Chihuahua, Chih.

No estamos en el mejor momento de la pandemia; ésta ha tenido un preocupante repunte, a causa de la variante Ómicron, la que si bien tiene  una menor letalidad, por su capacidad de reproducción puede llevar al sistema de salud a una extremada tensión; lo que ya está ocurriendo.

El miércoles, la gobernadora Maru Campos afirmó que estaba próximo el regreso a las clases presenciales pues, dijo, han “bajado los contagios”.

Por desgracia, no es así. 

Luego de la disminución en las cifras proporcionadas diariamente por la Secretaría de Salud, de los lunes y los martes, que repuntan los miércoles, esta semana no fue la excepción y las cifras de nuevos contagiados en las últimas 24 horas regresaron a los niveles mostrados prácticamente en todo el mes de enero, superiores a los mil en todo el estado.

Sin embargo, contrariamente a lo ocurrido, prácticamente desde el mes de septiembre del año pasado, el número de personas hospitalizadas llegó a las 409 -la cifra más alta desde principios del 2021-, así como el número de personas fallecidas por esta causa (66).

Sirvan de referencia las cifras de noviembre y diciembre, en los que el promedio de fallecimientos diarios rondó el número de 4 y el de hospitalizaciones en 200, cifras que guardaron relación con el número de pacientes que requirieron intubación, en promedio, 60.

Estamos frente a un indudable crecimiento en el número de contagios, y contra el dicho presidencial que se trata de “un covidcito”, la realidad está imponiendo una siniestra realidad: Si bien la gravedad de la enfermedad es menor (en todos los sentidos, en el número de personas que se agravan, en la severidad de los síntomas), pero que al ser sumamente contagiosa, llevará a numerosos chihuahuenses a requerir servicios más especializados en la atención médica y que, por su número, tensionarán los servicios de salud, lo que ya está ocurriendo pues el número de hospitalizados ha llegado a números preocupantes, además del número de trabajadores que ha faltado a sus empleos, no obstante los elevados porcentajes de vacunación en el estado.

Además, como lo sostuvo el Dr. Luis Carlos Hinojos, director de la Facultad de Medicina de la Uach, “es muy pronto para descartar la presencia de diversas secuelas y complicaciones de la enfermedad producida por la Ómicron”.

Por ello preocupa que se aduzca que “los niños quieren regresar a clases”, como el principal argumento para que se instrumente un regreso indiscriminado a clases presenciales, no sólo de los niveles medio y medio superior, sino, también, el básico.

El incremento de la movilidad que implica tal medida, con la capacidad  de contagio mostrado por la variante Ómicron, que es la predominante, actualmente, en el país y en la entidad, aún sin tener a la mano las pruebas que así lo determinen, pero que, dada la interrelación existente con EU, es válido suponer que así es, y que nos debe, o debiera, llevar a ser más cautos con la regulación de las actividades que implican un incremento de la movilidad.

Por otra parte, contrariamente a lo realizado por el gobierno de Javier Corral en este tema, deberá dejarse a que sean los especialistas de la materia quienes opinen sobre el asunto, y no tomar determinaciones con base en las presiones de los distintos sectores de la sociedad.

Este es un asunto de muy elevada especialización y, como tal, debiéramos darle el lugar, a ellos, para que normen la actuación gubernamental, por ello se aprecia como adecuado dejar que sea el Consejo de Salud quien determine las medidas a tomar en los próximos días, máxime si, como lo sostienen autoridades sanitarias de todos los niveles y nacionalidades, estamos a unas cuantas semanas del pico más alto de la pandemia en esta variante y que, por fortuna, podría ser el paso previo a la desaparición de la pandemia.

Daría lugar a la modalidad de la enfermedad, la endemia, es decir, la presencia de la enfermedad, pero absolutamente manejable.

¡Por fin, el inicio del fin!

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Fuente de citas hemerográficas antiguas: Información Procesada (INPRO)