Chihuahua, Chih.
¿Qué les ocurre a los grupos gobernantes, en Chihuahua, y en México, ambos emergidos de un mismo fenómeno, -el hartazgo ciudadano provocado por sus antecesores- que los ha llevado a “reciclar” a un buen número de participantes de las administraciones inmediatas anteriores para que los acompañen en las actuales administraciones?
¿O que “reciclaron” a quienes formaron parte de los gobiernos del pasado, y como si cambiaran de camisa, pasaron de un gobierno a otro?
¿Acaso se equivocó la ciudadanía, en ambos casos, y los antiguos gobernantes eran tan valiosos y capaces que son extremadamente necesarios como para requerir sus valiosos servicios?
El duartismo está anclado en los dos partidos mandones en el estado, tanto en el panismo gobernante en Chihuahua, como en el morenismo chihuahuense.
La llegada a ambos gobiernos de numerosos participantes del gobierno de César Duarte evidencia una sola cosa: Los nuevos gobernantes no entendieron el mensaje de la sociedad mexicana.
La reciclada abarcó, también, a numerosos personajes de la administración de Javier Corral, que fueron incluidos en la de Maru Campos, a pesar de los muy relevantes papeles jugados por algunos de ellos para impedirle su llegada a la candidatura del PAN.
A la chita callando ese proceso se había dado, primero en algunas dependencias locales del gobierno federal y de las candidaturas de Morena a distintos cargos de elección popular, -tanto en la elección federal, como en la estatal- y, luego, en el actual gobierno estatal.
No eran, ni pocos, ni irrelevantes los actores en las administraciones de César Duarte y Javier Corral.
Dos nombramientos, ambos fuera de la administración estatal, pero no ajenos al nuevo grupo gobernante, catapultaron la irritación en no pocos sectores a causa de las elevadas responsabilidades de los dos en el gobierno de César Duarte: Los de Liz Aguilera como defensora adjunta de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Uach, y el de Mario Trevizo como abogado general de la misma.
Antes, actuando de manera muy discreta, se había advertido la participación del ex presidente del Tribunal Superior de Justicia en el mismo período duartista, José Miguel Salcido, como asesor del equipo gobernante y de José Luis García, secretario de Desarrollo Social duartista, como Director Académico del Colegio de Bachilleres.
Del mismo modo, tanto Roberto Lara en la Junta de Agua -quien se retiró del cargo en los primeros momentos en que se destapó la corruptela de los fondos de ahorros de los exdiputados-, como Fernando Alvarez, titular del organismo de la vivienda y cercanísimo operador político del ex gobernador Javier Corral, son ejemplos altamente ilustrativos de los asertos anteriores.
A ninguno de los mencionados se les ha imputado -por lo menos públicamente- la comisión de delito alguno y el escribiente no abona a ello sino en otro sentido, el de la corresponsabilidad política cuando acompañaron, ya fuera a Duarte, o a Corral, en sus gobiernos.
Podría, incluso, en el caso de Duarte, no acreditársele delito alguno -por las instancias judiciales- pero sin duda que su gobierno es responsable directo de haber comprometido seriamente el patrimonio público al endeudar al gobierno de Chihuahua hasta el límite de las capacidades financieras y comprometer las finanzas estatales por las siguientes cinco administraciones chihuahuenses, por lo menos.
Bastaría ese solo hecho para que nadie, que hubiese participado en el primer nivel del gobierno de Duarte, pudiese aparecer como participante en algún nivel de la “cosa” pública, y debería llevar a que los nuevos depositarios de la confianza ciudadana no les entregasen responsabilidad alguna.
¿Cómo encargarle la preservación de los derechos humanos en la Uach, a quien fue la responsable de señalar las corruptelas, o los actos administrativos erróneos, equivocados o ilegales en la administración estatal duartista, y no lo hizo? Nunca encontró nada la abogada Aguilera.
Sé que son señalamientos severos pero son los asuntos en los que deberíamos reflexionar públicamente. El escribiente anota, además, que con algunos de los aquí referidos lo unen algunos vínculos amistosos, derivados de los que se establecen entre los políticos y algunos periodistas, ambos en el desempeño de su trabajo, y nada más.
Precisamente, por eso, ellos entenderán que lo aquí anotado se deriva de la responsabilidad profesional.
Y lo mismo se debe aplicar con quienes participaron en los primeros niveles del gobierno de Javier Corral.
¿Cómo asignarles tareas de gobierno a quienes hicieron de la continuidad de su grupo político en el gobierno el eje de sus acciones, hasta el grado de cometer tropelía y media, además de malgobernar y, también, comprometer seriamente, las finanzas públicas y la salud financiera de Pensiones Civiles del Estado, las universidades y otras?
