Chihuahua, Chih.

No puede obedecer a complot alguno, tampoco a una “perversa”, por la interesada opinión de la mayoría de los medios de comunicación de Chihuahua; tampoco a una orquestada ofensiva del resto de las fuerzas políticas existentes en la entidad.

¿Por qué razón hay, en estos días, una creciente inconformidad en contra del mandatario chihuahuense? ¿Porqué coinciden prácticamente todos los analistas o escritores de las columnas y artículos de análisis político? ¿Porqué, con excepción de los legisladores y funcionarios públicos y partidistas del PAN, el resto de las fuerzas políticas critican la increíble falta de atención de Javier Corral al que se le ha convertido en el principal problema de su gobierno, la inseguridad?

Y no es solamente el crecimiento de la ola homicida y la salvaje persecución en contra de los policías, sino hasta hechos más “cotidianos”, como el creciente robo de vehículos, ahí en donde con alguna frecuencia juega tenis o participa en las carreras, como la del domingo, en la Ciudad Deportiva de la ciudad de Chihuahua; mientras se suceden, diariamente, cada vez más numerosos hechos sangrientos y la entidad asciende en el “top ten” de la inseguridad: Tercer lugar nacional en homicidios, primero en narcomenudeo, campeón en violencia doméstica y maltrato infantil y uno de los primeros en feminicidios, además del crecimiento y/o mantenimiento de robos a domicilios y negocios y, por si fuera poco, el secuestro de personas.

No, el señor gobernador no tiene tiempo de atender tan “menor” grupo de asuntos, vamos, ni siquiera para responderle a los reporteros que lo atienden diariamente y contestarles, no a ellos, sino a los lectores y público de sus medios, sobre estos asuntos “tan sin importancia”.

¿Y los policías y sus familias? ¿Qué?

No tiene tiempo.

Los elementos de las fuerzas estatales no solamente deben soportar la sanguinaria persecución de los criminales, sino, ni siquiera el acompañamiento de su gobernador en los funerales de los caídos, actos en los que, obviamente, no puede descartarse el justificado reclamo de los deudos, no, si va puede sufrir un desdoro su imagen.

Vamos, ni siquiera el fiscal General César Augusto Peniche Espejel acudió a los funerales, tampoco tenía tiempo.

Al gobernador ni una palabra le merecieron los ataques homicidas en contra de hasta su propio compañero, el secretario de Zaragoza, los candidatos perredistas de Gómez Farías; ni el secuestro del Dr. Godínez padre, ni el atentado en contra del Dr. Godínez hijo, presidente municipal electo de Gómez Farías; tampoco el asesinato del dirigente municipal del PES en la ciudad de Chihuahua, ni las 4 personas victimadas en Valle del Rosario, ni la desaparición del empresario José Ricardo Caraveo Vallina, sobrino del magnate Eloy Vallina.

No tiene tiempo.

Pero tampoco los salvajes ataques a los ministeriales, en particular el de Bocoyna, con el saldo de 4 policías caídos, ni el de los más de 2 mil asesinados a lo largo de su gobierno.

No ha habido un solo mensaje especial del gobernante, en el que se dirija a la sociedad para informarle acerca de lo que está ocurriendo.

No tiene tiempo.

Y es que, de veras, el gobernador Corral no tiene tiempo para las cosas más comunes a las que deben enfrentarse la mayoría de los gobernadores del país, como lo son los asuntos de la seguridad pública, los conflictos generados por un escaso recurso económico, o por los rezagos en materia de gobernabilidad, o los conflictos heredados de su más inmediato antecesor.

Menos para acudir a los funerales de sus policías y tampoco a los eventos protocolarios más importantes, como el del inicio de actividades de la nueva legislatura, actos en los que pudiera emitir una postura, para cada asunto, que confortara y diera confianza al resto de los elementos de las fuerzas policiacas y sus familiares en el primero; y en el segundo, la emisión de un mensaje de verdad civilidad política “democrática”.

No tiene tiempo para eso, a pesar de que, en los últimos 8 años, solamente el 13% de las ejecuciones ha llegado a juicio (Nota de Fernando Aguilar/, 6/IX/18).

No tiene tiempo.

En tanto, mientras la violencia toma el estado el gobernador sí tiene tiempo para participar, ayer, en la carrera de la Cruz Roja “Salvando Vidas”…, mientras, literalmente, la sangre de los chihuahuenses lo acompañaba.

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