Chihuahua, Chih.
Bajo el título de “Miente y traiciona Javier Corral a ciudadanos”, el ex aspirante estatal a la presidencia del Comité Estatal del PRI, Fermín Ordóñez, se estrenó como parte de la nueva dirigencia partidista, luego de haberle expresado su apoyo al nuevo dirigente, Omar Bazán, emitiendo su postura frente a la propuesta de reestructuración de la deuda, efectuada por el gobierno de Javier Corral.
Tal pareciera que decidieron oponerse a tal medida financiera usando como estratagema central la deformación de la realidad, pues el lunes, en su primera conferencia de prensa, Bazán lo dijo de manera semejante, aunque Ordóñez sí que exageró en ese sentido.
El ex aspirante sostiene que el gobierno de Corral pretende elevar la deuda a ¡”50 mil 700 millones de pesos”! Pues, sostiene, “en tan sólo un año de gestión pretenden adquirir 20 mil 400 millones de pesos, para que la deuda estatal cierre este año en 71 mil millones de pesos”.
No es la única pifia, llega a sostener que tal solicitud ¡“es el mismo esquema bursátil, créditos respaldados por los mismos recursos carreteros…”!
¡Válgame! ¿Habrá leído el documento presentado al Congreso del Estado?
¡Y en el mismo párrafo afirma que el plazo buscado por Corral es “por el mismo periodo (20 años), pero diferente monto, 20 mil 400 millones de pesos”!
¿De dónde sostienen que es un nuevo crédito, respaldado por los ingresos del peaje carretero? Pasaron décadas y nunca entendió la diferencia entre la deuda directa -avalada por las participaciones federales- y la procedente del fideicomiso carretero -avalada, ésta sí, del peaje carretero-.
¡Ah, pero como primero plantea que es un nuevo crédito, po’s entonces ya le da motivo para dudar del destino de los nuevos dineros! y dice desconocer “a (sic) este momento cómo serán utilizados”.
Lo peor. Actúan, en sus alegatos, como si la inmensa deuda heredada por Duarte no existiera y como si fuera una cosa nueva nos vienen a decir que el pago de la deuda se hará hasta el 2038.
Bueno, hasta esa fecha nos envió su compañero de partido, al que no mencionan, al que pretenden olvidar.
Los priistas tienen escasas semanas para convertirse en la oposición responsable, inteligente, informada, veraz, congruente, honesta en su discurso; si no lo hacen -además de otras muchas cosas- el proceso electoral los rebasará y no atinarán a desentrañar que ocurrió en el proceso electoral del 2018, de ahí la el aserto de que les quedan una cuantas semanas para recapacitar, reflexionar, hacer una auténtica autocrítica, saldar cuentas con la sociedad chihuahuense, orear a sus militantes, presuntos responsables de hechos ilícitos, y transformarse radicalmente.
Parece inmensa la tarea para ellos.
Lo es, por desgracia para ellos, y si por estas primeras manifestaciones nos guiamos, pareciera que estarán muy lejos de convertirse en la oposición que les llevara de regreso al gobierno.