

Chihuahua, Chih.
-Como la pongan, fracaso del régimen
-Elección carente de legitimidad democrática
-Triunfo en todo lo alto de los acordeones, del “Bienestar”, y de las “guías de participación responsable”
«Invito a 100 amigos a mi fiesta de cumpleaños en la que me gasté un dineral: no van 87. De los 13 que sí fueron la mitad tocó el timbre sólo para mentarme la madre… Yo no estaría festejando sino preguntándome por qué mis querencias me desairaron. Haría hasta lo imposible por entenderlos.». Twitter de Ligia Urroz, escritora, roquera y sumiller.
Muchos ubican al hecho de que el 5 de febrero de 2023, cuando Norma Piña, la presidenta de la Suprema Corte, permaneció sentada al paso del presidente López Obrador durante la conmemoración de la promulgación de la Constitución, como el acto que precipitó la decisión de AMLO para proponer -e imponer- la reforma Judicial.
Entonces ¿Porqué le perdonó a Arturo Zaldívar, que la Corte, bajo la presidencia de éste, declaró inconstitucionales, de manera parcial o total, las reformas impulsadas por López Obrador: a la Ley de la Industria Eléctrica, la Ley de Remuneraciones de los Servidores Públicos, de Austeridad, la del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Ley de Extinción de Dominio y la prisión preventiva oficiosa en casos de fraude fiscal.
El colmo vino con Norma Piña. Bajo su presidencia, se revocó el llamado Plan B y, sobre todo, la Corte anuló la reforma que le daba al Ejército el control de la Guardia Nacional.
La elección del pasado domingo constituyó el revés más importante que la sociedad mexicana le haya propinado al nuevo grupo gobernante en México.
Una abrumadora mayoría les dio la espalda, atronadoramente; no solamente acudieron muy pocos a ratificar el “repudio” a los jueces, sino que a pesar del inmenso gasto efectuado, menos de 10 millones votaron por sus candidatos.
Para encubrir su fracaso, se miden con las votaciones de los partidos de oposición, allá ellos; la competencia no era con esos partidos. Era una especie de referéndum para la 4T y han salido escandalosamente mal.
Peor aún, de frente a la siguiente jornada electoral, resulta que el peso del Estado mexicano, en sus manos, para impulsar la que es, sin duda, la reforma que más les interesaba, sus fuerzas ‘vivas’ no llegan a los 10 millones de personas, con todo y el ejército de seguidores, servidores de la nación, funcionarios gubernamentales y políticos y un presupuesto millonario, del que nadie se ha hecho responsable.
Les llegó la hora, son el partido hegemónico y sus aquelarres son los que determinarán el rumbo de muchos de los conflictos, fenómenos, problemas y rezagos sociales.
Las estructuras partidistas y gubernamentales sustituyeron a la voluntad ciudadana, y lo mismo hicieron los morenistas en el país entero, que los panistas-priistas gobernantes en Chihuahua.
El súmmum lo constituyen los de la 4T:
Lo que decían los ‘acordeones del bienestar’ se cumplió a pie juntillas -sin ‘cambiarle una coma’, diría su líder, no moral, sino político-: Los que estaban en los acordeones ‘del bienestar’, como candidatos a todos los puestos que les importaban, ganaron.
Casi igual ocurrió en el ámbito estatal.
Aunque con menores márgenes pues, de acuerdo a los resultados se aprecia que, además de los varios acordeones circulantes de manufactura estatal (“guías de participación responsable”), obedecieron, sin duda, a los ‘arreglos’ políticos efectuados, que no solo abarcaron a las fuerzas políticas y sociales, ya sean integrantes del bloque gobernante, o fuerzas aliadas o ‘acompañantes’, sino a los de la 4T.
¡Horror al crimen!
¿Cómo, el movimiento de la 4a Transformación poniéndose de acuerdo con el, como le dicen, el “maruduartismo”, para colocar, cada quien, a los suyos, ahí donde los quieren?
No puede ser.
Pues sí, por los resultados, se aprecia un ‘acuerdo’ global entre el grupo de la gobernadora y el de la presidenta, no de otro modo se puede explicar que la votación por los lugares en que la 4T tenía especial interés (La Corte, el Tribunal de Disciplina Judicial, los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación -TEPJF- Sala Superior y salas Regionales) haya sido exactamente como lo ‘indicaron’ los «Acordeones del Bienestar», no en Oaxaca, o en Tabasco, o en cualquier estado gobernado por Morena, no, a los que querían en esas instancias -con una sola excepción- son los que quedaron, en todo el país, incluidos -qué raro- los que quedaron en Chihuahua.
