Pragmatismo empresarial puro

Pragmatismo empresarial puro 24 de noviembre de 2016

Luis Javier Valero Flores

El martes, en un anuncio extraordinariamente sorpresivo, el Grupo Cementos de Chihuahua (GCC) informó acerca de su disposición a participar en la venta de materiales para la construcción del muro fronterizo cuya reacción prometió en caso de obtener el triunfo en las pasadas elecciones de los EU.

“Podría tomar parte en la obra suministrando a los constructores parte del concreto y el cemento necesarios para su ejecución del muro fronterizo… Para el negocio en el que nosotros estamos, Trump es un candidato que favorece bastante la industria”. (Nota de Staff, Agencia Reforma, 23/XI/16).

La información fue proporcionada por el director general de la compañía, Enrique Escalante.

De entrada no debería sorprender el anuncio, el grupo chihuahuense está ampliamente imbricado con la empresa Cementos de México (Cemex), a tal grado que esta es propietaria del 23% de las acciones de la primera y es una de las lideresas mundiales en este rubro, pero devela nítidamente el profundo pragmatismo de quienes conforman una de las principales fortunas en el Chihuahua de nuestros días y que aparecieran, meses atrás, como parte de los principales impulsores de la candidatura independiente de José Luis “Chacho” Barraza y que antes fueran de los más importantes financieros del PAN, no sólo en el ámbito local.

“No podemos ser selectivos”, diría Escalante, para argumentar a favor de la postura asumida por la empresa, en lo que puede interpretarse, más allá de la construcción del muro propuesto por el presidente electo de EU, Donald Trump, como la verdadera disposición de un poderoso grupo empresarial que, además, tiene un muy importante peso en una de las principales organizaciones empresariales del país, la Coparmex, con profundas y antiguas ligas con el panismo chihuahuense, además de un indudable liderazgo empresarial local, derivado, seguramente, de su indudable peso económico en el ámbito local.

Y no solo, un buen número de quienes ahora gobiernan Chihuahua se formaron en la institución que dirigen los propietarios del Grupo Cementos de Chihuahua, los integrantes de la familia Terrazas, de vieja y prolongada estirpe chihuahuense.

La promesa de Trump, debemos recordarlo, consistiría en la construcción de un muro que impidiera el ingreso de migrantes ilegales al territorio estadounidense y que sería financiado con las remesas enviadas por los mexicanos, residentes de los Estados Unidos.

Una de las principales vetas del discurso de Trump es la de presionar a los propietarios de las empresas norteamericanas, que cuenten con plantas en nuestro país, a que las regresen a EU, a fin de otorgarles empleos a los nacionales.

No es una propuesta fácil de instrumentar, tiene en contra el enorme diferencial salarial entre nuestro país y el de los norteamericanos, pero en algo puede influir la postura de Trump.

Si tuviese algún grado de éxito, Chihuahua sería de las principales entidades mexicanas que lo resentiría, por el peso que tiene en nuestra entidad la industria maquiladora, que si actúa como lo ha anunciado el grupo cementero, ya deberemos ir pergeñando -como entidad federativa- las medidas a tomar ante la magnitud del desastre económico que sobrevendrá si se concretan acciones como las anunciada en este tenor por el triunfador norteamericano, ante el cual la construcción de un muro, como el anunciado por él, sería el mal menor.

De manera permanente se ha sostenido que basar nuestra economía en el número de empleos que genere la industria maquiladora es un despropósito inmovilizador, además de aparente, pues los gobiernos de Chihuahua -incluido, por supuesto, el del panista Francisco Barrio- con el afán de simular, o de hacernos creer en los éxitos alcanzados por sus administraciones, evidenciados, según ellos, en el número de empleos generados a lo largo de sus gestiones, no han impulsado el verdadero crecimiento y desarrollo económico de Chihuahua, y ahora, ante los anuncios de Trump, estamos en peligro de perder importantes segmentos de esa base laboral.

Ante ello, importa saber si la nueva administración estatal ha empezado a estudiar como enfrentar el negro futuro que se avizora, a causa de la llegada de Trump, quizá el político norteamericano más dañino para los mexicanos, cobra una mayor importancia.

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Luis Javier Valero Flores

Director General de Aserto. Columnista de El Diario