No a los cercos

No a los cercos 5 de febrero de 2022

Gerardo Arturo Limón Domínguez

Chihuahua, Chih.

La vida deja compartir espacios y sueños, así como luchas que son necesarias dar, que nos suman, estemos donde estemos, solo por el afán de buscar lo justo.  

Po ello hoy asumo como propia esta pequeña gran batalla, por la educación y la Universidad, sumándome al planteamiento señalado por mi apreciado colega; Dr. Juan Durán Arrieta, en su trabajo titulado; La utopía de una UPNECH-NCG sin cerco.

Así reseñado;

“Quizá alguien me escuchó o me vio diciendo que el cerco es simplemente una gota que derrama el vaso. De distintas formas y de distintos modos han pretendido cercarnos y encerrarnos para que abandonemos lo que somos, lo que vivimos, lo que con tanto esfuerzo construimos algunos de los que todavía estamos aquí, haciéndonos cargo de lo que pueda quedar del sueño. Otros ya no están, pero nos legaron la utopía de promover que se hace sociedad recibiéndonos unos otros, amistosamente, amorosamente, en suma, comprendiéndonos mutuamente.

La defensa de un modo de hacer escuela se ha propalado por el estado de Chihuahua. Existen académicos que saben sobre lo que defendemos, unos se han expresado y esperan lo que haya de venir. De entre esas expresiones valoramos una muy especial que se dio a la tarea de difundir y recoger un académico de por acá, de Nuevo Casas Grandes, pero que pertenece a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y que dirige cuadros de investigadores de alta calidad cuyos proyectos avala el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) a través del Sistema Nacional de Investigadores.

Por su valor, por su relevancia y su solidaridad con nosotros, esta vez quiero ceder una parte de mi espacio en esta colaboración para que se lea íntegramente lo que nos enviaron como aportación absolutamente voluntaria, desinteresada, como no sea, simplemente comprender el tamaño de lo que hemos defendido por más de dieciocho años…

…Por lo que toca a nosotros, debemos decir que no hemos claudicado. Creemos que el nuevo gobierno estatal está obligado a borrar este residuo de un corralismo que tanto daño le hizo al Estado de Chihuahua. Ya cambiaron directivas en las distintas dependencias estatales, menos en la UPNECH, donde, rescoldos de un corralismo agazapado, quiere sostenerse aquí en nuestra institución, para que, de algún modo, las cosas sigan igual, y, persistir como un último refugio de las huestes de Javier Corral.

La nueva gobernadora tendrá la palabra sobre permitir que en este último rincón, en este espacio tan preciado por nosotros, siga respirando, como aletargado, ese bastión corralista, que, si algo sabe, es agazaparse para luego reconstituirse y aparecer con toda su estela de daño, tal como fue el infausto quinquenio que creíamos haber trascendido.

En UPNECH queda buena parte de esa cultura de “dejar hacer, dejar pasar” que distinguió a un modo de hacer política a río revuelto, desde donde, suelen sacar raja los que medran, los que aprovechan para sus propios intereses, algo que es de todos, de la sociedad toda.

Reproduzco el texto íntegro (N.A. puede verse en la versión de Diario NCG de hoy, aquí por motivo de espacio lo fragmentare sin quitar esencia) de los distintos académicos de varias partes del país. Cedo el espacio y lo agradecemos profundamente quienes aún creemos en que otro modo es posible…

APOYO A LOS COMPAÑEROS EN LUCHA DE LA UPNECH-NCG

Yuval Noah Harari, historiador hebreo, nos recuerda que la explicación paleontológica del salto cognoscitivo que permitió al homo sapiens trascender sus limitadas condiciones de existencia, así como proyectar su imagen a través de los milenios, involucra la capacidad de asociación colectiva y el privilegio del bien común. 

Porque si una colectividad de primates solo es capaz de organizarse para trabajar en comunidades de unas cuantas decenas de miembros, los primates humanos comenzamos, en determinado momento de nuestra evolución, a organizarnos en números bastante mayores, al grado de que actualmente nos organizamos por millones; dicha capacidad de organización masiva explica, como se sabe, la supervivencia de la especie en más de un sentido, pero explica también buena parte de nuestros retos y desafíos. ¿Qué haría posible la organización de los primates humanos en colectividades mayores a las de sus parientes? Al parecer fue la habilidad de crear símbolos, mitos, ficciones, sentidos de pertenencia alrededor de una idea y un propósito fundado sobre la posibilidad, no sobre lo existente; tal como trabaja cualquier proyecto y cualquier utopía.

Así es como surgió, precisamente, la mayor utopía intelectual que ha concebido la sociedad moderna, al amparo de un sentido racional del mundo y con el inmenso propósito de la libertad de pensamiento: así nació la universidad, hace casi nueve siglos, justo en medio de crisis, pestes y pandemias, justo en medio de milenarismos que auguraban el fin del mundo conocido. 

Así nació, otorgando a la sociedad certezas fundadas justamente en la perenne facultad humana de saltar cognoscitivamente desde estadios inferiores de conciencia, y fundada también en el sentido de comunidad humana. Por ello los cercos le son (o deben serle) tan ajenos, porque una universidad cercada -material o intelectualmente- está condenada a la intrascendencia o a la servidumbre; objetivos ambos siempre perseguidos por tiranos de toda talla y de toda orientación. 

Como se sabe, el término “universidad”, derivado del latín universitas, contenido en el concepto mayor de universitas litterarum (generalidad de saberes), se empleaba también para referir a la totalidad de algo, como en la expresión universitas generis humani (totalidad del género humano), de donde nace la idea de proyecto de saber total y generoso al servicio de la humanidad, en lo que consiste grosso modo la misión de la universidad en la sociedad moderna, inspirada en los ideales del Humanismo renacentista.

En este sentido, pocas veces puede verse un experimento exitoso como el que humildemente sostuvo por años la Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua, campus Nuevo Casas Grandes, consistente en funcionar de manera abierta e integrada a su comunidad, sin cercos ni muros que la separasen de su barrio pobre de Nuevo Casas Grandes, pequeña ciudad del noroeste de Chihuahua azotada por décadas de violencia y rasgada profundamente en su tejido social; un experimento que nos enseña justamente el valor de una universidad incardinada a su gente, académica y físicamente, una universidad que sostiene con dignidad posturas críticas frente al poder burocrático que suele asentarse en cada institución educativa de este país; como si la educación no fuese un bien de la gente sino un favor del Estado o el privilegio de unos cuantos.

Por ello el acoso contra quienes han defendido esta pequeña utopía en estas remotas tierras no debe ignorarse; por el contrario, debe convocar voces de apoyo e indignación. 

Desde diferentes partes del país, desde diferentes instituciones educativas, observamos y respaldamos la lucha de los compañeros profesores de la UPNECH que han visto vulnerados sus derechos y atacados los derechos de la comunidad mediante la erección de una grosera cerca que excluye a la comunidad de su universidad, y que es inequívoco símbolo del cerco que han intentado construir alrededor de quienes defienden posiciones críticas al interior de la Universidad Pedagógica: compañeros maestros que saben muy bien que luchando también se está enseñando.

¡Apoyo total a los compañeros de la UPNECH!

¡No al cerco excluyente y discriminador!

Dan su  aval diversos doctores e investigadores del Instituto de Investigaciones Humanísticas, UASLP, Escuela Primaria Francisco Berumen, Zacatecas, Centro de Actualización del Magisterio de Zacatecas, Universidad Autónoma de Zacatecas, Facultad de Psicología, UASLP, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa y del Colegio de Sonora.