Juárez tirasup
No es hora de desmayar

No es hora de desmayar 19 de bril de 2020

Gerardo Arturo Limón Domínguez

Chihuahua, Chih.

«La catástrofe fue tan abrumadora que los hombres, al no saber qué les sucedería a continuación, se volvieron indiferentes a toda norma de la religión o la ley».

Tucídides

LA TRAGEDIA EL ROSTRO DE TODOS LOS TIEMPOS

Arranco con la frase del historiador y militar ateniense quien en su obra Historia de la Guerra del Peloponeso recuenta la historia de la guerra del siglo V a. C. entre Esparta y Atenas hasta el año 411 a. C.

 Tucídides ha sido considerado como el padre de la historiografía científica, debido a sus estrictos estándares de recopilación de pruebas y de sus análisis en términos de causa-efecto sin referencia a la intervención de dioses.

También ha sido considerado el padre de la escuela del realismo político, que valora las relaciones entre las naciones en función de su poder, y no en razón de la justicia.

Lo traigo a colación, porque lo que vivimos planetaria y nacionalmente en torno a la aparición de la pandemia del coronavirus, advierto que trasciende el ámbito de la salud y se inserta lamentablemente en el campo de lo político de manera igual o más cruenta, de lo que podría  o debía de ser de origen.

Por espacio referiré solo fragmentos de un excelente artículo  de Eva Illouz [1] titulado El coronavirus y la insoportable levedad del capitalismo, que introduce así;

“En pocos días, el coronavirus parece haber apagado el corazón latente de nuestra civilización y trastocado la vida cotidiana de miles de millones de personas. Al mismo tiempo, la crisis plantea desafíos estructurales, que van desde iniciativas como nuevos tribunales sanitarios internacionales y formas de detectar y evitar la transmisión zoonótica hasta una redefinición del papel de los Estados y del reparto de las ganancias a escala global”

De esa manera ella esboza y va pormenorizando  aspectos a valora derivados de la pandemia aquí algunos de ellos; 

 

LA LUCHA ES PLANETARIA  

“El coronavirus es un acontecimiento planetario de una magnitud que nos esforzamos por comprender, no solo por su escala planetaria, ni por la velocidad de la infección, sino porque en cuestión de pocas semanas puso de rodillas a instituciones cuyo titánico poder nunca cuestionamos. El mundo primitivo de las pestes mortales hizo erupción en medio del mundo avanzado e higiénico del poder nuclear, la cirugía láser y la tecnología virtual. Aun en tiempos de guerra siguieron funcionando cines y bares clandestinos, pero ahora las bulliciosas ciudades de Europa se han transformado en espeluznantes pueblos fantasma y sus habitantes permanecen en sus escondites. En palabras de Albert Camus, «todos estos cambios eran, en cierto sentido, tan extraordinarios y se habían efectuado tan rápidamente que era muy difícil considerarlos normales y duraderos».

 

Desde el tráfico aéreo hasta los museos, el corazón latente de nuestra civilización ha sido apagado. La libertad, el valor moderno al que se subordinan todos los demás, ha sido suspendida, no a causa de un nuevo tirano sino a causa del miedo, la emoción que se antepone a todas las demás emociones. El mundo se volvió, de la noche a la mañana, unheimlich, extraño, se vació de su familiaridad. Sus gestos más reconfortantes –el apretón de manos, los besos, los abrazos, la comida compartida– se transformaron en fuentes de peligro y angustia…”

 


EL REAL O IRREAL PODER DEL ESTADO

“Las crisis ponen en primer plano las estructuras mentales y políticas y, al mismo tiempo, desafían las estructuras convencionales y la rutina. Una estructura está por lo general oculta, pero las crisis tienen sus propias formas de exponer a simple vista las estructuras mentales y sociales tácitas.

La salud, según Michel Foucault, es el epicentro del moderno arte de gobernar (llamó a esto «biopoder»). A través de la medicina y la salud mental, sostiene Foucault, el Estado administra, vigila y controla a la población. En un lenguaje que él no habría utilizado, podemos decir que el contrato implícito entre los Estados modernos y su ciudadanía se basa en la capacidad de los primeros de asegurar la seguridad física y la salud de la segunda. 

Esta crisis pone en primer plano dos hechos opuestos: que en muchos lugares del mundo este contrato ha sido paulatinamente roto por el Estado, cuya vocación pasó a ser ampliar el volumen de la actividad económica, disminuir los costos de la mano de obra, permitir o alentar la deslocalización de la producción (entre otras cosas, de productos médicos claves, como mascarillas y respiradores), desregular la actividad bancaria y los centros financieros y apoyar las necesidades de las corporaciones. El resultado fue, ya sea por voluntad o por omisión, una extraordinaria erosión del sector público. El segundo hecho que quedó a la vista de todos es que solo el Estado puede manejar y superar una crisis de tamaña escala. Ni siquiera el gigante Amazon puede hacer otra cosa más que despachar paquetes, y eso incluso con gran dificultad durante tiempos como estos.

