Chihuahua, Chih.
Por primera vez en la historia de nuestro estado, un partido de izquierda, Morena, Movimiento de Regeneración Nacional, fundado por Andrés Manuel López Obrador en Julio de 2014, hace casi 6 años, tiene la posibilidad real de ganar la gubernatura, mayoría en el congreso local, y mayoría de diputados federales.
La elección para gobernador está programada para el primer domingo de Junio del 2021. A partir de septiembre del presente año, en 7 meses, empieza el proceso electoral 2020-2021, en el cual estarán en juego, además de la gubernatura del Estado, las 67 presidencias municipales, renovación del Congreso del Estado, 33 Diputados, 22 de mayoría y 11 pluris, y 9 Diputados Federales.
A reserva de algún tapado de última hora, los nombres que más suenan en Morena por orden de aparición son: Juan Carlos Loera, Delegado de la Sría. del Bienestar en el Estado, Cruz Pérez Cuellar, Senador, y Rafael Espino, Consejero en PEMEX.
En las últimas semanas se agregan a esta lista: el Lic. Jaime García Chávez de Unión Ciudadana, con su recorrido por 13 de las poblaciones más importantes en el estado, y Víctor Quintana, actual Secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, con Javier Corral como Gobernador, con su carta abierta de afiliación al actual Presidente de Morena Alfonso Ramírez Cuellar, en su reciente visita a nuestra ciudad capital.
Sin decirlo explícitamente, se entiende que los 2 se apuntan en esta competencia.
Cualquiera de los mencionados tiene méritos propios para aspirar a la gubernatura, la pregunta es: ¿Cómo se procesarán las diferencias entre los diferentes candidatos, para que de este proceso surja en Morena, un candidato de unidad que sea aceptado y apoyado por el resto de los precandidatos?, no oficiales obviamente, y sobre todo sea aceptado por la gran mayoría de votantes, no afiliados a ningún partido político.
Ojalá que entre los precandidatos de Morena, y ya en campaña entre los diversos candidatos de los diferentes partidos, el tema principal sean las propuestas de solución a la inseguridad, feminicidios en primer lugar, a la salud, a la educación, a incentivar la inversión pública y privada, creación de empleos mejor pagados, a bajar las tarifas eléctricas para el campo y la ciudad, a la construcción de presas, y muchas cosas más.
Es relativamente fácil aventar lodo para todos lados, sacando fallas supuestas o reales de otros candidatos, hacer propuestas viables para transformar a nuestro estado, y nuestro país, es más difícil, pero es lo que Chihuahua y México requieren, para hacer posible un verdadero cambio estructural, no cosmético. Retórico.
¿Podrá Morena organizar una serie de debates internos para conocer las propuestas de quienes aspiren a la gubernatura y a otros puestos de elección popular?
