Chihuahua, Chih.
Ciudad Juárez, Chih.- Los disturbios provocados por simpatizantes de Movimiento Ciudadano (MC) dentro del Congreso de Nuevo León ejemplifican que la nueva política a la que dicen pertenecer retoma viejas costumbres de la política tradicional.
El incidente en el Congreso neolonés es la culminación de un conflicto entre el Ejecutivo estatal a cargo del gobernador con licencia Samuel García Sepúlveda y el Congreso estatal con mayoría priísta y panista.
García Sepúlveda decidió ir por la candidatura presidencial de su partido, siendo más probable por una decisión partidista que por una decisión personal o quizá una suma de ambas, para toparse con un golpe de realidad que le hizo enfrentarse al Congreso local para designar a un interino mientras desocupa el cargo.
Samuel quería designar temporalmente a un incondicional, bajo la figura de su secretario de despacho Javier Navarro, sin embargo cómo era de esperarse, el Congreso mostró su desaprobación ante la designación y Samuel en un desplante autoritario o en un berrinche, por cómo se le quiera ver, amenazó con utilizar a la policía para impedir cualquier resultado ajeno al que esperaba.
La designación de Luis Orozco como gobernador interino dividió opiniones, expresamente de MC, partido que la refirió como un “asalto a la legalidad”.
La irrupción en el Congreso neolonés no debe ser tomada como un asunto sin la menor importancia, es un asunto que le corresponde a los ciudadanos, en específico a los neoloneses.
La cúpula emecista denunció un “acto de regresión democrática” por parte de la oposición reunida en el pleno del Congreso, siendo el haber enviado a una multitud enardecida contra los legisladores que se encontraban en sesión para impedir el nombramiento de un interino, una estrategia anticuada y totalmente desapegada del marco legal, contraria a lo que se esperaría ver en una democracia que goza o dice gozar de buena salud democrática.
Orozco es cercano al ex candidato a la gubernatura por Nuevo León y ex alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza; fungiendo incluso como secretario particular durante su administración.
Samuel no logró sortear la eventual crisis de gobernabilidad que se venía sobre su Estado y debió regresar al gobierno después de una tajante resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que resolvió que el Congreso de Nuevo León es el único facultado para designar al gobernador interino y ordenas, además, a todas las autoridades abstenerse de impedir que el interino asuma el cargo.
Ante eso, García anunció que declinaba de la licencia y, por lo tanto, al no cumplir con el requisito de separarse del cargo 6 meses antes de la elección, no puede ser candidato de partido alguno.