 


LOS NUEVOS DESAFIOS AMBIENTALES

Sigue diciendo la Dra, Illouz;

“Según Dennis Carroll, un destacado experto mundial en enfermedades infecciosas de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC), esta pandemia es una de muchas que ya se han producido y de las que se esperan con mayor frecuencia en el futuro. La causa es lo que llama «transmisión zoonótica» –el contacto creciente entre patógenos animales y seres humanos–, a su vez causado por la creciente penetración de seres humanos en ecozonas hasta entonces fuera de nuestro alcance. Las incursiones en esas ecozonas son impulsadas por la superpoblación y por la explotación intensiva de la tierra (en África, por ejemplo, hay una mayor extracción de petróleo o mineral en áreas que tradicionalmente albergaban menor población humana)”

Esta pandemia es un anticipo de lo que puede ocurrir cuando surjan virus mucho más peligrosos y cuando el cambio climático haga que el mundo se vuelva inhabitable. En ausencia de eso, no habrá interés privado ni público que defender.”

 

LA RESPUESTA A LA CRISIS… O ES AMPLIA O NO SERÁ

“…Contrariamente a algunas predicciones sobre el resurgimiento del nacionalismo y las fronteras, creo que solo una respuesta internacional coordinada puede ayudar a gestionar estos nuevos riesgos y peligros. El mundo es irrevocablemente interdependiente y solo una respuesta de este tipo puede ayudarnos a hacer frente a la próxima crisis. Necesitaremos una coordinación y cooperación internacional de nuevo tipo, una vigilancia internacional de los casos de transmisión zoonótica, posiblemente nuevos tribunales sanitarios internacionales… la creación de organismos internacionales para innovar en campos como el de los equipos médicos, la medicina y la prevención de epidemias. Sobre todo, necesitaremos que una parte de la vasta riqueza acumulada por las entidades privadas se reinvierta en bienes públicos. Esa será la condición para tener un mundo”.

Hasta aquí las consideraciones derivadas de este  claro y magistral documento  de la Dra. IIlouz, mismo que les invito a leer de manera amplia en. https://rebelion.org/el-coronavirus-y-la-insoportable-levedad-del-capitalismo/

 


COROLARIO

La visión planetaria con su triste realidad reflejada en los números de cada día que nos revelan los informes noticiosos y sanitarios desde  Italia, España, EEUU y ahora desde Nuevo León, Baja California, Estado de México y más cercanamente desde Ciudad  Juárez, Parral o el hospital Central Universitario, aquí en Chihuahua, nos ponen de frente ante la dura realidad, el Coronavirus está aquí y llegó para darnos mucha, mucha guerra y reclama nuestra respuesta INTELIGENTE  Y SOCIALMENTE COMPROMETIDA, no hay más o buscamos ENTENDER ESTA REALIDAD PARA ATENDERLA o mayor o menormente, si justo como sea nuestro desinterés o interés por él, habremos de padecer su llegada.

No hay retorno, no es una pesadilla es una realidad que reclama ENTENDIMIENTO Y ATENCION.

Aquí es donde el poder o no poder del Estado se hace visible y también aquí nuestra inteligencia ha de ser empleada, no podemos dejar que nadie asuma un poder sobre la vida de los ciudadanos, es por eso la polémica en torno al Reglamento de Bioética, propuesto esta semana  que ha transcurrido, que daba la impresión de facultar a los médicos sobre la decisión de a quien atender, priorizando criterios de edad y salud, quiérase o  no preludio de un proceso de muerte justificada por falta de equipo. Casi una muerte desasistida. 

Idea inaceptable en términos de derechos humanos.

Pero también esta realidad de la falta de equipo nos hace exigir al Estado mayor aplicación de recursos que los que en el pasado se han dado para rubros básicos como son SALUD, EDUCACION Y SEGURIDAD.

Sin duda que la crisis del coronavirus replanteará una reorientación del GASTO PUBLICO A FAVOR DE LOS CIUDADANOS Y MENOS PARA HACER NEGOCIOS CON EL DINERO PUBLICO.

En términos  de lo medioambiental no hay duda este próximo miércoles 22 de abril Dia Mundial de la Tierra encontrará a este nuestro Hogar Común en crisis, como estuvo en siglos pasados con la peste en el XVI o en el XX con la llamada Gripe Española que costó millones de vidas, dependerá de nuestra inteligencia y capacidad de respuesta que haya viabilidad  para sortear esta crisis de la mejor manera  lo que es obligado aquí es exhortar a todos a que no desmayemos.

Es tiempo de salvaguardar el mejor y más alto valor, LA VIDA.

Para ello es menester cuidar la Salud y mantener la Inteligencia que es el ejercicio del pensamiento crítico frente a las fake news, así como los engaños de políticos que siguen pensando en la próximas campañas electorales que hoy son verdaderas ideas mezquinas, cuando el reto ahora es el pensar cual será la calidad de vida de las próximas generaciones, ahí está hoy el real desafío.

 


EXHORTO

Volvemos a la actividad académica y mantenemos aquí la expresión de nuestra solidaridad con el Campus Nuevo Casa Grandes de UPNECH,  que sigue solicitando se resuelvan los problemas de corrupción que le aquejan institucionalmente, es cuanto.