Chihuahua, Chih
En las sociedades modernas que se orientan a celebrar la diversidad de credos, convicciones y opiniones para la construcción de un permanente diálogo que proponga ponderar la paz social, la construcción de acuerdos y la pacificación de contextos que tradicionalmente se vienen viendo afectados por históricas problemáticas que adquieren nuevas vertientes de complejidad, que suman especialmente en nuestro contexto actualmente la dificultad al ejercicio pleno de ciudadanía por la imposición de modelos conservadores unívocos que desdeñan las aportaciones de la pluralidad, especialmente en lo que tiene que ver con valores que a pesar de ser tradicionales no reflejan ser modelos de lo decente y deseable por todo lo que les subyace, aun así, continúan en la tendencia de seguir siendo el modelo prevalente de una sociedad a la que aspirar y que permean, ahora desde la política estatal a cada uno de los municipios.
Y no solo desde ahí, también desde el refuerzo continuo en la educación pública y privada.
El asunto no es fácil de reconocer, desde las modificaciones legislativas que permitieron a las asociaciones religiosas participar de la educación, múltiples escuelas de nivel básico, medio y superior han proliferado en el país; modelos integristas en la educación se orientan cada vez más en contra de los esfuerzos de secularizarla a partir del reconocimiento de la laicidad como un eje trasversal de cualquier tema y sobre todo, el que tiene que ver con la reivindicación de los derechos humanos, su socialización y la promoción de una cultura de paz.
En Chihuahua el ejemplo mas emblemático es “Formando Corazones” herencia de “Saber Amar” del perverso y defenestrado VIFAC que por su cuestionabilidad originada por el escándalo nacional de adopciones irregulares, modificó su razón social e innovó, a través del poder económico que brinda el empresariado chihuahuense, a generar un proyecto educativo que “educara en valores”, todos de origen religioso y que desde el más puro conservadurismo, violentaba el espíritu del 3° constitucional que mandata la laicidad en la educación.
Las denuncias proliferaron, sobre todo de quienes recibían los contenidos; niñas, niños y adolescentes que, de acuerdo a los contenidos SI autorizados por la Secretaria de Educación Pública y otras entidades gubernamentales, conocían de sus derechos y percibían que “Formando Corazones” era violatorio de su persona e identidad, de la forma en que podían relacionarse y sobre todo, de ser reconocidas personas con toda capacidad jurídica, política y social para la participación y construcción de autonomía.
Por otro lado, un amplio sector docente consciente de su responsabilidad como funcionariado público y su representación frente al Estado compartían la preocupación.
Fue entonces que un grupo de personas, responsables de familia y grupos en la coincidencia de la inquietud sobre la grave agresión a la laicidad que debe prevaler en la educación, articularon esfuerzos para impedir el avance de la ultraderecha en el estado de Chihuahua.
El contexto dio las condiciones que venían germinando tiempo atrás. Desde que Javier Corral como gobernador fortaleció a asociaciones religiosas como actores políticos preponderantes para “coadyuvar” a la solución de las problemáticas sociales de urgente atención y la designación de un empresario conservador como secretario de educación, la llegada de un nuevo gobierno emanado de la conjunción del poder económico y las cúpulas religiosas como la curia católica y prominentes capitales políticos evangélicos, que no cuentan con mayor poder pero si con mayor número de integrantes, al actual gobierno se caracteriza por haber perdido el decoro frente al respeto al estado laico.
Eso definió la ruta de acciones para la incidencia para la defensa de la laicidad en la educación en el estado de Chihuahua. El resultado, tras un poco mas de dos años de arduo trabajo fue que la Secretaria de Educación emitiera un dictamen PROHIBIENDO a Formando Corazones, a pesar del beneplácito del actual gobierno, del anterior y grupos religiosos para su aplicación.
El documento emitido por la Dirección General de Materiales Educativos a partir de una acuciosa evaluación técnica, compartió sus resultados a la Comisión de Educación del Congreso de la Unión con copia a la gobernadora y al Secretario de Educación y Deporte de nuestra entidad, con especial énfasis en que el uso de estos materiales educativos está en contravención del artículo 22, párrafo cuarto, de la Ley General de Educación que define que está prohibida la distribución, promoción, difusión o utilización de libros de texto que no cumplan con lo establecido por los Planes y Programas de Estudio; que dicho programa está en contraposición directa con los planteamientos didáctico-pedagógicos y disciplinarios del Área de Educación Socioemocional de la Educación Secundaria; que la propuesta muestra una visión moral que muestra evocaciones asociadas a un sistema de creencias religioso específico, las cuales contradicen lo establecido en el artículo 3º de la Carta Magna sobre la laicidad de la educación pública en México; que parte de nociones disciplinares erróneas, unilaterales y prejuiciadas en torno a problemáticas de salud mental, o de problemáticas multifactoriales como el embarazo adolescente, individualizando, psicologizando y descontextualizando la situación social, cultural y económica de los estudiantes; que dicho programa transgrede los fines de la educación establecidos en la Ley General de Educación vigente y vulnera los derechos de niñas, niños y adolescentes y los más importante: NO FUE AUTORIZADO POR LA SEP.
La gran aportación de ADELA a la sociedad chihuahuense es estar generando una ciudadanía preocupada por la laicidad, de su defensa y que se está haciendo de un entendimiento amplio de las implicaciones de no respetar la laicidad.
Entre ellas, que la ultraderecha siga operando políticamente pisoteando libertades y derechos fundamentales. El camino ya está andado, sigamos vigilantes.
#LaicidadEsLibertad
@MarieLouSalomé