Prestidigitadores regañados
Sin Retorno

Prestidigitadores regañados 5 de septiembre de 2019

Luis Javier Valero Flores

Chihuahua, Chih.

Por fin apareció el verdadero líder de Morena. Le puso un alto a las desmesuradas pretensiones de no pocos morenistas en su afán de permanecer en las posiciones de poder, así sea en sentido contrario de la ley, y si esto ocurre, po’s,  cambiarla.

Es de locos.

Días atrás, el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, anunció que se quedaría en ese cargo, llamó golpistas a los panistas, porque estos aspiraban a ocupar ese puesto, tal y como lo establece la ley, que desde 1997 ordena que la segunda fuerza política ocupe la presidencia en el segundo año de sesiones.

No podemos darles esa posición, afirmó Muñoz Ledo, pues sólo tienen el 15% de la Cámara.

Tal expresión fue hecha por quien fuera el beneficiario de ese ordenamiento en 1997. Hoy, envanecido por el poder pretendió pasar por encima de esa regulación y anunció que la cambiaría para permitirle quedarse los tres años ahí.

Y lo dijo con todas sus letras: “Tengo proyectos para septiembre importantes, nada menos que la reforma del Estado, la Cuarta Transformación se expresa hoy en la profunda reforma del Estado, que es lo que les ofrezco, si tienen a bien acompañarme en mi próximo periodo como presidente de la Mesa Directiva”.

Es una “vergüenza” que Morena pretendiera quedarse más tiempo con la Presidencia de la Cámara de Diputados mediante una reforma a la Ley Orgánica del Congreso, les respondió el presidente López Obrador.

“Es que no se debe de modificar la ley en función de intereses personales o de grupos. No se puede retorcer la ley, no se puede hacer la ley a la medida, independientemente de dónde suceda”, comentó López Obrador, en una declaración que, luego lo dijo expresamente, incluye el rechazo a la intención de su amigo, Jaime Bonilla, gobernador de Baja California, de alargar su período a cinco años, luego que fue elegido solamente a dos.

Fue tajante, “No llegamos aquí para hacer más de lo mismo, llegamos aquí para transformar. No somos iguales, no señor, no llegamos aquí para hacer más de lo mismo”.

Luego de estas declaraciones, Muñoz Ledo anunció que renunciaba a la presidencia de la Cámara y Mario Delgado, el líder de los diputados de Morena, hizo el anuncio de que el PAN presentaría la propuesta de nuevo presidente.

Y la bancada de Morena se comportó como la del PRI en 1982 que, ante el anuncio de la nacionalización de la banca por el presidente López Portillo, aplaudió a rabiar esa medida, además de aprobarla sin chistar.

Poco más de tres meses después hacía lo mismo, pero para aprobar la reforma del nuevo presidente Miguel de la Madrid, que le devolvió a los banqueros el 33% de las acciones, en la desnacionalización de la misma banca.

Ahora, aquellos que aplaudieron a rabiar el anuncio de Muñoz Ledo diciendo que se quedaba como presidente, cuando les comunicó que renunciaba a la presidencia, también le aplaudieron eufóricamente y por todo el país, acríticamente, se le elogia y se le vanagloria por su “congruencia”.

Po’s ¿Cuál?

Pero los legisladores de Morena -la mayoría, sus dirigentes- ofrecieron un denigrante espectáculo, falto de ética.

Su líder, Mario Delgado, en las declaraciones a la prensa y al resto de las fuerzas políticas, afirmaba que él estaba a favor de respetar la ley, pero tras bambalinas ordenaba que por WhatsApp sus colaboradores les ordenaran a los diputados de Morena que no votaran la propuesta del PAN para “impedir” que la candidatura de Xavier Azuara recibiera la mayoría calificada y así crear el vacío constitucional.

Hoy, todo eso es historia ante el contundente regaño del presidente a los diputados de Morena. No hay problema, Mario Delgado le respondió “no hay nada de qué avergonzarnos”.

Bueno, pues sí, son la vergüenza, si no de todo el país, sí de su líder, el presidente López Obrador.

[email protected]; Blog: luisjaviervalero.blogspot.com; Twitter: /LJValeroF

Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario