta crisis.
Igualmente, policías estatales, procesales y custodios demandan equipo, uniformes y hasta gasolina para patrullar, así como el hecho de que cientos de estudiantes universitarios amagan con iniciar movilizaciones en protesta por el atraso de tres meses en el pago de sus Becas de Manutención.
La gravedad de la situación se acrecienta si se toman en cuenta que desde hace días los agentes de la Policía Estatal Única (PEU), División Preventiva e Investigación, no cuentan con la suficiente dotación de gasolina para terminar sus recorridos diarios, lo que los ha llevado a desatender emergencias.
Así, a 42 días de que termine el gobierno de César Duarte, en medio de los señalamientos de Carlos Loret de Mola, que lo acusa de haber reportado solamente 6 de las 36 propiedades que tiene y lo urgió a hacer pública su declaración patrimonial -lo que dijo hará- nos enfrentamos a uno de los peores finales que gobierno alguno haya tenido en Chihuahua en las últimas 3 décadas, solo superado por el del 1986, pero por causas totalmente distintas; el verano caliente de ese año se desató por el fraude electoral, éste, por la muy deficiente administración pública 2010-2016.