Chihuahua, Chih.
La vida nos ha dado tiempo de contrastar lo espurio de gobiernos ilegítimos que asumieron el poder robándolo, y los que luchan día a día honrándolo. G.A.L.D.
Para los jóvenes y los que desearían olvidarlo reedito aquí hoy este artículo escrito cuando el usurpador Calderón no cumplía aun su primer año de desgobierno (agosto 31 del 2007) y vale también ante los actuales amagos intervencionistas de los halcones de Washington con los que hemos vivido desde siempre, PADECIENDOLOS desde el siglo XIX cuando nos robaron el 54% de nuestro territorio así que desde aquí va UNA REFRESCADA DE MEMORIA AL PAN Y CIA, LITERAL.
HABLEMOS DE LOS FRAUDULENTOS SIAMESES: BUSH / CALDERÓN
¿Quién quiere ser parte de un juego en donde pocos ganan robando y muchos pierden votando? Si queremos saber la verdad del porqué de la resistencia a votar en el pasado proceso electoral, tenemos que entender y atender el cómo se ha dado en los últimos años el ABC de los fraudes electorales. Leamos pues estas vidas paralelas entre el pequeño George Bush y el no menos pequeño Felipe Calderón...
No es posible iniciar esta análisis sin precisar que el auge, si así se puede llamar, al contubernio generado por la relación del clan Bush quienes desde la década de los 80 cuando Reagan gobernaba y a través de su embajador Gavin vino a (estimular el crecimiento) crear un partido a la medida de sus intereses y necesidades.
No podría hacerlo e manera más clara y magistral que como lo hiciera Carlos Ramírez en su INDICADOR POLÍTICO en su momento. Lo refiero textual:
"Las huellas de la influencia política del presidente Ronald Reagan en México podrían llevar a un recordatorio especial en las oficinas centrales del PAN. A través del embajador reaganiano John Gavin, el gobierno de Reagan ayudó a la construcción de un frente conservador en México y al debilitamiento político e ideológico del PRI. El resultado fue la victoria del PAN en julio del 2000.
Las dos piezas claves del intervencionismo de Reagan y Washington en el rumbo político de México fueron el embajador Gavin y la CIA a través de su director William Casey, ambos de la mano del senador ultraderechista Jesse Helms. El reforzamiento del conservadurismo ideológico de Reagan condujo a la integración económica y simultáneamente al avance del PAN en el norte del país con el reconocimiento estadounidense".
La historia de la intervención de Reagan en México parece querer olvidarse aquí, pero fue contada por el autor de Indicador Político en el libro Operación Gavin: México en la diplomacia de Reagan, publicado por la editorial del periódico El Día en agosto de 1987. Pero recordarla ayudaría a recuperar la memoria política del futuro mexicano:
"Por decisión del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, cuyo encargado de asuntos latinoamericanos era Constantine Menges, la CIA y la embajada de Gavin comenzaron a propiciar reuniones en Hermosillo entre la dirigencia del PAN, los jefes de las cúpulas empresariales y los obispos conservadores, bajo el auspicio de Gavin y de documentos de la Fundación Heritage sobre la necesidad de la alternancia mexicana. La ofensiva había comenzado con la presencia del PAN en la convención republicana de 1984 donde se eligió a Reagan como candidato presidencial.
Menges había llegado al CSN por recomendación de Helms y desde el mexican desk de la CIA donde promovió análisis de advertencia sobre México. Reagan lo incorporó a partir de su ensayo "México, el próximo Irán al lado" donde exigía decisiones de intervención para evitar la descomposición de México. En el CSN Menges se hizo cargo de los análisis.
En la CIA, el director William Casey -cuyo activismo político en la agencia de espionaje fue revelado por Bob Woodward en su libro Veil, sobre las guerras secretas de la CIA- había dado instrucciones directas al encargado de los informes sobre México, John Horton, de radicalizar las conclusiones para justificar el intervencionismo de la Casa Blanca. Sin embargo, Horton era un profesional de inteligencia y no sólo se negó a seguir las instrucciones de Casey sino que renunció y luego reveló la crisis en los informes sobre México en un texto publicado en The Washington Post.
De las reuniones en el norte entre la embajada de EU, el PAN, empresarios y jerarcas de la Iglesia católica conservadora salió el apoyo al asalto de empresarios al PAN: Manuel J. Clouthier, José María Basagoiti, Emilio Goicochea Luna y empresarios de Puebla fundaron el neopanismo o el panismo de los bárbaros del norte que fue luego consolidado por Diego Fernández de Cevallos, Francisco Barrio y otros como Adalberto Rosas, Luis H. Álvarez, Carlos Amaya Rivera, Fernando Canales y Pablo Emilio Madero. De la Iglesia destacó el obispo sonorense Carlos Quintero Arce. Varios de los panistas de entonces comparten hoy el poder con Fox. La ofensiva estadounidense no terminó ahí. Gavin tuvo como tarea impulsar la candidatura de Miguel de la Madrid y del equipo de tecnócratas comandados por Carlos Salinas. La continuidad tecnocrática se entiende en ese escenario: De la Madrid comenzó a reconocer el avance del PAN en los municipios del norte, justamente los que le interesaban a Gavin y a EU.
