Chihuahua, Chih.
Estas lacras de la humanidad están al alza en buena parte de Europa y en EEUU. Culpa de ello en gran medida les corresponde a los gobiernos derechistas y conservadores como el de Trump, que han inspirado, impulsado y dotado de poder a un sinnúmero de individuos y grupos obsesionados con idioteces como la pureza de la sangre, la superioridad de la raza blanca, la defensa de “occidente” o las guerras santas.
El irracionalismo siempre ha sido más fácil de implantar en las mentalidades, porque sus dogmas tienen todo resuelto. Nada hay necesidad de cuestionar o reflexionar. Y fanáticos como el o los asesinos de El Paso, pertenecen a la clase de seres con cerebros domesticados y primarios.
Atrás de estas manos ejecutoras que accionan los fusiles o las bombas están las cabezas que conciben las ideas y les dan sustento con versiones torcidas de la historia y con el auxilio de teorías seudocientíficas.
Han puesto en circulación por ejemplo la apología de las cruzadas, como paradigmas para la defensa de la cristiandad, de la raza blanca y de la civilización occidental. Están de moda por ello los símbolos medievales.
Estos crímenes expresan la acción horrible y letal de los modernos “cruzados” y similares, pero tienen como trasfondo el pensamiento irracional, la intolerancia religiosa, el irrespeto al desarrollo libre de la personalidad. Cada fanático: cristiano, musulmán, fundamentalista o de cualquier índole, alberga a un potencial asesino y a un sustentador activo o pasivo de los crímenes de odio.
La imagen adjunta contiene algunos de los símbolos y logos empleados para dotar de identidad a miembros y simpatizantes de estas agrupaciones.