Igual ocurrió en la instancia local.
Marcela Herrera Sandoval, que será la nueva presidenta del Tribunal Superior de Justicia, es amiga personal de la mandataria. Sin carrera judicial, ni experiencia jurídica (por lo menos en el ámbito de la aplicación de la justicia), es la directora de Planeación y Desarrollo Institucional de la Uach; fue directora estatal de Profesiones en el actual gobierno y en el de Corral fue directora de Planeación y Evaluación de la Secretaría de Educación y Deporte.
Aparentemente estuvo en todas las listas del blanquiazul.
La segunda candidatura más votada, la de Yamil Athié Gómez, estuvo por igual en algunos acordeones en la capital y en los listados de Bienestar y hasta de la Presidencia Municipal de Juárez.
Como tercera candidatura más votada, está la de Gerardo Javier Acosta Barrera, quien fue elegido en la ‘camada’ de los «oxigenadores» del gobierno de Duarte, en 2013 y estuvo en las “guías de participación responsable” que distribuyó el blanquiazul.
Rafael Alejandro Corral Valverde también será magistrado. Iba en los acordeones estatales. También sin carrera judicial, fue director general del Registro Civil en el gobierno de Maru.
En los arreglos políticos hay para todo.
En el Tribunal de Disciplina Judicial, encabezaba la votación Francisco Javier Acosta Molina, integrante de la Judicatura del Poder Judicial, casado con la diputada federal Rocío González, son cercanos a la mandataria y Angélica Mendoza, esposa del secretario del ayuntamiento juarense, Héctor Ortiz, accedería al TSJ.
A su vez, en los acuerdos políticos, MC impulsó a Nancy Josefina Escárcega en el Tribunal Disciplinario.
Confrontados los resultados ‘federales’ con los estatales, no tiene lógica; si los ‘acordeonistas del bienestar’ no hubiesen actuado bajo un acuerdo político en lo local, lo más probable es que la votación por los ministros de la Corte en Chihuahua hubiese sido diferente a la de la nación y lo mismo hubiese ocurrido con la elección de magistrados estatales, pues el morenaje habría logrado ‘colar’ a algunos de los muy ‘morenos’ en esa instancia.
Nada de eso ocurrió.
Es decir, lo mismo que antes: Bajo acuerdos de los partidos políticos se nombraba a los juzgadores, ahora simulan e intentan convencer a la sociedad que ésta es la que “eligió” a los juzgadores.
Y probablemente ocurrió así en todo el país.
Sirvan de muestra tres ejemplos que son la exageración, Durango, Coahuila y Quintana Roo. Los primeros gobernados por el PRI-PAN y el tercero por Morena.
En Durango hubo 49 candidatos a juzgadores, que se disputaron ¡46 cargos!
¡Plena unanimidad de las fuerzas contendientes!
En Coahuila se presentaron 134 candidatos para 106 cargos: 82 son candidaturas únicas.
Peor: Hay 32 vacantes para el ramo penal y solo 37 nombres: 29 aparecen en las tres plantillas, tuvieron pase directo.
En Quintana Roo fueron más lejos pues allá se conformaron planillas y entonces los ciudadanos no votaron por candidatos en lo personal, no, votaron escogiendo la planilla propuesta por alguno de los poderes.
Igual que antes, igual que siempre, pero ahora, peor.
Es una escandalosa simulación. Con un problema, que tampoco es menor: Por lo menos en el pasado más reciente -quizá desde 2008- los perfiles de los aspirantes eran, por mucho, superiores a los de la mayoría de los que se presentaron ahora.
Y en el caso de jueces y magistrados del Poder Judicial Federal, existía la carrera judicial, además de la realización de muy escrupulosos exámenes de oposición para acceder a prácticamente todos los cargos en esa instancia.
En el caso de la Corte, ya lo sabemos, el mecanismo le preservaba al presidente prioridad para proponer o designar, si no había acuerdo parlamentario previo.
El proyecto de López Obrador fue controlar, sí, todos los poderes, pero él. Diseñó un modelo para que un mismo grupo, el suyo, pudiera, al fin, controlarlos y que sus integrantes, no sean los cercanos a la presidenta.
Morena tiene un problema aún mayor.
Los candidatos ganadores del acordeón obtuvieron en 7 entidades cerca del 50% (48%) del total de los votos obtenidos por Hugo Aguilar: Chiapas, CDMx, EdoMex, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz.
¡Acordeones perfectos!
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Columna de Plata de la Asociación de Periodistas de Cd. Juárez (APCJ)
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