En 1987, De la Madrid promovió una Comisión bilateral sobre el futuro de las relaciones México-EU -donde participaban los mexicanos Héctor Aguilar Camín, Gilberto Borja, Juan José Bremen, Fernando Canales, Carlos Fuentes, además de Rosario Green (canciller del gobierno de Zedillo) como codirectora ejecutiva- pero sólo con el objetivo de concluir los cambios culturales y políticos en México para fortalecer la integración a EU.
El escenario era, pues, estratégico, no coyuntural. El informe consolidó la candidatura presidencial de Salinas. A su llegada al poder, Salinas buscó el tratado de libre comercio con EU y la subordinación política de México a los intereses de la Casa Blanca. En este contexto, la alternancia de Fox no se entendería sin el plan de acción de Ronald Reagan y de su sucesor George Bush como aliado de Salinas.
El pivote de la ofensiva de Reagan fue el actor John Gavin, un mexicano educado en EU. Gavin dedicó sus años de embajador a confrontar a la izquierda mexicana, a cuestionar a la prensa progresista, a meter al PAN al Fondo para la Democracia del Partido Republicano y a caracterizar al PRI como un partido simpatizante del comunismo. El activismo de Gavin tuvo su punto culminante en marzo de 1985 cuando encabezó la denuncia contra el gobierno mexicano por el asesinato del agente antinarcóticos Enrique Camarena Salazar. Con el apoyo de The New York Times, Gavin neutralizó a la policía política mexicana, entonces brazo del PRI.
La estrategia de Reagan contra México se sustentó en tres tesis ideológicas: el PRI ya no le conviene a México por su progresismo, el estatismo en México no compagina con el neoliberalismo estadounidense y la política exterior de México obstaculizaba la defensa de los intereses de la Casa Blanca. De ahí que Reagan aprobara directrices políticas para propiciar la alternancia partidista en México.
Para México, Reagan no fue sólo el presidente de la guerra de las galaxias, sino el operador de una ofensiva integral para sacar al PRI de Los Pinos. Pero el PRI contribuyó a su derrota por el abandono ideológico progresista, por la multiplicación de pobres, por la corrupción y por la búsqueda de la integración comercial a EU.
Y no debe olvidarse que George W. Bush es el heredero del modelo Reagan para México". Hasta aquí Carlos Ramírez. La definición de lo que ha pasado con el arribo fraudulento en la que no dudo en llamar LA MADRE DE TODAS LAS DEFRAUDACIONES ELECTORALES que se dio en La Florida en el año 2000, en donde con una estratagema del voto del Colegio Electoral le robaron a Al Gore la presidencia de los Estados Unidos e impidieron su arribo a la Casa Blanca, repitiendo el trato a John Kerry cuatro años después, mismas que son referidas en el artículo de David Brook que se pregunta lo mismo que nosotros: ¿Hay un presidente espurio en la Casa Blanca? Indicando "Las dudas sobre la legitimidad de George W. Bush en la presidencia estadounidense saltaron de nuevo a la escena cuando las autoridades electorales de Ohio fueron obligadas a postergar la destrucción de boletas. Ese estado fue determinante para decidir la cerrada contienda con John Kerry, en 2004".
¿Les parece esta referencia conocida? Claro, el pequeño Calderón y lo digo en ánimo descriptivo, solo por su tamaño físico, que es mayor que su estatura moral a juzgar por lo conocido en su pretendido ascenso, sin contar el Chinogate y que difícilmente podrá permitirle llenar la silla presidencial que han ocupado hombres como Benito Juárez o su paisano Lázaro Cárdenas, ellos sí hombres de Estado y no figuras cuestionadas en su legitimidad, aunque avaladas en la supuesta legalidad.
Felipe Calderón no solo robó la presidencia, robó la confianza en instituciones que tienen como el IFE su debacle, al buscar apuntalar su pretendido ascenso.
Roban, además de la presidencia, la seguridad de que podríamos haber transitado hacia la democracia real y no simulada en la que se vive hoy. Si faltara una expresión grotesca de esta realidad, referiré la columna de Carlos Barranco, fechada el 8 de noviembre del 2006 en El Universal y titulada Empresa que a la letra dice:
"Buenos Aires. La carcajada con que festinaba el presidente de Kimberly Clark México, Claudio Xavier González, el que la bala, es decir, la posibilidad de Andrés Manuel López Obrador como presidente de la República, pasó rozando, se convirtió en mueca grotesca a la réplica de la periodista Denise Dresser. -El segundo disparo dará en la frente"
La metáfora, cuyo efecto provocó una explosión de molestia entre la audiencia a la cumbre de negocios celebrada hace unos días en Monterrey, advertía de la necesidad de asimilar la lección, es decir, no soslayar el fondo de la catarata de votos a la causa opositora".
Ya veremos si Calderón y sus corifeos aprenden la lección o como Bush pretenderán ser reincidentes.
* G. Arturo Limón D. UNAM Profesor e investigador de la UPN 081, presidente del MEM en Chihuahua y miembro de la comisión de educación de IUCN Mesoamérica
FUENTE Publicado originalmente en este medio de fecha 2007-08-31