¿Y qué, como en el caso de Duarte, la división de poderes y el respeto a la autonomía de las instituciones fue letra muerta, además de la extrema frivolidad con la que actuaron al mando de la administración pública estatal?
¿Cómo pedirles a semejantes actores políticos que asuman otras responsabilidades en el gobierno, luego de que, por mandato popular fueron echados; así, echados del gobierno?
Morena, y sus representantes gubernamentales en Chihuahua no escapan a tales despropósitos.
La 4T pareciera transitar por los viejos rieles, del viejo régimen, con las mismas viejas prácticas.
Ahí tienen a la exdirigente del Comité Municipal juarense del tricolor, en los tiempos de Enrique Serrano, Mayra Chávez, despachando como coordinadora del programa estrella de la 4T, “Jóvenes Construyendo el Futuro”; también a la coordinadora de campaña de Serrano y, como Chávez, exdirigente municipal priista en Juárez, Adriana Terrazas, como diputada local de Morena.
Ante el nombramiento de Mario Trevizo en la Uach, -y a quien se le señala como probable candidato a la rectoría, sin que el ex secretario general de gobierno de Duarte haya externado su postura sobre tal hecho- tanto el líder de los diputados locales del PAN, Mario Vázquez, como el delegado del gobierno federal, Juan Carlos Loera, expresaron su desacuerdo.
Pero el morenista poco reparó en su muy activo desempeño en el reciclamiento de duartistas, que alcanzó niveles climáticos pocos momentos antes del inicio de la campaña electoral del 2021, cuando fue perseguido por cientos de productores agrícolas, en el curso de una gira por Delicias, que lo sorprendieron en una comida en la casa del matrimonio más duartista de la región, el de la ex diputada Elvira González y su esposo, el también priista y ex dirigente regional de la CNC, Nahum Valenzuela.
Muchos militantes morenistas de la región aseguraban que eran los responsables de la campaña de Loera de la Rosa ahí.
Elvira González fue Presidenta de la Comisión de Fiscalización del Congreso local durante los últimos tres años de César Duarte y avaló, una a una, todas las trapacerías de aquel gobierno. (“De incertidumbre y fantasmas”, LJVF, El Diario, 24/I/21).
A su vez, Juan Ramón Flores, uno de los encargados de prensa de Duarte, despacha ahora como cónsul mexicano en Washington, bajo la sombra de Esteban Moctezuma, secretario de Gobernación de Ernesto Zedillo y mano derecha, durante años, de Ricardo Salinas Pliego.
No tuvo empacho JC Loera en declarar que “Respeto la autonomía de la @UACH, pero es una aberración lo que se está haciendo al instalar al más duartista de los duartistas como abogado general. Viene por todo el duartismo a Chihuahua, no se cansaron de robar y vienen relajados”.
Bueno, el asunto adquirió más relevancia porque el ex candidato al gobierno de Chihuahua, el duartista Enrique Serrano convocó a sus compañeros de legislatura, sin importar los colores partidistas en que ahora se envuelven, y ¡tuvo éxito en la convocatoria!
“… atendieron la convocatoria los magistrados judiciales Jorge Abraham Ramírez y Gabriel Sepúlveda; el poderoso expresidente del Instituto de Transparencia, Enrique Medina; la diputada local por Morena y fiel operadora de Serrano, Adriana Terrazas; el exdiputado juarense, René Franco; la exdiputada del Verde, María Ávila; el también exdiputado local, Pancho Salcido; la expresidenta del PRI, Karina Velázquez, y hasta Alba Almazán, la también polémica exlegisladora del Verde. Tomó nota sobre la asistencia y no perdió detalle del evento, Alejandro Domínguez, virtual presidente del PRI en el estado; hoy solo ‘candidato”. (La Columna, Diario de Juárez, 18/III/22).
¿Acaso estarán repitiendo la estrategia aconsejada por el viejo dirigente priista, Jesús Reyes Heroles, a sus discípulos?
Inquietos por discernir quien sería el candidato presidencial priista en 1988, y en virtud de que ya apoyaban a distintos aspirantes, el colmilludo político solo les soltó una frase: -Repártanse, ya luego se juntan… (cuando haya candidato).
¿Para que se juntarían después, po’s si al fin y al cabo están donde querían… en el poder, sin importar el origen partidario del nuevo gobernante?
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UNA DOSIS DE REALISMO.- En el curso de la semana llegará a la capital de Chihuahua la caravana de los familiares de los desaparecidos en Chihuahua. “De los 100 mil desaparecidos que hay en México, más de 3 mil pertenecen al estado de Chihuahua…”. (Nota de Salud Ochoa, El Diario, 18/III/22).
Su reclamo lo sintetiza una frase:
“¡Porque las personas desaparecidas nos faltan a todas y todos!”.
[email protected]; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF
Fuente de citas hemerográficas recientes: Información Procesada (INPRO)